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“La razón secreta por la que yo leo, la única razón por la que leo, es, precisamente, por esos momentos en los que lo que se nos está contando está atento al mundo, una atención que ve las cosas como son o sueña con cómo podrían ser. Esos momentos son como un bosque oscuro, un vasto cielo, un misterio insondable, o, en palabras de Heaney, ‘una prisa a través de la cual pasan cosas conocidas y extrañas’”., escribe Teju Cole en Papel negro.
Escribes “razón secreta” en un libro y el significado nos lleva hacia el espacio íntimo de alguien que se abre hacia nosotros y nos revela algo importante. Si lo escribes en un titular de un periódico, en un vídeo de YouTube o, pongamos por caso, el asunto de un mensaje de correo… prepárate para presenciar o vivir una estafa en un grado que puede ir de lo simbólico a lo material. Por eso los libros –los libros buenos, los libros normales, no los que recogen los desperdicios de Internet– son lo mejor y siempre lo serán.
A Teju Cole le hemos leído cosas magníficas, como la novela Ciudad abierta, en la que despliega sobre el entramado de Nueva York toda esa estética del narrador como un espejo frente al mundo y la vinculación entre vida y literatura, siguiendo la estela de Joyce o Sebald. O Archipiélago humano, en el que sus textos y las fotografías de Falaz Sheikh, un acercamiento al otro y a sus historias que rebosa honestidad para retratar a las personas cuyos nombres jamás trascienden las cifras de desplazados, refugiados o migrantes.
“Te gustaban las historias, así que te contaré una”, escribe en ‘Carta a John Berger’, una elegía a uno de sus maestros. Berger creó en Modos de ver toda una teoría de la sensibilidad, una teoría vívida, un territorio fértil donde realidad y percepción conversan. Tal vez este libro de Cole podría titularse Modos de seguir viendo: recuperar la fuerza adormecida de los sentidos para configurar una imagen nítida del mundo, tan borrosa a fuerza de acumular capas y ataques de fuerza bruta a su legibilidad.
Leyendo a Cole, sientes que el mundo es más grande. Es un cuerpo con su pensamiento a cuestas y su escritura se convierte en una red de referencias literarias, artísticas que pone en conexión sobre el terreno. Cole viaja, está en los lugares, y ha convertido el desarraigo de un niño norteamericano que creció en Lagos (Nigeria) en una de sus señas de identidad.
Viaja a a Italia para ver los cuadros de Caravaggio y termina en los puertos donde cada día llegan personas en barcazas cruzando el Mediterráneo, y lo que escribe se convierte en todo un tratado sobre la oscuridad, la conciencia del fugitivo, el hogar. Lo negro. Las heridas abiertas en el mundo, las fronteras. El libro se compone de pequeños ensayos en los que constantemente se funden arte y vida –Edward Said, Okwui Enwezor, Toni Morrison, Marie Cosindas–, con un sentido de la humanidad y la comprensión que no encontramos en muchos autores.
“La epifanía no es sólo revelación o perspicacia; es, también, la reorganización del yo a través de los sentidos. Es un compromiso con las cosas que aceleran el corazón, a través de las facultades del cuerpo, las cosas que pillan desprevenido el corazón y lo abren en dos”, escribe, en un párrafo que podría resumir su ambición intelectual. Encontrar el significado de lo que se esconde, porque, como escribía Berger, “la vida depende de encontrar donde esconderse”.
Bien, en un sentido estético, literario y político, Papel negroes epifánico y además nuestro libro de la semana. Con traducción de Miguel Temprano García y en Acantilado, como casi todo lo de Cole.
Lo que pasa en Corsarias
Está mediado mayo y aquí no dejan de venir gente. Ayer acogimos la primera sesión del VI Encuentro de Poetas Iguanas Vivas y hoy repetimos, a las 19:30h, con Andrea Abello, Dafne Benjumea y María Limón en el reparto, con Alejandro Fernández Bruña como maestro de ceremonias.
Mañana, sábado, doblete. Por la mañana viene Amaya Perucha a convertir sus álbumes Migalú y Piratas impuntuales en cuentos narrados para un maravilloso público a partir de cuatro años. Atención, quedan plazas disponibles, puedes escribirnos a letrascorsarias@gmail.com o llamarnos por teléfono al 923216704 para reservarlas.
Por la tarde, Rocío Collins llega con su novela Éxtasis en una noche de verano, uno de los debuts literarios más aclamados del pasado año. “A través de un lenguaje arrollador y de una imaginación desbordante, Rocío Collins narra amores idealizados y cuerpos de etiqueta imposible que retozan, confundidos y felices, en prados amenos. El éxtasis festivalero de la novela revienta las convenciones en torno a sexo y amor, a identidad y deseo y hace de la alegría una fuerza literaria emancipatoria”, escribe Begoña Méndez sobre el libro. #Shakespeare #Jane Austen #Fleabag #Festisypastis #Amor. La compañan Carmela García Prieto y Mariano Fernández Acosta.
Lunes 19. Regresa Florencia del Campo con Que tenga una casa, una novela híbrida que entre la ficción y lo ensayístico hace de la casa el cuerpo, trata de construir vínculos y establecer nuevos orígenes y lugares de refugio frente a la condición líquida del desarraigo y la precariedad. Pertenencia, ataduras, familias, ejes sobre los que pivotar. Conversa con Vega Sánchez.
También desde Argentina llega Silvana Vogt, el miércoles 21. “En América nos tomamos todo con humor para sobrevivir… acá lo llaman Realismo Mágico”, decía en una entrevista reciente. Vidria es su protagonista, el mundo a través de los ojos de una niña: ataúdes flotantes, milanesas cadavéricas, vacas apocalípticas, niñas mutantes y un tal Harley Davidson atraviesan Morteros, un lugar que se inunda con facilidad y sin causas. La creación de un mundo nuevo y singular. “Silvana Vogt va como una moto”, dice Rodrigo Fresán. La acompaña Guillermo Granado.
Jueves. De Laura Chivite nos encantó su libro de relatos Gente que ríe, que ganó el Premio Ojo Crítico de Narrativa en 2022. Su capacidad para impregnar de un sentido del humor las decepciones y el paso del tiempo sobre una peculiar relación familiar está muy presente en El ataque de las cabras, su primera novela. Vitalidad y melancolía o, como ha escrito Javier Pérez Andújar, “una fascinante mezcla de El hombre y la Tierra y un disco de los Sex Pistols”. Una gran narradora. Conversa con Helena Pagán.
Ya para el próximo viernes viene Víctor M. Díez, uno de nuestros poetas de los que leemos todo. Y ese todo ha tomado ahora forma de un libro, una poesía reunida titulada A un amanecer, otro crepúsculo. Llega acompañado, además, por Ainara LeGardon, que hará una intervención sonora sobre su lectura. Te lo contamos con más detalle la próxima semana.
La pesca semanal de recortes viene con una aproximación a La Zorra, la novela de la coreana Bora Chung, autora del magnífico libro de relatos Conejo maldito. Mitología, terror sobrenatural y esa turbiedad coreana contemporánea. Hablamos ahí también de Tessa Hulls, que acaba de ganar el premio Pulitzer con el cómic Alimentar a los fantasmas. Sólo una novela gráfica había conseguido el galardón hasta ahora: Maus, de Art Spiegelman. También ha ganado el Princesa de Asturias de las Letras Eduardo Mendoza, y bien que nos alegramos. Y en recortes también, un gran reportaje en vídeo de La Piscina Comics sobre la exposición sobre Chris Ware que acoge el CCCB de Barcelona, comisariada por Jordi Costa. Estamos a punto de poner un autobús desde el Oeste para ir a verla.
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