jueves, 21 de abril de 2016

HISTORIAS DE UN SIN TECHO [una historia para un de vez en cuando]


el dispensador dice:
- eh!, oiga!, ¿me puede dar una mano?...
- lo puedo ayudar en lo que necesite, pero si le doy la mano me va a hacer falta otra...
- ¿cómo saco la camioneta de aquí?...
- bueno, si llegó y anduvo, seguramente saldrá y regresará...
- pero no tengo pala ni nada que haga palanca...
- yo tampoco... busque alguna piedra dura que le permita hacer tracción... mejor, busque más de una piedra dura tipo plana, laja o parecido... 
- ¿dónde las busco?...
- donde las encuentre... ¿qué se yo?... propóngase y búsquelas...
- ¿pero usted no es de aquí?...
- pernocto aquí y soy parte del paisaje, pero en verdad no existo... así que eso que usted cree ver es sólo un fantasma...
- pero usted respira y lo puedo tocar y ver...
- la imaginación hace cosas maravillosas, hágase el favor y busque las piedras que le digo...
[rostro de contrariedad y enojo... tres horas después]
- ¿sirven?...
- ¿qué cosa?...
- las piedras que me dijo...
- puede ser...
- ¿dónde las pongo?...
- en la parte de atrás de cada rueda...
- y después?...
- pone la marcha atrás y despacio va buscando hacer pié...
- (voces por detrás: te dije que no quería venir a este lugar de mierda... mirá el calor que hace y los chicos sin gorra?...)
- mire señora, las palabras no ayudan...
- (y usted quién carajo es?... siempre aparecen pelotudos en todos los paisajes... y siempre me tocan a mí)...
- mire señora, llega tarde, eso ya me lo dijeron antes... y en distintas circunstancias... más aún, me amenazaban para que cuidara el rebaño, por los embarazos por sorpresa vio?... y luego aseveraban que era el boludo de la película... así es que usted no agrega nada a la solución y encima retarda el problema... uy!, mire, la camioneta ya hizo pié...
- (estúpido, idiota...)
- le reitero, no me dice nada nuevo... haga algo por usted misma y agregue valor a lo que ya sé de mí mismo...
- (andate a la puta madre que te parió, pelotudo...)
- voy... pero si no le decía a tu marido lo de las piedras no sacaban la camioneta...
- (ése estúpido no es mi marido, es mi pareja, lo uso para que me satisfaga las calenturas... y estos hijos son de otro, pelotudo de mierda)...
- mire señora, lo de pelotudo se lo acepto... pero la mierda es todo suya...
- [algo suena en el aire pero es indescifrable... se va la camioneta... y nadie saluda ni dice gracias... y a medida que se alejan entre medio de insultos y puteadas...]
- de nada... es bueno cruzar a gente educada de vez en cuando... sobre todo agradecida... esto me trae a la memoria muchos recuerdos indeseables, pero en fin, la vida es así como se te presenta, a veces te sonría y otras veces te revienta... encima, en estos parajes nunca se sabe con qué te encuentras... durante el día el calor te pesa... y durante la noche el frío te atraviesa... pero es bueno estar aislado de todo, porque los mediatismos no te interesan, y de los insultos ya ni te acuerdas...

- ¿voy bien por este camino?...
- depende...
- ¿depende de qué?...
- si va o si viene...
- no sé, estoy perdido...
- desde donde viene?...
- vengo subiendo...
- entonces, si gira irá bajando... y regresará del lado que vino...
- ¿usted me está jodiendo?...
- no, es puro sentido común...
- si usted viene de alguna parte y no sabe hacia dónde se dirige... simplemente da vuelta y regresa al lugar de donde partió...
- andá al carajo...
- no hay veleros antiguos por aquí, tampoco mares ni dónde navegar...
- ¿sos vivo vos?...
- todavía respiro que no es poco... y mire que trataron por todos los medios de evitar que lo hiciera, pero no lo lograron, y se quedaron con las ganas...
- en serio... ¿voy bien por aquí?...
- siendo la hora que es, no es bueno que lo agarre la noche en la alta montaña... le sugiero que baje ahora mismo, porque cuando llegue ya no habrá luz y al no reconocer estos caminos de ripio, se le hará dura la vuelta... el poblado más cercano está muchos kilómetros por debajo...
- y por qué no empezó por ahí...?...
- porque no me lo preguntó... y sólo me limito a responder lo que se me pregunta...
- pero, usted vive por aquí?... ¿no quiere que lo lleve o que lo acerque, y de paso me hace las veces de vaqueano?...
- no querido, gracias... apenas si me puedo guiar a mí mismo... mi soledad anda por acá cerca, cuando la encuentre ya me voy para mi reducto...
- ¿queda cerca su casa?...
- ¿casa?... vivo en una mina abandonada... por suerte lo que fue mi casa queda lejos... lo suficiente como para que no me acuerde...
- ¿acordarse de qué?...
- de lo que no quiero acordarme...
- bueno adiós... (se escucha: este tipo es un idiota)...
- adiós... estos vienen a hacer turismo de aventura y en verdad están perdidos en sus propias miserias humanas... desconociendo los peligros de las alturas... pero así son las cosas, estos bichos de ciudad no aprenden... se sacan la selfie y luego la suben a las redes sociales para que sus amigos envidien sus éxitos... que no fueron otra cosa que pasar de largo sin ver lo que importa... en fin, esta civilización está perdida... por otra parte, nadie te pregunta si necesitás algo... la solidaridad padece de letargo... ABRIL 21, 2016.-

antes ► 20/abril/2016
http://eldispensador.blogspot.com.ar/2016/04/historias-de-un-sin-techo-una-historia_20.html
antes ► 18/abril/2016
http://eldispensador.blogspot.com.ar/2016/04/historias-de-un-sin-techo-una-historia_18.html

No hay comentarios: