sábado, 17 de abril de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 3© [6] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 3© [6] By Víctor Norberto Cerasale Morteo® Todo lo pasado queda en el pasado, pero el mismo es indeleble, en él quedan estampadas las causas, también las consecuencias… asimismo, quedan grabadas las palabras, pero también las intenciones… sin perder de vista los hechos… nada se borra, los rollos de la vida de cada quien registran todo lo sucedido y lo sostienen para la eternidad… la secuencia es involuntaria, no depende del ser humano, sino de la creación… y siempre, hay quien dará testimonio de ello… porque el pasado justifica las circunstancias transcurridas en cada vida… entonces, además de permanecer en el karma, lo hace en la creación, y al hacerlo en esta (creación), lo hace en la eternidad… así es que allí, no hay excusas, porque los argumentos posibles son los mismos hechos y las intenciones que los antecedieron… allí, no hay nada que explicar… allí, no hay nada que justificar… todo está a la vista… y todo se pesa contra una pluma de ganso… cuando los hechos no coinciden con las palabras ni con las intenciones, la pluma de ganso lo pone en evidencia, así es que no queda nada por agregar… lo sabían los nubios, los anteriores a los nubios, los atlantes, los lemures, y los primeros humanos en la Tierra… luego el conocimiento se perdió y todo pasó a dar lo mismo… segundas intenciones… palabras vacías… juego de mercaderes… almas que se compran… almas que se venden… oportunismos… tomas de ventaja… y luego, atropellos, saqueos, estafas, despojos, y conveniencias, muchas conveniencias para peores intereses… ya nadie recuerda los rollos de la vida, ya nadie tiene consciencia que la vida te atraviesa… ya nadie es consciente de lo que significa el respirar por un destello… ya nadie recuerda que la vida es un rollo contenido en el karma, que dicho rollo se despliega a partir del nacimiento, que luego se va llenando con cada circunstancia, hasta que cumplidos los tiempos, dicho rollo se enrolla en una fracción de segundo, y el alma recupera su estatus gaseoso en un cosmos bien distinto al que se piensa… ahí, regresas a tu infierno, si es que él te contiene… ahí, regresas a tu paraíso, si es que él te contiene… viniste con las manos vacías, y te vas con las manos vacías… sólo portas la esencia de las experiencias… sólo portas los afectos que hayas sembrado en un huerto… no más que eso… nada más que eso… aquello que parece poco, suele ser mucho… todo aquello que parece mucho, nunca es suficiente para darle entidad al alma… el alma se impregna de afectos, de semillas en sus huertos, de los frutos del sí mismo logrados mediante la voluntad y el esfuerzo… sin ello, la vida es un páramo que se va diluyendo a medida que transcurre, hasta consumirse en un destello, hasta convertirse en nada… La palabra tiene poder… poder para sanar… poder para construir… poder para acomodar… poder para dar… poder para impulsar… poder para escalar… poder para desarrollar… pero, curiosamente, la palabra también tiene poder para lastimar… poder para herir… poder para atropellar… poder para atravesar… poder para desplazar… poder para destruir… poder para desordenar… poder para echar… dependiendo ello de los contenidos del espíritu que las pronuncia… la palabra puede sumir al alma en el paraíso, pero la palabra puede empujar al alma a un infierno… dependiendo ello de la intención de quien las pronuncia… dependiendo del aura que las envuelve… todo lo que se dice permanece vibrando en el espacio, y es oído desde el allá, del mismo modo que se lo escucha en el acá… esta civilización humana ha perdido el sentido del valor de las palabras, entonces pronuncia a tontas y locas, para salir del paso, para esquivar la circunstancia y sus fondos, para saltear el paso, y luego regresar a la resonancia del teléfono celular donde la vida está paralizada en mensajes áridos que van y vienen, despojados de contenidos genuinos, libres de sentimientos… ya no hay rostros… ya no quedan miradas… ya no se aprecian los gestos… no hay auras visibles… simplemente, mensajes secos, que resumen las carencias del espíritu… concentrado en una pantalla que sólo traduce silencios… un juego de abismos donde las almas están extraviadas en sus propias hogueras… Una civilización artificial se condena a sí misma a la extinción… una civilización que no sabe conceder valor a la dignidad humana, se transforma en una entelequia de sí misma… una civilización que desconoce el valor del pensamiento humano, pierde el sentido del razonamiento crítico… la inteligencia artificial alimenta la comodidad para que piense la máquina, pero esa misma máquina carece de vida, por lo tanto no sabe nada de la importancia de la dignidad humana, mucho menos sabe de la importancia del pensamiento proactivo, mucho menos sabe lo que significa el razonamiento crítico… entonces, esa inteligencia artificial avanza y se despliega creando errores que el ser humano jamás pensó, que nunca pudo elucubrar, que no fue capaz de descubrir… entonces, esa inteligencia artificial se consume a sí misma, dejando al ser humano huérfano de proyección, atrapado en un pensamiento cíclico de conveniencias falsas, y de intereses recurrentes… tal vez factura, durante algún tiempo, pero finalmente muere de hambre porque la ignorancia avanza hasta matar la iniciativa, oxidando la idea y destruyendo el motivo… un ser humano sin idea de sí mismo, no tiene impulso para nacer… un ser humano sin motivo para impulsar el karma, es una piedra inmóvil que carece de destino… el planeta humano está enfermo de “inmovilidad”, produce bienestares para pocos y males para muchos, y donde no hay equidad, más temprano que tarde todo se vuelve en contra del sistema que lo sostiene… el ser humano es portador de un alma, un espíritu y una consciencia, si ellos no se ejercitan, si no se perfeccionan, si no se ajustan, se fosilizan y el propio ser humano, aun estando vivo, respirando, está muerto sin consciencia de estar atrapado en el propio laberinto, que no difiere de estar atrapado en el propio infierno. Todo aquel que crea que el pasado se esfuma, se equivoca… todo pasado permanece en la eternidad… el pasado de cada ser humano es una estela indeleble que se conserva en el karma para siempre… algo semejante a una biblioteca del sí mismo, donde todo permanece a modo de memoria universal… no se puede borrar… no se puede modificar… no su puede ocultar… no se puede alterar… más aun, no se puede quemar ni se puede desaparecer… en el allá, se puede regresar a la circunstancia y apreciar sus perspectivas, sus contenidos, y el por qué de los hechos consecuentes… allí reside la esencia de cada ser humano que ha pasado por la Tierra, pero allí también reside la esencia de cada ser no humano, que ha visitado este planeta por vaya a saber qué designio divino… El pasado, entonces, es algo semejante a una caja de Pandora, donde además de la esencia de cada alma, se guarda la esperanza de ésta en sus sucesivas apariciones, allí donde le toque en suerte, según la creación y sus motivos. Allí reside lo hecho y también aquello que tuvo intención de hacerse pero, por algún motivo, no se llevó a cabo… por lo tanto, nadie escapa a los contenidos de su propia vida… mucho menos a lo pronunciado… porque en ello no sólo han quedado grabadas las intenciones, también han quedado estampadas las caricias y las heridas producidas en los otros… por lo tanto, en el pasado están las mentiras y los engaños, las envidias y los desprecios… el pasado no es otra cosa que el “uno mismo” en órbita, en trayectoria cósmica… La palabra cura o la palabra enferma… la palabra es una abrazo de almas o la palabra es un piedrazo contra el rostro, cuyo impacto afecta al espíritu… la palabra es una atracción magnética o es una repulsión magnética… la palabra es una conjunción química o es una reacción donde nada se combina, pero donde nada vuelve a ser igual… la palabra es una órbita armónica o es una deriva que no encuentra destino… la palabra es un llamado de atención o es un empujón al abismo… la palabra es un despertar o es un ocaso… la palabra es un sueño intenso o una pesadilla interminable… y ello define a las personas que las pronuncian, que las profieren, que las dicen, que las expulsan de su ser dejando ver quiénes son realmente… allí viaja el color de sus auras… pero más aun, allí, en sus palabras viaja la esencia que contienen… Lo que se impregna en el otro luego de las palabras, permanece para siempre… no se puede omitir ni se puede borrar… mucho menos olvidar, queda latiendo como un eco, constante, que va y viene como las mareas, que regresa como recuerdo o que se asocia en otras circunstancias… Cuando se apaguen los teléfonos, esta humanidad quedará sin memoria… viéndose obligada a pensar, a usar la cabeza, a redescubrir el alma, a hurgar en el espíritu, a conceder significancia a la consciencia, a ver más allá de sus ojos, a escuchar más allá de los oídos, a sentir más allá de los sentidos… si no lo hace, quedará inerte, en un planeta renaciente de sí mismo… el planeta no pertenece a ningún ser humano… el planeta ni siquiera pertenece a la humanidad… el planeta se pertenece a sí mismo, y la humanidad sólo dispone de un tiempo prestado para circular por él… los ángeles han dado testimonio de todos los pasados… los presentes que no se consumen, merecerán el testimonio inconcluso de esos mismos ángeles, y de otros, también…

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