viernes, 5 de julio de 2019

Arte y memoria en una torre del siglo XV para recordar a dos pioneros | Cultura | EL PAÍS

Arte y memoria en una torre del siglo XV para recordar a dos pioneros | Cultura | EL PAÍS

Arte y memoria en una torre del siglo XV para recordar a dos pioneros

Los herederos de los editores Jesús de Polanco y Pancho Pérez González reabren un espacio en Santillana del Mar como centro cultural en el que expondrán su legado

Arte y memoria en una torre del siglo XV para recordar a dos pioneros
ALBERTO LOSA RASINES
Algunos legados tienen su riqueza material y su valor inmaterial. Cuando ambos confluyen, dan idea de que han pertenecido a personas con amplia huella. Lo primero se dirime en bienes concretos. Lo segundo forma parte de un alma con poso y vocación de perdurar. Jesús de Polanco (Madrid 1929-2007) y Francisco Pérez GonzálezPancho (Buenos Aires, 1926-Madrid, 2010) dejaron ambas riquezas en herencia.
Además de amigos, socios y empresarios de éxito, fueron figuras que marcaron una época. Caminaron juntos durante siete décadas. Primero, en la creación de un imperio editorial como Santillana, entre América y España; después, en la del Grupo PRISA, propietario de EL PAÍS y de otros medios de comunicación como la cadena SER y también la firma audiovisual Sogecable, entre otras iniciativas. Nunca rompieron su lazo, pese a las tensiones que supieron superar, como prueba de una identidad común en torno a sueños y valores compartidos.
Ambos hicieron de la torre de Don Borja, una joya arquitectónica del siglo XV en Santillana del Mar (Cantabria), un lugar de encuentro para el arte, la literatura, el pensamiento y la comunicación. Debía ser ahí: en la tierra de sus orígenes. Pese a que habían nacido lejos de ella, supieron forjar su raíz. Durante años fue sede de la Fundación Santillana, y hoy revive como un centro de reconocimiento a su labor, abierto ayer jueves al público, con vocación de volver a convertirse en referencia.

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