domingo, 7 de enero de 2018

LAS RUEDAS DE ORACIÓN || Thuk Je Che Tibet - Inicio

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LAS RUEDAS DE ORACIÓN... 

La vida, tanto en su nivel material como en el espiritual, es movimiento, y el movimiento implica sonido. Y al igual que toda forma se esculpe en la quietud todo sonido se basa en el silencio. Las ruedas de oración tibetanas que contienen textos impresos enrollados en papel de arroz o algodón envían súplicas al mas allá, a cada girar de los fieles, al más puro ritual, delicado y ceremonioso gesto. Ese girar hace a su vez, que se manifiesten como energías vibrantes en los campos del sonido sutil, y a los que es posible invocar mediante la adecuada entonación de sus cuerpos armónicos en forma de cantos y mantras. Shakyamuni indicó que, entre dos momentos cualesquiera del tiempo, tienen lugar un número infinito de “momentos mentales”, que surgen del Vacío que es nuestra verdadera naturaleza. Esta percepción subjetiva del inalterable terreno de la actividad tiene un papel fundamental en el talante oriental, y ha influido en todas las manifestaciones de su cultura. En la música clásica oriental abundan los cuartos de tono y los espaciamientos tonales que, deliberadamente, proporcionan una minúscula subdivisión y, por tanto, silencio; su concepto de armonía no sólo comprende las partes que integran la música en si, sino también el hecho de que los ritmos tonales deben ser concordantes con los otros ritmos planetarios del tiempo y del espacio. Así, en la antigua India había tipos de música que se consideraban más adecuados para unos momentos concretos del día que para otros; lo mismo ocurría con las estaciones del año y con los lugares, y toda la música era de carácter litúrgico. A este respecto, el poder curativo del sonido, conocido por todas las culturas, fue conscientemente incorporado, con una intención manifiestamente terapéutica, a la estructura de lo que llamamos música. Los instrumentos rituales del budismo, como la caracola marina o el tambor, deben tocarse de tal forma que animen los ritmos fisiológicos de quien los escucha y se aprovechen plenamente los intervalos de silencio entre cada nota. La fraseología del canto gregoriano occidental está está concebida con una intención similar.

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