martes, 26 de abril de 2016

ORACIÓN DE LA NOCHE [रात की प्रार्थना] raat kee praarthana



KARMA..

Karma..(en sánscrito) Causalidad, Ley de causa y efecto. Acción intencional o volición. Semilla. Condicionamiento.

Según el budismo, toda acción intencionada (karma) crea uno o varios efectos que aparecen cuando las circunstancias son proclives, a lo que se llama maduración (vipaka) o fruto (phala). 

El karma en aplicación a la doctrina budista se refiere a cualquier acción de habla, cuerpo o pensamiento. Por tanto los movimientos ajenos a la volición o la intencionalidad - como ocurre en el caso de actos reflejos - son neutrales kármicamente. Sin embargo, cualquier movimiento de la voluntad es karma aunque no sea consciente.

El "buen" y "mal" karma se distinguen de acuerdo a la raíz de las acciones. En el Kukkuravatika Sutta 53, Buda clasifica el karma en 4 grupos:

Oscuro con resultado oscuro.
Brillante con resultado brillante.
Oscuro y brillante con un resultado oscuro y brillante.
Ni oscuro ni brillante con un resultado ni oscuro ni brillante.
La oscuridad (el mal) no puede dar lugar a un brillante (feliz) resultado, pero aun así el karma puede estar mezclado debido a una variedad de motivos buenos y malos.

El karma en el budismo explica también las diferencias por las que los seres tienen una vida más o menos larga, riqueza, belleza, salud o sabiduría. En el Cula-kammavibhanga Sutta 54, Buda explica que éstas cosas no existen por casualidad sino por el karma. El karma es una ley para explicar un mecanismo en el que está ausente un ser consciente que juzgue. Así, en el Mahakammavibhanga Sutta 55, Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:

Quien hace el mal y va a un infierno, estado de degeneración o un renacimiento inferior.
Quien hace el mal y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
Quien hace el bien y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
Quien hace el bien y va a un infierno, estado de degeneración o un renacimiento inferior.

Nótese que cielo e infierno no están expresando exclusivamente el destino tras la muerte, sino estados luminosos y felicidad o bien de oscuridad e infelicidad, que existen también en vida como efectos de acciones previas. El mecanismo del karma supone por tanto un reflejo bastante fiel de la realidad, no siempre considerada justa y en donde a las acciones buenas o malas no les sucede siempre el efecto deseado.

La doctrina de karma budista no es totalmente determinista ni fatalista.

Karma no significa destino ni predeterminación, ya que no existe un automatismo ciego en la voluntad respecto a las tendencias mantenidas y no es posible anticipar que ocurrirá.

La práctica budista además permite tomar observación y consciencia de este funcionamiento para ocasionar un distanciamiento respecto a esas tendencias. El karma no se debe entender como castigo al igual que tampoco lo hacemos, por ejemplo, con el ADN.

Karma es una más de las cinco tipos de condicionalidad o procesos lógicos del Universo (niyamas):

Inorgánica.
Orgánica.
Psicológica.
Moral.
Trascendental.

Estos tipos de condicionalidad son impersonales y no hay intervención divina en ellos. Del mismo modo que la ley de la gravedad no requiere intervención divina. Algunos tipos de condicionalidad son inmutables: ni siquiera un Buda puede escapar de ser afectado una vez que ya nació y tiene un cuerpo.

¿Cómo funciona el karma?

El rol de actuación de la persona respecto al karma se circunscribe en la explicación budista sobre la experiencia de la realidad y como la individualidad se expresa. En el Abhidhamma Pitaka se describen 52 factores mentales (cetasikas) que surgen en varias combinaciones para dar lugar a 89 posibles estados de consciencia (cittas).

Desde aquí se consideran 4 elementos físicos primarios y 23 fenómenos físicos que se derivan de ellos. En este escenario existen los movimientos de la voluntad, y es en donde se condicionan o refuerzan hábitos y tendencias (samskara) para crear, de manera acumulativa, lo que se nos aparece como nuestra personalidad o carácter.

El proceso resumido de todo ello y que explica el Karma respecto a la acción será resumido como:

Samskara o predisposición
Karma o acto volitivo
Vipaka o fruto; resultado. El resultado de nuestras acciones nos otorga una experiencia que promueve nuevamente una disposición Samskara, y así continúa.

En el budismo, las diferencias entre las acciones volitivas se expresan sólo en términos de habilidad o destreza. Si las motivaciones o raíces (mula/hete) corresponden con alguno de los Tres Fuegos (véase Duhkha) son torpes por ser malsanas y perniciosas (akuśala), y si corresponden a sus opuestos son hábiles por ser saludables (kuśala).

Sin embargo, el objetivo de la práctica del renunciante (véase Nekkama) budista no es la de producir más de un tipo de karma (más mérito) y menos de otro (menos castigo), sino el de dejar totalmente de producir karma alguno para acabar con el ciclo de renacimiento. Más allá de esta breve explicación, existen varios comentarios alrededor del karma que lo clasifican en diferentes tipos para su comprensión más detallada 56.

El funcionamiento del karma es extremadamente complejo; su resultado exacto y preciso es imposible de predecir y no siempre se manifiesta de manera inmediata, ya que su maduración depende de las circunstancias. El karma tampoco es una explicación a la mala fortuna, debido al gran número de variables y fuerzas involucradas.

Surgimiento condicionado (pratītya-samutpāda)

Surgimiento condicionado.

El surgimiento condicionado es expuesto en el Maha-nidana Sutta o "Discurso de las causas".57 Constituye una formulación elaborada del proceso de existir y de cómo los seres están atrapados por la ignorancia en un ciclo de sufrimiento.

Este proceso es constante, y supone una explicación que abarca tanto la duración de todas las vidas pasadas como de la vida actual, instante tras instante. Por lo tanto el "ser" supone un ámbito que se crea y destruye momento tras momento.

La originación dependiente contiene 12 eslabones:

Avidyā: ignorancia
Samskāra: formaciones mentales
Vijñāna: consciencia
Nāma Rūpa: nombre y forma (pre-materialidad)
ŞaDāyatana: sensorialidad (órganos sensoriales)
Sparsha: contacto
Vedanā: sensación
Tŗşņa: deseo, querer
‘‘Upādāna’’: aferramiento
Bhava: devenir
Jāti: nacimiento
Jarā-maraņa: decaimiento, vejez, muerte.

Así, con la ignorancia como condición surgen las formaciones mentales. Con las formaciones mentales como condición surge la consciencia. Con la consciencia como condición surge el nombre y la forma. Con nombre y forma como condición surgen los órganos sensoriales. Con los órganos sensoriales como condición surge el contacto. Con el contacto como condición surge la sensación. Con la sensación como condición surge el deseo. Con el deseo como condición surge el aferramiento. Con el aferramiento como condición surge el devenir. Con el devenir como condición surge el nacimiento. Con el nacimiento como condición surge el decaer, la vejez y la muerte.

Mientras la ignorancia no se erradica, de nuevo se repite el proceso sin fin. El camino budista busca erradicar la ignorancia y romper esta cadena, es lo que se conoce como nibbana o nirvana (el cese) de esta cadena.

Thuk Je Che Tíbet.
el dispensador dice:
cuando tu espíritu no guarda entidad,
cuando carece de perfil,
está despojado de perspectiva,
y desprecia el instinto del devenir.
ABRIL 26, 2016.-

उन्होंने कहा निकालने की मशीन:
जब तुम्हारी आत्मा कोई इकाई भालू,
जब कोई प्रोफाइल,
परिप्रेक्ष्य की छीन लिया है,
और बनने की वृत्ति तुच्छ जानता है।
26 अप्रैल, 2016.-

unhonne kaha nikaalane kee masheen :
jab tumhaaree aatma koee ikaee bhaaloo,
jab koee prophail,
pariprekshy kee chheen liya hai ,
aur banane kee vrtti tuchchh jaanata hai.
26 aprail, 2016.-

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