Herralde, una ‘voz’ propia
El fundador de Anagrama repasa los 50 años de su editorial en los 44 textos de ‘Un día en la vida de un editor’
Jorge Herralde, con Carmen Martín Gaite, en la Feria del Libro de Madrid MARIO MUCHNIK
En medio siglo como editor —“el único oficio posible para mí”, dice—, Jorge Herralde solo ha tenido un único momento de desánimo. Fue una semana de 1980, acuciado por una epidemia de desencanto general que hizo tambalear el futuro de Anagrama. Lo solventó reorientando su catálogo de la política a la literatura, pero también desprendiéndose de su participación en Bocaccio, discoteca fetiche de la gauche divine barcelonesa, de éxito indescriptible por su sótano, donde era posible “el desmadre más explícito”. Le vendió las acciones a José Manuel Lara Bosch, hijo mayor del fundador del imperio Planeta, por la friolera de 1.200.000 pesetas. En principio, se hicieron un favor mutuo, pero hoy se antoja que hubo un solo ganador...
Si se acude con voluntad de espeleólogo o arqueólogo a Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales (Anagrama), décimo título de Herralde sobre su editorial y su oficio y donde evoca el episodio de Bocaccio, se puede descubrir, entre las 44 teselas del libro-mosaico, el retrato personal y la cosmovisión profesional de uno de los nombres fundamentales de la historia de la edición europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario