LA MEDICINA TIBETANA.
Este tipo de cura tiene la llave que abre el camino de la salud integral, aprender a despertar nuestra propia energía, utilizarla para impedir que afloren las emociones negativas que son auténticas emisarias de las agresiones exteriores, y combinar esta práctica con determinadas terapias externas es el mejor camino.
De esta forma el viejo aforismo de (MENS SANA IN CORPORE SANO) ó sea “Mente Sana en un Cuerpo Sano” continúa vigente.
Según, GUESHE TEMPA, de esta forma los EJERCICIOS, los MANTRAS (murmullos repetidos continuamente) y los MUDRAS (unión de ambas manos en forma de plegaria) purifican los tres canales principales de nuestro cuerpo (el izquierdo ó KYEMA, el derecho ó ROMA y el central ó TSAUMA) así como los cinco CHAKRAS (el secreto, el ombligo, el corazón, la garganta y la coronilla) que están polucionados y hay que abrirlos para que la vida humana pueda desarrollarse en forma positiva, gozosa y plena.
Esta medicina se basa en las revelaciones realizadas por el BUDA SHAKYAMURI hace 2,500 años en la INDIA.
Su cuerpo médico está contenido en el texto llamado GYUSHI ó 4 TANTRAS, considerados como la revelación de los 5 BUDAS TÁRTRICOS DE MEDITACIÓN que representan la transmutación de nuestras cinco aflicciones emocionales más poderosas “LA IGNORANCIA, LA CÓLERA, EL ORGULLO, EL APEGO Y LA ENVIDIA.”
Analizando minuciosamente donde surgen las enfermedades, se llega a la conclusión de que las “EMOCIONES NEGATIVAS, LAS AFLICCIONES EN ESPECIAL EL APEGO A LO MATERIAL, EL ODIO Y LA IGNORANCIA”, son las causantes de estas enfermedades, tal y como lo describen las filosofías tibetanas.
“Cuando hacemos un MUDRA con las manos creamos un campo electromagnético, ya que nuestra materia biológica está compuesta de electromateria.
Al desplazar esta electricidad en el tiempo, por ejemplo al trasladar una mano de un lugar a otro, se crea un campo magnético el cual se podría detectar con un magnetófono.
Con la asociación de la energía del corazón al MUDRA, más la producción de MANTRAS, se puede desarrollar un campo electromagnético y radioeléctrico importante, tanto para nuestra inmunología como para nuestra conciencia.
Este tipo de cura tiene la llave que abre el camino de la salud integral, aprender a despertar nuestra propia energía, utilizarla para impedir que afloren las emociones negativas que son auténticas emisarias de las agresiones exteriores, y combinar esta práctica con determinadas terapias externas es el mejor camino.
De esta forma el viejo aforismo de (MENS SANA IN CORPORE SANO) ó sea “Mente Sana en un Cuerpo Sano” continúa vigente.
Según, GUESHE TEMPA, de esta forma los EJERCICIOS, los MANTRAS (murmullos repetidos continuamente) y los MUDRAS (unión de ambas manos en forma de plegaria) purifican los tres canales principales de nuestro cuerpo (el izquierdo ó KYEMA, el derecho ó ROMA y el central ó TSAUMA) así como los cinco CHAKRAS (el secreto, el ombligo, el corazón, la garganta y la coronilla) que están polucionados y hay que abrirlos para que la vida humana pueda desarrollarse en forma positiva, gozosa y plena.
Esta medicina se basa en las revelaciones realizadas por el BUDA SHAKYAMURI hace 2,500 años en la INDIA.
Su cuerpo médico está contenido en el texto llamado GYUSHI ó 4 TANTRAS, considerados como la revelación de los 5 BUDAS TÁRTRICOS DE MEDITACIÓN que representan la transmutación de nuestras cinco aflicciones emocionales más poderosas “LA IGNORANCIA, LA CÓLERA, EL ORGULLO, EL APEGO Y LA ENVIDIA.”
Analizando minuciosamente donde surgen las enfermedades, se llega a la conclusión de que las “EMOCIONES NEGATIVAS, LAS AFLICCIONES EN ESPECIAL EL APEGO A LO MATERIAL, EL ODIO Y LA IGNORANCIA”, son las causantes de estas enfermedades, tal y como lo describen las filosofías tibetanas.
“Cuando hacemos un MUDRA con las manos creamos un campo electromagnético, ya que nuestra materia biológica está compuesta de electromateria.
Al desplazar esta electricidad en el tiempo, por ejemplo al trasladar una mano de un lugar a otro, se crea un campo magnético el cual se podría detectar con un magnetófono.
Con la asociación de la energía del corazón al MUDRA, más la producción de MANTRAS, se puede desarrollar un campo electromagnético y radioeléctrico importante, tanto para nuestra inmunología como para nuestra conciencia.
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