viernes, 28 de abril de 2023

SIN ESTAMPILLA (diario del pensamiento) © [8] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

SIN ESTAMPILLA (diario del pensamiento) © [8] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
Imagen crédito: Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes https://www.facebook.com/photo/?fbid=10226478713985846&set=a.1573485948783 Mi amada Juanita: estás tan lejos que nunca dejaste de estar al lado mío… hemos caminado juntos mi vida, vos desde esa dimensión donde residen las almas puras, yo aquí, respirando mis huellas… la gente no lo entiende, pero todo es tan sencillo que va más allá de los sentidos humanos… como sea, me enseñaste a sostener la felicidad entre tanta discordia… me enseñaste a ver más allá de la miseria humana que hay en las personas… me enseñaste a jamás recalar en el rencor, mucho menos en el odio, siempre a pesar de las circunstancias… me enseñaste a ser yo mismo sin tener que depender de nadie, me costó mucho al principio, pero lo fui logrando, paso a paso… me impulsaste a seguir andando a pesar de los inconvenientes, a pesar de los fracasos, a pesar de las derrotas, a pesar de las incomprensiones, a pesar de los desprecios, a pesar de las mentiras, a pesar de las traiciones, a pesar de los engaños, a pesar de todo y de todos… fuiste una madre presente, siempre presente en sueños, sueños que parecían no terminar nunca y que representaban una vida paralela, de la que nadie sabía, un lugar para nosotros solos, donde nuestros encuentros nos alimentaban el espíritu, el alma, la consciencia, y la existencia en un plano secreto, inaccesible para los humanos, por lo tanto un lugar único, por lo tanto un lugar prístino… sin tus enseñanzas jamás hubiera podido superar esta vivencia, no hubiese tenido la capacidad de ser yo mismo ante mis propias circunstancias… me aportaste esa cuota singular de paciencia que me hacía observar antes de responder, de contestar, y eso me hizo dimensionar lo que el otro ocultaba, lo que se guardaba, la segunda intención que escondía intentando infringir algún daño, para conseguir algún beneficio… nadie reconoce que los beneficios terrenales derivan en nuevos huecos en el alma, pero así funciona este mundo de ingratitudes… todos se dan cuenta de sus errores cuando ya no pueden corregirlos… y deben someterse a ser juzgados por ellos mismos, implacablemente, es allí cuando descubren que han cultivado infiernos, con hogueras donde se verán consumidos… los humanos son almas atormentadas que no se reconocen a sí mismas… pero eso ya lo sabías… por eso la música… por eso el piano… por eso la inmersión en el océano de notas que se traducen en el alma, por fuera de cualquier pentagrama… ya viejo, siento que he honrado tu sacrificio… antes de viajar quiero decírtelo, quiero dejarlo plasmado en letras, para que alguien lo tome y se de cuenta a tiempo… para que alguien lo haga suyo antes que sea demasiado tarde… te aclaro que no tengo expectativas… simplemente quiero hacerlo porque me mueve la generosidad de ver despertar a algunos de los otros… siempre necesité hacer el bien… siempre necesité ver a los demás felices… no siempre lo conseguí, no siempre lo logré… nadie me lo ha reconocido, pero eso no tiene importancia, no la tiene para mí… uno se refleja en lo que siembra… uno se refleja en el huerto que construye… uno se refleja en los frutos que comparte… uno se refleja en los cuidados que le da a su pedacito de tierra… uno, siempre, se refleja… y todo lo que se refleja, se impregna en el otro, deja huella, aún cuando se lo niegue, no se lo reconozca, no se lo quiera aceptar… ¿Sabes?, he estado haciendo cálculos, no sé si bien o mal, pero anduve repensando mi vida… llevo en la Tierra casi 26.280 días, poco más o poco menos, anda por allí… o sea que, hace 26.280 días que no estás en este plano de humanidades rotas… seguramente la existencia en el allá se siente más cómoda que en el acá… si no hago mal los cálculos, eso significa que llevo en la Tierra la friolera de 630.720 horas… o lo que es lo mismo, 37.843.200 minutos, espanta pensarlo… lo cual representa la locura de 2.270.592.000 segundos, algo insoportable como número y hasta como idea… demasiados números que nadie analiza, porque asustan… el tiempo humano se mide en años, nadie tiene consciencia de sus horas… sí, sí, asusta todo lo que pasó en el mientras tanto… nunca entendí por qué tengo esa rara memoria fotográfica que me devuelve todo lo recorrido, no siempre, pero de vez en cuando, con regular frecuencia… vuelven las imágenes de momentos precisos… vuelven las palabras pronunciadas por los demás, esas mismas que después niegan, esas mismas que después olvidan, esas mismas que después dicen que jamás pronunciaron, sin embargo, tengo registro mental de todo ello… asimismo, se me repiten escenas y escenarios, con las personas haciendo esto o aquello, o aquello otro, a veces empujando, a veces empellando, a veces atropellando, a veces despreciando, a veces saqueando, a veces burlándose… no me altera, es un simple comentario de algo que no me he podido escapar a lo largo de la vida… tengo todo registrado como si se hubiese marcado a fuego… pero no me quedo allí, tengo flashes de momentos de otras instancias, en otras vidas… y voy más lejos aún, recogiendo ciertas evidencias de que todo eso ha sucedido realmente… como sea, lo tengo dentro mío… soy consciente, plenamente, que he regresado a todos y cada uno de los lugares por donde supe estar, por donde supe pasar, por donde supe respirar, por donde supe ver y escuchar, no en esta sino en otras vidas… como si se tratase de un repaso para un examen… por supuesto, no se lo puedo contar a nadie… por supuesto, no se lo puedo decir a nadie… como sabes, me tildaron mucho veces de loco, desde que tenía 8 años, y la historia se repite siempre, tanto que fui descubriendo que, por suerte, estaba lejos de los normales, esos que les dicen cuerdos… descubrí que es muy peligroso ser cuerdo, y al mismo tiempo, también descubrí que es mucho más peligroso creerse normal… tanto que he vivido buscando estar lo más lejos posible de los normales y los cuerdos… les huyo… me espantan… porque ante ellos me siento indefenso… en un raro estado de zozobra… algo que no puedo explicar con palabras… no les temo, sólo necesito huir de ellos y reconocerme a mí mismo, lo más lejos posible de la debacle en la que viven… lo que he sentido desde siempre, así es que eso forma parte de mi esencia… y analizándolo en frío, caigo en la cuenta que me la he pasado huyendo tanto de los que se dicen normales, como de aquellos otros que se llaman cuerdos… curiosamente, tanto los normales como los cuerdos, me han usado hasta el cansancio, para sus respectivos provechos… después de sacarme provecho, me han estafado, o bien, me han despojado, o bien, me han saqueado, o bien, se han apropiado de mis esfuerzos, o bien, me han robado ciertas ilusiones… pero a pesar de todo ello, no han logrado diezmarme la voluntad… no han logrado someter mi dignidad… no han conseguido nada más que humillarme ocasionalmente, o bien, ridiculizarme ante los otros, que se han olvidado rápidamente de los hechos… como ves, como puedes apreciarlo, raro pero real… este planeta me resulta extraño a mis principios, a mis valores, a mi manera de ser y de sentir, a mi manera de interpretar, a mi manera de analizar, a mi manera de pensar… siento que no encajo, que nunca lo he hecho… me siento distante de toda esta mentira humana… dicho de otra forma, me siento más que extranjero… he descubierto que no pertenezco a este ambiente, y también he descubierto que siempre he sido feliz, estando solo… excepto en instantes precisos donde muy pocas personas han logrado llenarme el espíritu, ya sabes quién… no hace falta aclararlo… los “quienes” como he dado en llamarlos, están en mi alma, así es que puedes reconocer a todos y cada uno de ellos… son personas de bien que tampoco pertenecen a esta realidad, son luz de estrellas lejanas, que están pasando por la Tierra por vaya a saber qué designios… ¿Sabes?, con el tiempo he caído en la cuenta que he realizado varios descubrimientos… casi sin quererlo… casi sin buscarlo… no, no, no te hablo de los procesos industriales de los medicamentos… tampoco me refiero a la condición de los pacientes, ni a su reprimida calidad de vida… tampoco me refiero a la toxicidad financiera del costo de los falsos tratamientos… ni siquiera hago referencia al mal diseño de los estudios clínicos, ni qué hablar de los ensayos, donde muchos datos se ocultan prolijamente para dar lugar a falsos beneficios, falsos positivos, privilegiando el negocio por sobre las enfermedades… mucho menos te hablo de hospitales, ni públicos, ni privados… todo eso ya sabes que lo sé, no voy a repetir lo conocido, eso que compartimos tantas veces… me refiero a cosas más simples… me refiero a cosas más sencillas… donde todo es demasiado evidente, tanto que nadie lo quiere ver, mucho menos anotar, mucho menos asumir… cada uno lo carga como puede y lo calla, para no tener que chocar con más realidad que la que lo atañe… en efecto, me encontrado con varias cosas que se me han ido apareciendo como por arte de magia… la primera de ellas, no sé si la más importante, es que la palabra entre los humanos, hoy mismo, no tiene ningún valor… se habla de esto como se habla de lo otro… pero esas palabras están vacías de contenidos y están viciadas de nulidad… se pronuncian del mismo modo que se arroja la basura al aire libre, esas palabras se usan para destrozar al otro… cada humano recita lo que él mismo quiere escuchar, sin importar lo que el otro escucha, sin importar lo que el otro entiende, sin importar lo que el otro digiere… una vez que las palabras han sido pronunciadas, ya está, se ha sacado un peso de encima… no hay verdad alguna en el mensaje, sino un afán por transmitir cualquier mentira, sea esta absoluta o a medias… siempre se parte de la premisa que el otro se la traga cuando escucha… más tarde vendrán la frustración y la decepción, o la desilusión, o la sorpresa de verse “sorprendido” en la buena fe… pero ése será el efecto producido en uno, que siempre resulta ser el otro… quien pronunció la mentira, se siente a salvo y anda suelto por la vida, repitiendo la conducta que lo pone, supuestamente, a salvo de la mentira de los otros… esto se repite una y otra vez sin que nadie acuse recibo… desde luego siempre hay alguien que cree y cae en la telaraña… pero la mayoría no lo hace, porque asume que ninguna mentira ajena superará a la propia, entonces, todos dan por válido el criterio y repiten la escena… no sé cómo, pero me fui dando cuenta que las palabras estaban huecas, quizás comenzando por los extensos discursos políticos donde se dice tanto, que no se dice nada… recuerdo largos discursos de autoridades escolares recitando cosas existentes sólo en sus cabezas, ni siquiera en sus realidades… pero más tarde fui cayendo en la cuenta que eso se trasladaba a la vida diaria, a lo cotidiano, a lo habitual, a lo familiar, a los vínculos, a cualquier vínculo, a cualquier encuentro, por mínimo que este fuese… lo descubrí en los setenta en una chica que creí que era más que amiga, dijo algo que me sacudió, pero inmediatamente me abrió los ojos… allí recordé que ya me había dado cuenta antes, escuchándola a mi madre sustituta, porque antes ya había descubierto que mi padre mentía cada vez que podía, y ni qué hablar de los tíos, de los primos, y de los amigos de cualquiera de todos ellos… sonreían diciendo lo que el otro quería oír… una vez que el otro lo introyectaba, se daban por hechos, e iban por más… así todos… no salía de mi asombro… ¿para qué decir lo conveniente, si se trataba de una mentira?... descubrí entonces que todos estaban conformes con esas conductas… me espantó tanto que tomé distancia… hasta que me di cuenta que yo también era objeto del mismo cuento y decidí no formar parte… te cuento que me costó, muchas veces me costó caro… otras tantas veces, además de caro, me costó todo… pero vale la pena… hoy ya los siento venir desde muy lejos, entonces me pongo en ”off” y ni los atiendo… pero es muy malo que la palabra no tenga valor… deberían reconsiderarlo… eso le quita valor a la condición humana… eso le quita valor a la dignidad humana… eso le resta valor, y mucho, a la calidad humana, dejándola sin humanismos posibles… no sé, te lo digo, es lo que siento… más allá, he descubierto que la palabra tiene un tremendo poder de daño… muchas personas las utilizan como dardos, como lanzas, como flechas, como martillos, como mazas, y con ellas destruyen lo que tocan, siendo que lo que tocan, son almas que se ven sorprendidas, y al mismo tiempo, arrasadas… pocos son los que emplean la palabra para construir en los prójimos, tan pocos son que los he registrado uno por uno… esos son los que conservo en el alma… los demás, esos que destruyen, tienen algo incontenible en sus respectivos seres… los percibo miserables, y al mismo tiempo, estúpidos… no es posible compartir nada con ellos, ni siquiera una simple conversación… me he visto obligado a huir de ellos… me he visto obligado a refugiarme y esconderme… no tengo con qué enfrentarlos… ¿Sabes?, hice otro descubrimiento… antes me llevó por delante y me dejó girando como un trompo… pero cuando me detuve caí en la cuenta que mi sentimiento no me había engañado, tampoco me había confundido, así que no tuve ninguna sensación de frustración, sino de la claridad extrema ante un tema tan caro a los sentimientos que se dicen humanos… así es, la palabra es otra muestra de que muchas de ellas carecen de valor… según muchos humanos, amor suena a hueco, porque no tiene contenido de sentimientos… querer suena a vacío, porque define un tipo de necesidad de alcances siempre limitados… se pronuncian para obtener sexo fácil, pero dura nada, cuando parece comenzar, las partes se dan cuenta que ya ha concluido… no tienen entidad en el cosmos, ni tampoco se ven reflejadas en él, por lo tanto no tienen espacio en el espacio, y se desvanecen tan pronto como fueron dichas… a veces duran un poco, algo más que un destello, pero finalmente desaparecen sin dejar rastro alguno, tanto que las personas se miran como desconocidos, tanto que las personas que las dijeron se ignoran, y quedan relegadas a espacios muertos de memoria, donde nadie recuerda, donde nadie se acuerda, donde nadie sintió nada, donde nadie se identificó con nada, el hueco que hay en estas palabras, también está en el alma de las mismas personas… es decir, no hubo sintonía… tampoco hubo sincronía… mucho menos hubo armonía… y ni siquiera llegó a desplegarse la música de las esferas… por lo tanto, la palabra querer traduce la necesidad de un ser eminentemente vacío… por lo tanto, escalando varios puestos, la palabra amor no traduce lo que hay dentro de la persona, sino que es algo que se expele automáticamente, que queda bonito, y que no quiere decir nada más que un relleno de confidencia… tanto es así, que las personas que lo repiten, una y otra vez, miran sin ver, escuchan sin oír, y atienden sin entender, poniendo en evidencia sus propios vacíos… repitiendo lo que dicen los demás, los otros… te quiero… te amo… donde la realidad pone, una vez más, en evidencia, que quienes lo dicen, ni quieren, ni aman… seguramente, tú lo descubriste a través de la música, es decir, encontrabas en la música eso mismo que no lograbas encontrar a tu alrededor, a tu lado… por mi parte, lo descubrí a los golpes, con una primera señal en 1970, que me produjo un vacío inexplicable… y luego, más tarde, en 1976, cuando me di cuenta que nada era como lo contaban, como lo expresaban, y que al decir “querer”, o “amar”, no estaban diciendo nada… lo descubrí por el vacío que había en las miradas recurrentes… en mi caso la música era de fonógrafo, de púa, de discos de setenta y ocho revoluciones, o bien, de discos de treinta y tres revoluciones… por eso, al igual que vos misma, me fui sumergiendo en la música para que nadie descubriera que me había dado cuenta… al darse cuenta, uno se transforma, y se convierte en otra persona… ser otra persona, me hizo descubrir, además, que mi verdadero sentimiento de amor, estaba al lado de otra persona… alguien que cuando decir “amar”, te amaba de verdad… alguien que cuando decía “querer”, te quería de verdad… me sorprendió encontrar a una humana que sintiera como yo, pero nos vimos demorados, porque también descubrí que aquella otra persona que tenía espacio propio, no tenía sentimientos por nada ni por nadie que no tuviese un valor monetario, excepto por los encuentros furtivos que escondía tras los telones, donde ocultaba su necesidad física no satisfecha… como sea se lo quiera ver, amor es una palabra con mucho peso específico, que puede voltear muros, paredes, o hasta simplificar el sentido de las distancias, siempre que se pronuncie con el alma… donde no hay alma, no hay espíritu, mucho menos hay consciencia, por lo tanto no hay amor, ni afectos que vinculen con el otro… No es lo único que supe descubrir… claro, fueron muchos años de andanzas… mucho ir y venir para construir aquellos sueños diseñados a medida, sé que no eran sueños, pero la gente debe creerlo, porque no entienden otra cosa, y se dan cuenta de muchas menos… andando por la vida, fui descubriendo, además, que mucha gente, pero mucha, le encantaba complicar cualquier cosa que resultara sencilla… por lo tanto, no sólo se complicaba a sí misma, sino que inventaba complicaciones para todos los demás… esto es que donde había algo fácil de resolver, ellos inventaban obstáculos que tergiversaban la realidad, volviéndola una madeja imposible de desentrañar… a tal punto lo hacían, que después tenían que salir a pedir ayuda a otros para ver si alguien podía desarmar la calamidad que habían creado… a veces lo conseguían y arrojaban por la ventana al que los había ayudado, para que no quedasen rastros, para que nadie se diese cuenta… a veces no lograban desarmar la tragedia que los incluía, y eso los conducía a buscar nuevas víctimas, o bien, dejaban el desmadre como estaba, para crear otro mejorado… así es que la realidad dada vuelta se devoraba todo lo que encontraba a su paso, incluyendo situaciones, circunstancias, y desde luego, personas… pero una vez, enfrentando uno de esos remolinos fabricados a medida, me di con que el mismo no existía, llevándome tamaña sorpresa, algo que me dejó atribulado por varios días… pero después de esos días, vi que esa misma persona, había fabricado peores problemas en cosas que no tenían entidad, algo así como producir neblinas en días soleados… entonces coloqué mi dedo en la intensa nube desplegada, y caí en la cuenta que la misma no existía, y que era el sólo reflejo de lo que había en la mente de esa misma persona… a partir de allí, una vez más, hubo un cambio radical en mi ser, y comencé a atravesar las nubes al igual que los problemas, a veces demostrando que me había caído la ficha, a veces simplemente atravesando las neblinas sin encender las luces… arriesgado, ya lo sé… pero me sentí más seguro que antes, porque había hallado la fuente que creaba los inconvenientes, que era la misma que variaba las ecuaciones, que era la misma que daba vuelta las fórmulas, que era la misma que creaba escenarios para obras de teatro que jamás tenían lugar… tomé distancia y me puse a mirar desde lejos cómo era el artilugio… aprendí… cuando aprendí le perdí el respeto a quienes fabricaban problemas donde los mismos no existían… al perderles el respeto, automáticamente, los problemas se esfumaron y todo quedó al descubierto… me reí para mis adentros, sin comentarlo con nadie… descubrí que cada quien debe descubrir esas fachadas, debe ingresar a ellas, debe atravesarlas, y debe, además, quitar las máscaras y los disfraces a quienes los ostentan… en este juego de basuras, nadie puede ayudar a nadie… porque esas mismas personas que fabrican los problemas, tienen el don de modificar ecuaciones, fórmulas, y desde luego, también situaciones y circunstancias… ¿qué cuándo me di cuenta?... fue allá por 1978… cuando me enviaste a ese ángel a salvarme… me iluminó… fue como un desprendimiento de la realidad deformada… de ahí hacia adelante no fueron necesarias las ayudas… una vez más, me había caído la ficha… una vez más, había despejado la ecuación real… como siempre digo, no hay que copiarse, porque uno desconoce cómo el otro interpreta la realidad… sé que me lo advirtieron a tiempo, pero como sabes, tengo lapsos de fosilización y demoro en entender lo evidente… Como ves, lo descubierto parecería suficiente, pero no, fui más lejos… te resultará irónico… una vez, allá por 1970, me echaron la culpa de algo de lo que no tenía consciencia, francamente lo pasé por alto, y seguí mi camino sin detenerme a pensar lo que había sucedido… más tarde, esa misma escena y otra nuevas, se repitieron sin cesar, pero esta vez con otra persona, que una vez más me echaba la culpa de algo que yo mismo no sabía de dónde había salido… me costó, sí, me costó darme cuenta, pero un día de esos raros, analicé en detalle, minuciosamente, el sentido de la supuesta culpa… despejé la ecuación… revisé la fórmula… una y otra vez… y descubrí que, en efecto, no había tal culpa… que la persona que me había señalado con el dedo estaba feliz consigo misma, y con la irrealidad que había fabricado para desvirtuar la atención… en efecto, había mirado para el otro lado, y no me había caído la ficha de que me había estado engañando todo el tiempo… tonto, me dije para mis adentros… pero al tomar consciencia del juego, descubrí que no había habido culpas de índole alguna… una revisión rápida dejó al descubierto cómo se ponía el tablado, este se volvía escenario, y de allí en más todo era una pésima obra de teatro… imaginate lo que sentí… me cayó la ficha que había caído en la trampa, no una sino muchas veces… que mi pensamiento simple, no encajaba en esas realidades intrincadas, donde todo resultaba ser un torbellino… quieto desde la cima de alguna montaña, observé las reiteradas jugadas de esa misma persona y de quienes la rodeaban… se me aclaró el procedimiento… se me aclaró el mecanismo… en verdad no había ni sistema ni método, era una simple conducta que les permitía mentir y agregar mentiras, o bien, les permitía engañar y seguir embarrando la cancha para que nadie se diese cuenta… sucedió que cuando descubrí el método, ya no tuve complejo de culpa, tampoco de culpas… me di cuenta, entonces, que me había liberado de todo mal, y que no tenía necesidad de arrodillarme ante nadie… también me di cuenta que no tenía necesidad de pedir perdón por nada a nadie… fue allí cuando me puse de pie y decidí encarar el mañana pendiente, sin nada que me atase al pasado… fue en el mismo instante en que me di cuenta que estaba solo, que a pesar de los papeles, no había nadie a mi alrededor… allí me di cuenta que tampoco le importaban los hijos, bueno, ciertos hijos… coincidió con el mismo instante en que me cayó otra ficha… cuando estaba a su lado, todo se trababa… aparecían contratiempos complejificando cualquier horizonte… una historia brutalmente repetida hasta el hartazgo… fijate vos que ocurrió en 1970, pero siguió teniendo lugar en 1971, 1972, y así hasta 1998, que fue el año del quiebre definitivo… donde estaba ella el aire era más denso, casi no se podía respirar… cuando ella se dio cuenta que yo me había dado cuenta y lo había puesto sobre la mesa, intentó echarme nuevas culpas, primero, pero vicisitudes mediante, se apoderó de todo, y se aseguró de que no le reclamara los derechos sobre los falsos pasados que había sabido inventar… sí, sí, fue allí cuando me denunció por abuso sexual y por violación… algo que no atendí ni en su momento, ni tampoco después… imaginate, a mí… por favor… justo en ese momento descubrí que todos los males le regresaban a borbotones… ahí me sentí libre de manos, libre de futuros, libre de cualquier cosa… así es que partí a crear el mundo que me estaba esperando… el mismo sí, que encontré en el norte grande del lado oeste… la gente de la unidad de trasplante de médula me lo preguntó: ¿qué haces en Salta, qué haces allí, vos que estás para otras cosas?... logré encontrarme, dije… nunca más regresé… todo lo que había descubierto lo llevaba en lo más íntimo de los silencios… no hay necesidad de contárselo a nadie… porque la gente que no participa, irremisiblemente siempre se somete a las mentiras… y cuando las descubre, cuando descubre que se trataban de mentiras, las mismas ya no tienen ninguna importancia fáctica… ¿me entiendes?... Como ves, como puedes apreciar, siento que hice varios descubrimientos… no, no fueron los únicos, desde luego, pero para mí, esos fueron medulares, fueron fundamentales, casi paradigmáticos… más allá de los descubrimientos cursados en las terapias que pudiesen ayudar a ciertos enfermos… nunca me engañé a mí mismo… nada sirve tanto como lo que uno descubre para protegerse de los humanos… María Juana Morteo, fue mi madre, ahora le dicen biológica… ella ha sido la fuente de mis enseñanzas, ¿cómo?, en un modo tan simple como son los sueños… enseñándome sus lugares… enseñándome sus espacios… como te imaginarás, desde el otro lado puede verse hasta el infinito, así es que también puede verse lo que hacen los demás, los afines, esos que se decían cercanos y estaban lejanos… ella fue concertista de piano, de las notables… vivía envuelta por la música y con esa misma música se fue hasta el siempre jamás… a pesar de las circunstancias, estuvo al lado de su hijo, siempre… así lo he sentido y así lo reflejo… morir es nacer a la genuina existencia… no me trago el cuento de la falsa medicina, la de los negocios de pocos… después de todo, esta medicina comerciante, sigue sin saber dónde queda el alma, dónde queda el espíritu, y dónde reside la consciencia… eso es lo fundamental de cualquier ser humano, pero las ciencias de conveniencias, lo niegan… mi madre se fue cuando llegué, y eso me marcó a fuego… Nota al pie: estuviste en Alemania, no sé en que año… sé que fue antes de la guerra, antes de la segunda guerra mundial… interpretaste el concierto número 1 de Tchaikovsky en el mismísimo Berlín… es decir, tu música quedó flotando para siempre en una especie de cuna en espera… grabaste tu música en aquellos estudios, y ella permanece en alguna parte del cosmos al que pertenecemos… esa misma música que he escuchado cientos de veces hasta que los discos me fueron quitados… esa misma música que supiste crear fue la que me envolvió y me permitió atravesar la vida… no habría podido hacerlo sin ella, soy consciente de ello… lo soy desde el primer minuto que pisé en este mundo… desde luego, mamá, a nadie le importa… a nadie le importan nuestras circunstancias, mientras estás, estás, cuando te vas, te diluyes en la memoria de los otros, que se va apagando a medida que avanzan las distancias siderales… esa misma música fue la que me llevó a esa misma Alemania, que siento como mi verdadero hogar… allí fue en el único lugar que me sentí pleno, cómodo, reconocido por lo que era y por quien era… descubrí que después de irme, seguí estando allí mismo, vagando en mi alma sin cuerpo… eso es tu enseñanza… esa ha sido una te tus tantas enseñanzas… de regreso, me abriste el portal para estar con mi amor genuino… te doy las gracias por ello… de alguna forma, mamá, te hago reverencias por todas las gracias concedidas… reconozco que nada hubiese sido posible sin tu enseñanza y mi aprendizaje… gracias por todo… pronto nos reencontraremos… ah!, no me quiero ir sin decirte que nuestra presencia en Alemania, permanece intacta… continúa… al menos por una generación más… no sólo se demuestra la afinidad, sino la sincronía que hay en nosotros, los que nos hemos sentido elegidos por ese dejo de creación que hay en el cosmos… Todos tienen acceso a todo… pero hay personas que existen sólo para construir un ego que, después, los termina consumiendo… al fin y al cabo, la vida es un viaje sencillo que demanda estar presente y dar lo mejor del sí mismo, para poder, en definitiva, unir las partes del uno mismo, de modo de honrar la propia existencia… SIN ESTAMPILLA (diario del pensamiento) © [8] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

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