lunes, 25 de abril de 2016

VOLVER [वापस] vaapas

RENACIMIENTO.
En la India, la idea de reencarnación era ya parte del contexto en el que nació el budismo. En el budismo se prefiere el término "renacimiento" en vez de "reencarnación", debido a que no afirma la existencia de un alma perdurable que pueda transmigrar. Así, el renacimiento en el budismo no es igual que la reencarnación en el hinduismo. Para entender el renacimiento es necesario entender también el concepto de anatta.
En el renacimiento budista, el proceso del karma hará que la existencia de seres conscientes se manifieste, pero no existe un alma o espíritu eterno. Así, las acciones de cuerpo, habla y pensamiento conllevan efectos que se experimentarán con el tiempo, ya sea en la vida actual o siguiente. La continuidad entre individuos la constituye esa corriente causal, que es manifestada como tendencias y circunstancias en sus vidas.
El renacimiento no es visto como algo deseable, ni significa un determinismo o destino. El camino budista sirve para que la persona pueda liberarse de esa cadena de causas y efectos. Mientras no exista un cese de este ciclo, nuestra vida es Samsárica. Si bien el individuo debe experimentar las circunstancias en las que le toca vivir, a la vez es el único responsable de lo que decida hacer frente de ellas.
La meditación, práctica fundamental en el budismo, es una herramienta útil para el budista. Con esta práctica aprende a observar cómo no existe un dueño de (sus) pensamientos, pero que a la vez es responsable de lo que decida hacer con estos. El apego o no apego son por tanto la clave para conseguir más ecuanimidad respecto a sí mismo y al mundo.
Nirvāņa: El Despertar, La Iluminación.
Hoja de Ficus religiosa o Higuera sagrada, la especie a la que pertenece el árbol bajo el cual despertó espiritualmente el fundador histórico del budismo.
Buda Gautama afirmó que es posible el cese definitivo del círculo de la originación dependiente y el renacimiento. La meta de la práctica budista es por tanto el de despertar del Samsāra para experimentar la verdadera naturaleza de la existencia y la vida. Este esquema de realidad se expresa en las enseñanzas por medio de las Cuatro Nobles Verdades, Las Tres Marcas de la Existencia, la Originación Dependiente y el Renacimiento (explicadas anteriormente). Alcanzar este estado de liberación implica por tanto vivir una nueva experiencia sobre la naturaleza de la vida, de la muerte y del mundo que los rodea.
A las personas que no hayan alcanzado este estado aún, sólo se les pueden proporcionar definiciones, analogías y comparaciones imperfectas e indirectas sobre este estado. El Nirvāņa se describe principalmente por lo que no es: no-nacido, no-originado, no-creado, no-compuesto. Sin embargo no se debe confundir ni con la aniquilación o aislamiento del individuo ni con un nihilismo.
Como la experiencia del Nirvāņa no es descriptible de manera clara con el lenguaje, y por lo tanto no es fácil de comunicar, lo único que se puede dar es una indicación del camino a seguir para obtenerla.
Las Cuatro Nobles Verdades.
(En pāḷi: Cattari Ariya Saccani).
Tras el despertar de Buda Gautama, el primer discurso (Sutra) que dio fue a sus antiguos compañeros de meditación, en lo que se conoce como "La puesta en marcha de la rueda del Dharma" (Dhammacakkappavattana). En este primer discurso, Buda Gautama establece las bases para la comprensión de la realidad del sufrimiento y su cese.
Estas bases se conocen como "Las Cuatro Nobles Verdades", las cuales constatan la existencia de lo que en el budismo se llama duḥkha; una angustia de naturaleza existencial.
duḥkha (el sufrimiento) existe.
La vida es imperfecta, la insatisfacción y el sufrimiento existen y son universales. Este es el punto de partida de la práctica budista. Esta verdad contiene las enseñanzas sobre las Tres Marcas de la Existencia.
La causa de duhkha es tṛṣṇā (en sánscrito: el deseo, el querer, el anhelo, la sed).
El origen, la causa raíz, de duhkha es el anhelo, el ansia o la sed (tŗşņā) de cualquier situación o condición placentera. Creemos que algún acto, logro, objeto, persona o entorno nos llevarán a la satisfacción permanente del “yo”, cuando el "yo" en sí no es más que una fabricación impermanente de la mente. Y de ahí que el origen del anhelo sea la ilusión o la ignorancia (avidyā) en la vida samsárica. Los seres samsáricos no comprenden la manera y forma en la que realmente funciona el karma. Esta verdad contiene la explicación del Surgimiento Condicionado.
Existe un cese de duhkha.
Según el budismo, a través del aprendizaje de la observación de los procesos considerados como ignorantes y alimentados por Los Tres Fuegos, se empieza a crear la base para lograr su cese. La forma de que la insatisfactoriedad de la vida cese es la de enfrentarnos de manera directa a duhkha y tŗşņā, su causa. Al enfrentarnos a la realidad, la entendemos como realmente es, sabemos las causas del sufrimiento y como hacer para que no surjan. Esta verdad contiene la enseñanza sobre nuestra capacidad de llegar al Nirvana.
Thuk Je Che Tíbet.

el dispensador dice: y te crees a salvo de tus pensamientos, tanto como de tus intenciones, se acostumbra a que las palabras no coinciden con los hechos... todo suena... pero no se cumple el trecho... demasiada declamación, pero el ego sigue siendo estrecho... no obstante ello... todo lo que vives se graba... permanece inscripto en el destino... se va desenrollando a medida que se transita el camino... mientras la memoria contiene el sentido... mientras la consciencia asume el papel de testigo... mientras el ángel guía abriendo la senda del siguiente paso y de lo que aún no ha sucedido... nada se transgrede, simplemente sucede, según lo escrito...

hay una memoria que permanece a resguardo... la memoria del karma se asocia a la flor del cardo... ningún alma porta aplauso... ningún alma porta gloria... las cuestiones humanas son sólo parte de leyendas que vibran en las historias, que sucumben inmediatamente a que el umbral ilumina separando la huella de la sombra...

algunos se ríen...

otros te lloran...

algunos te piensan...

otros te añoran...

pero el hueco no es espacio cuando se deja atrás la memoria...

y volverás sin recordarlo... creyendo, quizás, que ya has estado... que esto lo has vivido... que aquel conocido fue el mismo que has encontrado... regresar no conduce a lo simultáneo... a veces lo paralelo puede sonar extraño... no parece occidental subir este peldaño... pero más allá de lo que se entienda, de lo que se crea... volver, es parte de lo humano. ABRIL 25, 2016.-

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