Yamila y su bebé de seis meses frente a su casa derruida
Por Federico Guzmán
18 de octubre de 2015 - Continúan las lluvias torrenciales. Resistencias. Significado de yihad.
Hoy 18 de octubre vamos por el tercer día de chaparrones intermitentes. La electricidad y el internet han caído. La situación se está volviendo crítica porque las jaimas están empapadas y los frágiles hogares de adobe están empezando a resentirse. Mi papá saharaui, Iselmu Ebneyara, recuerda cómo en el año noventa y uno una gran riada inundó el lecho del ouad donde está levantada la calle principal de Bojador. La corriente se llevó su jaima con todas las pertenencias de la familia. Cuando la lluvia es continua, el adobe se empapa y pierde consistencia. Como el aguacero siga arreciando, el material va a empezar a deshacerse y las paredes no van a soportar más el gran peso de las piedras en lo alto de los techos de chapa. La radio dice que hoy se esperan lluvias fuertes, y que el ejecutivo saharaui se ha reunido de urgencia y ha montado un Comité de Seguimiento y una Célula de Crisis con los gobernadores de las cinco wilayas. Liasaa nos comunica que las autoridades han ordenado nuestro traslado a la Escuela de Arte, la edificación más sólida de Bojador, hasta que pase la emergencia.
Recogemos mantas y colchones de nuestras jaimas y montamos nuestro particular campamento en el aula de dibujo. En un rato que ha amainado la lluvia nos sentamos afuera de la Escuela a tomar reposo al aire fresco. En un instante fugaz percibimos algo inusual, parece el rumor lejano de una ola que crece mezclándose ahora con gritos a lo lejos. Una fragorosa cortina de agua y arena nos ha envuelto y nos lanzamos dentro de la Escuela con un portazo. Choqueados y empapados pegamos la nariz a los ventanales donde no se ve nada a través de una opaca nube amarilla y estrepitosa agua golpeando con fuerza los cristales y tejados de zinc. Tal como vino, pasa el vendaval. Ya en calma, suspiramos, nos reímos, y un poco conmocionados empezamos a hacer un café de puchero. En un momento que encuentro cobertura llamo a mamá a Sevilla y le cuento que aquí está lloviendo bastante. “¡Qué alegría Fico! ¡Me imagino que estaréis muy contentos!” Comprendo que los medios generalistas españoles no se han hecho eco del desastre. “Estamos muy felices mamá”…y continuamos la conversación.
El foco central del proyecto Entre arenas gira en torno al significado de las resistencias, tanto en el Sáhara, como en todas nuestras sociedades. Concibo esta propuesta como una invitación a imaginar nuevos vocabularios y líneas de fuga a los dogmas dualistas de los conflictos que vivimos cada día. Preguntamos a l+s compañer+s por analogías paralelas o equivalentes a “resistencia” en el idioma árabe. Sobresale primordialmente la noción de yihad. Este término ha sido continuamente desgastado y pervertido por una visión del islam limitada y agresiva, que lo asocia exclusivamente a la violencia. Sin embargo yihad es uno de los términos centrales del islam y constituye el día a día de tod+s l+s musulman+s. Significa, en primer lugar, esfuerzo. Abdel-latif Bilal ibn Samar explica que es insistencia y empeño, por encima de todo hacia adentro, en uno mismo. Reivindicar el yihad “implica el esfuerzo para terminar con todo aquello que obstaculiza la paz (salam) y no una agresión. Una paz interior (que se denomina el gran yihad, el trabajo espiritual) y una paz social y con el entorno natural, esto es, donde el yihad se vuelve lucha por la equidad y en contra de la corrupción de todo tipo”1
Ibn Samar continúa explicando que: “En la jurisprudencia islámica medieval, los juristas inventaron dos términos que no encontramos en el Corán ni en la sunna2:dar as-salam ydar al-harb. Quisieron dividir el mundo en dos compartimentos estancos, uno estable (dar as-salam, literalmente “el hogar de la paz”, es decir, el territorio del islam) opuesto y amenazado por un territorio-otro (dar al-harb, “el hogar de la guerra”). Lógicamente, también reconocieron territorios intermedios y de transición donde existían tratados, acuerdos y reconciliación. Siglos después, sin embargo, continúan habiendo imaginarios afines a estos dos polos opuestos, una división ficticia pero ensangrentada, llamada ahora islam y Occidente”3. El tercer territorio que los juristas denominaron dar al-‘ahd, “el hogar de la reconciliación” está presidido por el armisticio, la tregua, el compromiso y la paz.
1 Dídac P. Lagarriga (Abdel-latif Bilal ibn Samar). Eco-yihad. Apertura de conciencia a través de la ecología y el consumo halal. Edicions Bellaterra. 2014.
2 Sunna: la tradición profética (dichos y hechos) documentados por familiares y compañeros.
3 Dídac P. Lagarriga (Abdel-latif Bilal ibn Samar). Eco-yihad. Apertura de conciencia a través de la ecología y el consumo halal. Edicions Bellaterra. 2014.
el dispensador dice: la gente se acostumbra, se adapta a la zozobra de vivir entre despojos, omitida por los estados ausentes, olvidada de sus propios derechos humanos y ciudadanos, atropellada por circunstancias que son desprolijamente diseñadas para lograr el objetivo de "desconcertar el desconcierto", donde muchos son "nadie"... donde pocos se arrogan el reino... y alguien obtiene ventaja y beneficio de ello... siempre en desmedro de los muchos... refugiados sin refugio, que van desapareciendo, motivos mediante, desatinos por medio...
el Sahara está volviendo a ser lo que alguna vez fue, un vergel... a veces está nevando... a veces está lloviendo demasiado... modificando las visiones que se tienen del desierto... no sólo en éste está sucediendo, es un fenómeno que se observa en todo el planeta, al mismo tiempo... y las gentes se ven sorprendidas porque el hecho ya no está ni en sus ecos ni en sus recuerdos... la memoria de las abuelas y los cuentos de las madres, no alcanzan para expresar este escenario donde el cambio climático está anunciando el regreso...
muchas personas en el Sahara, de un lado y del otro, de arriba y de abajo, viven entre escombros... paredes que se derruyen... y temporales que cambian el sentido de los vientos... vuelven los monzones, y el Ecuador se está volviendo lateral, quizás por eso está afectando las visiones de lo cultural y junto con ello lo social... además del clima, para las gentes... esto que está sucediendo no es habitual... y te repito, no está en la memoria de los sufrimientos recientes ni distantes... no hay memoria oral...
encima del clima... los vientos están acercando los fundamentalismos de viejos resentimientos, utilizados por el occidente para burlar los sentimientos... Europa no ha aprendido de sus lecciones e intenta regresar a viejos órdenes donde las fronteras se dibujan según los antojos del imperio, que además de ver el renacimiento del nazismo, ahora viene asociado a las hipotecas del sionismo, esto es que se mezcla la intolerancia con el despojo y nuevas deudas inventadas... y lo peor es que África se está partiendo, está siendo nuevamente dividida por intereses y conveniencias de desesperados reinos que pretenden invadir lo que antes invadieron, porque las generaciones se van renovando y con ellas el desprecio por la pobreza y el asalto hacia lo ajeno...
el Sahara está cambiando... y es bueno que el diario lo vaya registrando, que alguien lo vaya escribiendo... la cultura no pasa, a veces sólo se queda durmiendo. MARZO 06, 2016.-
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