EN POCAS PALABRAS
Clara Sanchis: “Sueño con interpretar un personaje femenino inteligente y libre”
La actriz retoma en Madrid la adaptación teatral de 'Una habitación propia', de Virginia Woolf
SETANTA
Hace ya casi dos años que la actriz Clara Sanchis (Teruel, 1968) estrenó la adaptación teatral del ensayo Una habitación propia, de Virginia Woolf, pero no se cansa de interpretarlo y lo retorma de vez en cuando. Ahora puede verse en Madrid hasta el 24 de junio y en otoño saldrá de gira.
¿Qué le llevó al teatro?
Las vueltas que da la vida. Y el poder de la imaginación y sus tentaciones.
¿Cuál es la última obra teatral que le ha gustado? Incendios, de Wajdi Mouawad, dirigida por Mario Gas, me impresionó. Me dejó muda.
¿Su favorita de todos los tiempos? No sabría decirlo. Me han impactado montajes de Peter Brook, como El traje y aquel primer Mahabharata que nos puso la cabeza del revés.
¿Hay algo que odie del teatro? A veces me inquieta una cierta endogamia, que deja al espectador fuera de juego. Pero nada comparable a lo que me preocupa la inexistencia de una política cultural que arme el oficio. Es desolador ver la cantidad de profesionales que están trabajando gratis.
¿Qué conecta a las mujeres de hoy con aquellas que describe Virginia Woolf en Una habitación propia? Los efectos del maltrato histórico en nuestro estado de ánimo, y en todas las pequeñas y grandes desigualdades que seguimos sufriendo. El sentido del humor que nos ayuda a analizar los daños con espíritu constructivo y alguna carcajada salvaje.
¿Qué le atrajo de Woolf? Su inteligencia fulgurante. Su mezcla de imaginación y sentido práctico. Su capacidad para enfrentar sin miedo las contradicciones más profundas. Su libertad de pensamiento.
¿Qué personaje que haya interpretado le ha marcado más? Esta conferenciante, que es y no es Virginia Woolf, pero me permite pensar y hablar como ella. La riqueza de su discurso, de colores infinitos, es un impulso vital. Un regalo que he inoculado en mi mente.
¿Qué personaje sueña con interpretar? En un futuro próximo, el personaje femenino inteligente y libre que escriba, a ser posible, una dramaturga. Esa hermana de Shakespeare que inventa Woolf, que seguramente ya está en este mundo. En el futuro inmediato, Nadia, el personaje de El mago, de Juan Mayorga, que ensayaré en otoño.
¿Qué canción escogería como autorretrato? Como autorretrato, no lo sé. Pero oigo continuamente a Bach.
Si no fuera actriz, ¿qué le gustaría ser? Compositora. La música fue mi verdadera vocación, y estoy volviendo a ella con alegría.
¿Cuál es su película favorita? Imposible escoger una. Pero frecuento algunos clásicos, como Ser o no ser, de Lubitsch, Vértigo, de Hitchcock, o El jovencito Frankenstein cuando quiero reírme un rato. Más cerca, me gusta el cine de Coixet, y el de Icíar Bollaín: Te doy mis ojos, por ejemplo, me parece una película necesaria, con toda su crudeza.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La velocidad comunicativa. No sé en qué beneficia a nuestras vidas la acumulación de noticias, mensajes y opiniones como esta. El exceso puede ser paralizante.
¿Qué papel no aceptaría jamás? A priori, ninguno. La capacidad de adaptación está en el ADN actoral. Y eso no impide encarar cualquier personaje con una mirada crítica.
¿A qué dramaturgo le daría el premio Nobel de Literatura? A José Sanchis Sinisterra... aunque esté mal que yo lo diga. Por su obra, sin duda, pero también por su forma de impulsar la dramaturgia de las nuevas generaciones.
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