Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
LA PRIMERA CARTA
Ixternia…
Un sistema planetario en alguna galaxia muy lejos de lo aquello que fue
la Tierra…
La Vía Láctea desde aquí no se ve… se necesita apelar a instrumentos
sofisticados para hacerlo… tan sofisticados que la humanidad no los tuvo y ni
siquiera los pensó… todo parece lejano, pero en este lado del universo todo se
siente cercano…
Un conjunto de planetas orbitando alrededor de una estrella trilliza,
una estrella que tiene otras dos orbitando a su alrededor, sin ser centro… pero
donde el núcleo está por fuera de las tres… que se mueven en un ritmo singular…
formando un juego fantasmal que sostiene a un sistema de 17 planetas repletos
de vida…
No sé cómo se pronunciaba en “humano” … aquí, ni siquiera así se
pronuncia… las existencias no hablan, sólo piensan… Ixternia es Ixternia…
Algún día de ningún año…
Ningún día de ningún siglo…
Desde un futuro que ya sucedió… pero que aún está pendiente…
Querido amigo:
Te escribo desde Ixternia donde me ha tocado recalar… el lugar es
maravilloso y las entidades que aquí viven también… sus paisajes son suaves y
se reparten armónicamente al igual que los pensamientos de quienes ocupan la
comarca en la cual resido… el planeta carece de nombre y todos le dicen
Ixternia a todo el conjunto… no hay grandes ciudades y todo se asemeja a grupos
de villas relativamente pequeñas donde viven los que existen… sin embargo,
todos saben que este planeta, además de sus tres satélites, tiene al menos once
dimensiones donde se resuelven las eventuales paradojas que puedan producirse
que, comparadas con aquellas vividas por nosotros en la Tierra, resultan ser
nada… las existencias transitan sus vidas en paz y armonía y el conjunto social
opera al modo de un panal donde todo está organizado para mejorar de manera
permanente, no con grandes proyectos sino en las pequeñas cosas… mínimas podría
decirse…
Aquí no existe el pensamiento muro de los miserables nacidos en la
Tierra…
Aquí no existe el pensamiento deuda de los mezquinos nacidos en la
Tierra…
A nadie se le ocurriría construir ni grandes ciudades ni grandes polos
industriales, antes bien cuidan el planeta como su única casa, y si bien
mantienen contactos permanentes con los otros dieciséis planetas del sistema,
se ocupan y se preocupan por guardar el propio hasta en los más mínimos
detalles… se ocupan en producir alimentos y vestimenta, y sus casas tienen las
comodidades suficientes como para sentirse a gusto… una cosa que destaca al
entorno es que entre los habitantes no hay vanidad, ni soberbia, ni envidia, ni
mezquindad, como tampoco miserias… de allí que Ixternia se “sienta” como un
lugar que acuna la idea primordial… armonía por armonía… estabilidad por
estabilidad… causa por causa…
Aquí no hay monedas ni dineros, nada se compra ni nada se vende… todos
reciben lo mismo por el sólo derecho de nacer y de existir, y nadie se queja de
que le falte algo, por el contrario, cuando les sobra algo, enseguida lo
comparten con sus vecinos… de modo que hay un singular sentido de equidad
personal y social que los caracteriza…
La amistad aquí tiene un significado sagrado… y podría decirse que la
amistad es una especie de culto… nadie le falta el respeto a nadie y a nadie se
le ocurriría insultar al prójimo en alguna forma, de allí que siempre conciertan
soluciones para cualquier cosa que los motiva y proponen soluciones a medida de
cualquier necesidad… no se depende de un estado sino de una consciencia social
expansiva que tiene todo lo que le hace falta y busca sostener el estatus de
aquello que se va logrando agregando valor al conjunto de existencias, en un
planeta que tiene tres veces el tamaño de la Tierra, quizás un poco más… siempre
priorizan la educación, la disciplina y la salud por sobre cualquier otra cosa,
así es que todos se van formando a lo largo de sus vidas ya que para ellos la
enseñanza es medular, y a medida que avanzan en su perfeccionamiento unos van
formando a los que siguen, introduciendo la novedad de que los mayores o si se
quiere los más viejos, forman algo así como un consejo tribal que sirve de
referencia para los más jóvenes… siendo que esos mismos viejos continúan
formando a las generaciones de adultos para que nadie pierda de vista la
importancia de lo que se ha hecho hasta aquí y de lo que hace falta seguir
haciendo… es notable la comunión de almas y espíritus que construyen el “valor”
social que sostiene al conjunto… así es que el planeta funciona como un sistema
de relojería de alta precisión… a punto tal que cuando el consejo de ancianos o
alguien en particular avizora alguna anomalía o alteración que pudiese afectar
al conjunto, enseguida se toman medidas de resguardo que habilitan a preservar a
la sociedad como prioridad fundamental…
Mucho tiempo ha pasado desde la Tierra… aquí no hay tiempo así es que no
hay año, como tampoco hay década ni siglo, los días son lentos y la actividad
transcurre entre labores y cantores, ya que mientras las gentes andan entre las
plantas cantan a coro generando una comunión sonora que semeja a un cuenco
diapasón… el sonido nunca se detiene mientras dura la labor así es que se crea
algo en el ambiente que no se puede describir con palabras… y curiosamente
dicho sonido es distinto según donde uno se pare, produciéndose una especie de
música que enaltece los espíritus de propios y ajenos… así es que suelo andar
entre aquellos que labran los espacios para que sus mentes produzcan semillas…
oír esa música me llena de una paz para la que no hay palabras…
Las plantas de este planeta no son comida, sólo son una especie más que
agrega valor a las vidas, así es que su cuidado tiene un sentido únicamente
espiritual… las plantas lo saben y retribuyen con mucho más que frescura…
No sé que año correrá en la Tierra… quizás el cinco mil y algo después
de Cristo, pero todavía tengo presente que en el 2020 la humanidad comenzó a
extinguirse, licuando su civilización a manos de un virus altamente inteligente
que se modificaba a sí mismo para adaptarse a humanos, animales y plantas,
anidando no sólo en el aire, sino en los lugares menos pensados, algo que
muchos “especialistas”, plenos de soberbias académicas, negaban a rajatabla,
diciendo una cosa, la otra, y explicando lo inexplicable, justificándose…
siendo que finalmente, el virus tuvo el espacio suficiente como para colonizar
todo el planeta y liquidar a la civilización humana, sin atenuantes y sin la
piedad divina que todos reclamaban… todavía recuerdo nuestros días de
tribulación en un ambiente tan hostil que había transformado a la Tierra en
algo semejante al Ghetto de Varsovia, para dar lugar posteriormente a campos de
concentración donde iban a parar los infectados que se sumaban sin solución de
continuidad, por miles y cientos de miles… es raro el humano imbuido de
soberbia, se cierra al entendimiento flexible y se impone el negar cualquier
cosa, aduciendo esto o aquello, y siempre echándole la culpa al prójimo para
evitar tener que asumir la responsabilidad de enfrentar la circunstancia…
estimo que se trataba de una deficiencia brutal en los lapsos de formación,
donde se les enseñaba a sobrevivir y depredar, pero no a razonar una causa…
El virus aquel comenzó a arrasar el planeta en el que estábamos de
observadores y finalmente los humanos terminaron sucumbiendo como sus
antecesores los dinosaurios, sólo que sin necesidad de ningún meteorito, sin
terremotos y sin cataclismos, sin el empleo de armas nucleares, sin conflicto y
sin guerra… ¿curioso, no?... ellos que tanto peleaban para sostener el negocio
de las armas, terminaron devorados por un virus… consecuencia de la estupidez
humana del poder globalizado, así como consecuencia también de la miseria
humana que imponía la mezquindad como filosofía de vida… digamos que ellos se
terminaron comiendo a sí mismos… todavía recuerdo nuestras conversaciones
cuando las entidades galácticas llegaron en ayuda de los humanos lógicos,
procediendo a extraerlos y trasplantarlos para que pudiesen formar una nueva
sociedad humana en otro lugar lejano de la Tierra… y todavía recuerdo nuestras
conversaciones acerca de la suerte de los infectados y de los muertos que se
contaban por centenares de miles, lo que había alborotado a los ángeles y a la
dimensión contigua por tener que recibir tantos espíritus con sus destinos
sacrificados por la impericia de un puñado de imbéciles disfrazados de
presidentes de naciones y primeros ministros de reinos… finalmente, las
víctimas hallaron sus respectivos paraísos, inesperadamente, y de la manera
menos pensada… una nueva Tierra para la raza, pero esta vez con condiciones
impuestas por el concierto cósmico… mientras que aquel poder miserable quedó
condenado a su propio infierno donde, estimo, aún permanecen… sin planeta, sin
posibilidad de ser engendrados, sin ver la luz y condenados a no nacer,
inmersos en un estatus quo donde se devoran el hígado una y otra vez al modo de
Prometeos encadenados a sus propias mezquindades…
He pensado mucho en los días de la Tierra, aquellos últimos que nos tocó
compartir… no puedo eludir el regreso de la memoria que me expone a los
recuerdos de aquella tragedia humana y humanitaria… ¿sabes?... recuerdo que el
milenio de los años dos mil trajo en la humanidad mucha pobreza, mucha miseria,
mucho desprecio alimentado desde el poder imperial de los dineros a cualquier
precio… todo se concentraba en un solo lugar del mundo y desde allí se repartían
los beneficios para pocos en desmedro de los muchos que se iban cayendo del
sistema… donde los esfuerzos y las voluntades no alcanzaban ni eran suficientes
como para vivir… donde la FE se había convertido en una mera excusa y donde la
consciencia consistía en dar vuelta la cara para evitar ver lo que la realidad
imponía… entiendo que se había roto la confianza que unía a los humanos y que
las palabras se habían transformado en un hueco sin sentido donde sólo se
reflejaban intenciones miserables, propias de gentes miserables… dicho de otra
forma, Dios no era más que una excusa para atropellar al prójimo… esa conducta
se fue difundiendo en dos décadas a tal punto que las monedas valían más que
cualquier vida, siendo que junto con ello, el poder se había vuelto en
marioneta de un poder supremo oculto, sin escrúpulos, con mucha avaricia, con
más codicia, y por qué no… con angurria que habilitaba la necesidad de devorar
cualquier cosa que se le pusiese por delante, incluyendo en ello humanos
desprevenidos, distraídos, o simplemente sencillos…
Nada alcanzaba al poder… nada le era suficiente… y de tanto, el poder
político idiota le hacía el juego al sólo efecto de sobrevivir en el bienestar
de las almas vendidas… el poder disponía de comodidades, alimentos y también
del dinero que les caía en las manos para no ver ni atender los incesantes
reclamos de los mortales que se veían cada vez más perseguidos y cada vez más
condenados a ser despojados… en dicho concierto la Tierra se había convertido
en una mentira semejante al Ghetto de Varsovia, o peor aún, equivalente a miles
de campos de concentración donde las gentes eran sacrificadas por turnos de
antojos propio de espíritus desalmados…
Como sea que se lo quiera ver, en dicho trecho de la historia, la
humanidad perdió el último atisbo que la mantenía relativamente unida, sí, como
te digo, perdió la “esperanza”, y al hacerlo el poder del mal vio la fisura
necesaria para sembrar el “fin” que ellos interpretaban como necesario, sin
medir consecuencias, sin pensar los hechos, y sobre todo, sin reparar que lo
que hacían con los otros, finalmente les alcanzaría a ellos mismos… así es que
la invasión viral los devoró en un rato borrando de un saque algo más de tres
millones de años de convivencia… la genética humana no estaba acondicionada
para soportar semejante cataclismo y simplemente feneció… produciéndose una
paradoja monumental para la que no había recursos espirituales posibles…
Dicha idea me vuelve una y otra vez… y aún aquí, en este paraíso, no me
la puedo quitar de la mente… cuando la FE se reduce a palabra, la esperanza se
esfuma lo que determina que el alma y el espíritu se queden sin espacio, y sin
él (espacio)… la consciencia se vuelve entelequia…
Para los humanos, Ixternia sería de un aburrimiento total ya que a ellos
les quitaron la cooperación para inculcarles la competencia descarnada, pero
aquí las cosas funcionan tal como lo que nos tocó recorrer entre oriónidas y
pléyades, aún cuando esos eran nombres terrestres que nada tenían que ver con
sus propias denominaciones… es notable cómo el universo recurre siempre a los
mismos modelos de orden a efectos de evitar los desencuentros… nunca logré
descifrar por qué en la Tierra sucedían cosas estúpidas que derivaban en tragedias…
más aún, no logro desentrañar el sentido de la miseria humana instalada en los
espíritus…
En Ixternia el consejo de ancianos se asegura que nunca se pierda de
vista el “mañana necesario”, una especie de figura del futuro inmediato que se
vuelve presente y que merece ser resuelto por la acción conjunta de una
sociedad que ha entendido que el hoy sólo es una sumatoria de momentos que
alientan al equilibrio en la sucesión de circunstancias… a tal punto que el
sueño no sólo representa un descanso sino un valor agregado a las vidas que
cursan… ¿sabes?, aquí hay mucha consciencia del valor ancestral y se reverencia
a los que han pasado como si permaneciesen en la consciencia social… esto es el
valor de los estuvieron antes, antes de antes, y así hasta el infinito… porque
según dicen, eso asegura la continuidad de aquellos que aún están pendientes de
transitar la vida… es decir, el más allá juega papel medular en el sustento de
los presentes… todos necesitan de todos y ello da forma a una consigna social
de unión y comunión…
La actividad de los seres de Ixternia se sostiene en continuado y por
turnos… ya que el día, con tres estrellas, no se termina nunca… siendo que los
satélites no emiten sombra generando un cielo singular que demanda atención
astronómica propia de espíritus elevados… como te digo, la música en los campos
de labranza, emociona… emociona tanto que necesitas atenderla y el sonido te
recrea la atención buscando notas graves y agudas que se combinan para que todo
crezca armónicamente… armónica… mente…
Esto de ser observador en semejante concierto me produce un bienestar
que se sostiene por sí mismo… ellos saben mi calidad de observador y mi
condición de visitante, pero no se inmutan… por el contrario, me siento como
uno de ellos y ellos me sienten como parte de sus respectivos paisajes…
Como puedes apreciar, me siento a gusto… todo lo contrario a aquello que
nos sucedía en la Tierra… te dejo por ahora… espero tus comentarios y no
olvides decirme por dónde andas…
Abrazo de almas…
SchNy-nos
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
pinturas y texto bajo registro de propiedad intelectual...
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