En la eternidad no hay fronteras… tampoco banderas… no hay estandartes… no hay escudos, ni de armas, ni de apellidos… no hay peajes… no hay controles de pasaportes, porque no existen… no hay puertos tal como se conocen en la Tierra, como tampoco hay aeropuertos, no hay estaciones ni trenes… no hay sendas ni caminos, porque la senda o el camino son el reflejo de la propia alma… no hay grifos como tampoco hay luminarias… no hay aire, porque no hay necesidad de respirar… no hay cerrojos porque no hay puertas, por lo tanto no hay llaves porque nada necesita ser abierto, ni tampoco cerrado… no hay cortinas porque todo está a la vista… no hay ventanas porque no hay motivos para asomarse… tampoco hay muros ni paredes, no hay castillos ni redes… no hay antenas ni celulares… no hay computadoras ni tampoco ábacos… sí hay bibliotecas de libros sin hojas y sin papeles, donde figuran todas y cada una de las vidas transcurridas, sus hechos, sus palabras, y además, sus intenciones, las expresadas, pero también las ocultas… las fuentes residen en el uno mismo y sólo allí, ya que cada alma bebe de su propia esencia… en los hechos, en el allá, nadie padece de sed… en los hechos, en el allá, nadie tiene hambre… en los hechos, en el allá, no hay servicios porque tampoco hay desechos… en los hechos, en el allá, el techo se refleja en la propia idea del sí mismo encontrado… entonces, no hay mejores techos o peores techos, todo depende de la idea del sí mismo… allí cada alma se debe a una estrella, su estrella, un espacio donde la luz se funde con el todo, y regresa emanando de él hacia un “algo” integrador… pero dado que del allá se trata, no hay egos posibles, entonces la miseria humana se aísla en su propio infierno y allí permanece… pero dado que del allá se trata, el ego se circunscribe a su estado de consciencia, entonces la estupidez humana queda inmersa en la esencia a la que pertenece… y tanto la miseria, como la estupidez, se concentran en un infierno que se resume en un alma que se consume… en un alma que no encuentra paz y que se castiga a sí misma por ello… un alma que está obligada a ser ella misma en un ámbito que, aun teniendo un paraíso cerca, el mismo está a una distancia abismal que impide que los espíritus se encuentren, que impide que las almas se toquen… léase, no hay conexión posible entre el infierno de un alma y el paraíso de la otra… por lo tanto, las estrellas son diferentes y los espacios también lo son… el cosmos de los infiernos no se corresponde con el cosmos de los paraísos… una vez más, el infierno no está por fuera del alma, sino dentro de ella… una vez más, el paraíso no está por fuera del alma, sino dentro de ella… luego, el reflejo es lo que emana de cada espíritu… el espíritu que se refleja en un infierno, estará rodeado de él, mientras que el espíritu que se refleja en un paraíso, estará rodeado de él… los egos del infierno están atormentados por el sí mismo desesperado, atribulado, desquiciado… los egos del paraíso están envueltos en la paz de un sí mismo revelado… pero cuidado, cada alma tiene su infierno, y éste no es igual que los demás infiernos de las demás almas, por lo tanto, aun cuando el paisaje revele un infierno, éste estará compuesto de muchos infiernos de distinto rango y diferente tenor… asimismo, cada alma tiene su paraíso, y éste no es igual que los demás paraísos de las demás almas, por lo tanto, aun cuando el paisaje revele un paraíso, éste estará compuesto de muchos paraísos de distinto rango y diferente tenor… más allá, en cada paraíso hay una estrella… mucho más lejos, en cada infierno reinan distintas oscuridades, que curiosamente, también tienen una estrella, aunque esta es opaca e invisible a los sentidos humanos y no humanos, pero son estrellas con entidad de tales… las estrellas de los paraísos expiden una luz singular, muy blanca o demasiado luminosa, que todo lo alcanza y todo lo funde… mientras que las estrellas opacas emiten una oscuridad que todo lo envuelve dificultando que ciertos unos puedan divisar a ciertos otros, algo semejante a una niebla viscosa, que de tanto, parece pegajosa, una condición que emana de las propias almas consumidas por sus propias deficiencias, calor intenso, frío intenso, dependiendo ello que surge desde el sufrimiento… como ves, esta es una primera visión que aporta las geometrías de la eternidad… luego, cada alma pertenece a su eternidad, por ende, hay una eternidad por cada alma que existe y ocupa un espacio… sin embargo, cada una de esas eternidades, conforman un gran eternidad donde todo comulga mientras se funde… en dicha eternidad, muchas almas trabajan en el sistema de relojería que propone el orden universal… en dicha eternidad, otras almas trabajan en velar por el orden de los astros, al tiempo que otras lo hacen por el orden cósmico, y no pocas se dedican a velar por los vivos de un lado y del otro… en dicho concierto, todas las almas están ocupadas en tareas genuinas de contribuir a las armonías de un algo que se ordena a sí mismo… entonces, si se ordena a sí mismo, ¿qué hacen las almas?... participar del orden… hacerlo es una forma de pertenecer… luego, la ecuación se despeja a sí misma y se resuelve en cada giro, en cada vibración, en cada oscilación, donde el orden se traduce en “orden” … donde el orden deriva en orden… donde todo se corrige a sí mismo para agregar valor al paso que sigue… entiéndase, allí no hay humanos, hay almas que pueden provenir de lo humano o no, pero todas comulgan en la misma finalidad… en la eternidad, no hay éxitos, tampoco fracasos, mucho menos gloria… por eso, no hay reconocimientos ni aplausos, no hay medallas porque no hay dónde colgarlas, no hay besos porque no hay rostros, no hay palmadas porque no hay espaldas, no hay caricias porque no hay manos, porque cada quien se debe a su tarea, y dicha tarea es un grano de arena flotando en el universo, confiriéndole sentido a un algo que está más allá del todo y de todos… ¿entiendes la significancia figurativa del grano de arena?... ¿entiendes lo que significa un grano de arena al lado de un grano de arena semejante?... ¿entiendes lo que significa un alma colaborando con otra alma?... ¿entiendes el valor de compartir una estrella, dos estrellas, más de tres estrellas?... ¿entiendes el significado de lo cósmico?... ¿entiendes el significado de lo eterno?... la luz se expande y se escurre creando ríos y océanos, en ellos navegan las almas en sus respectivas barcazas… justificando el orden que se “justifica” … sin necesidad de explicar el orden que no necesita de explicación alguna… donde no hay preguntas para hacer, no son necesarias las respuestas… donde no hay dudas, el horizonte aparece como algo definido…
La cadena no está compuesta por eslabones… está compuesta por luz y almas integradas en ella… hete aquí el verdadero paraíso… un espacio que se expande y se contrae como si respirase… un espacio que se expande y se contrae al modo de mareas de un mar que se extiende desde y hasta los confines de un multiverso invisible a los sentidos humanos, pero tangible a la idea original de la creación… al no estar compuesta por eslabones, nada se pierde y el conocimiento permanece… la proporción la concede el altruismo que minimiza los egos a favor de los muchos… se busca ser mediante la suma de las “existencias” que se ubican en lo cósmico, en un espacio estelar donde no hay planetas sino “ideas” de presencias… en dicho allá, no es necesario el motivo, ya que este es inherente al propio espacio… la realización se traduce en el despliegue del propio orden cósmico… pertenecer es un privilegio… porque permite construir desde el silencio… porque permite contribuir desde la voluntad… donde el esfuerzo es espontáneo, alcanza con pensarlo… al ser pensado, se realiza, porque la voluntad es una energía suprema…
En la Tierra, mientras tanto, reina la locura… la locura de los cuerdos… peligrosa, porque alienta la normalidad de la mediocridad… peligrosa, porque anida en la comodidad del bienestar… peligrosa, porque dice que sí cuando es necesario decir que no… peligrosa, porque aplaude a los bochornos de la ignorancia… peligrosa, porque guarda silencio ante el despojo y el atropello… peligrosa, porque entrega al prójimo para salvarse a sí misma… peligrosa, porque es obsecuente con el poder de turno… peligrosa, porque no reconoce el valor del consejo de la tribu… peligrosa, porque niega lo evidente, y ante lo demás, es renuente… peligrosa, porque todo lo compra y todo lo vende… peligrosa, porque hace del negocio la justificación del ser demente… peligrosa, porque hace del afecto un engaño… peligrosa, porque hace la mentira un monumento… peligrosa, porque hace de la traición, un impulso, un aliento… y junto con ella… la locura de los locos, los verdaderos genios… los poetas sin gremios… los escritores persiguiendo sueños… los sabios que se fueron, y los que aún estando, guardan sus silencios… los profetas que perciben el mañana, y anuncian tormentas y truenos… luego, los alfareros que hacen del pasado un cuenco… luego, los pintores, que hacen de sus imágenes mentales, ventanas que permiten visualizar el otro lado de las cosas… luego, los músicos, que hacen de los sonidos una sinfonía sin tiempo… luego, los tejedores, que hacen del nudo una vuelta por el mundo… luego, los carpinteros, que hacen de la madera una estancia en el credo… luego, los escultores, que hacen del pensamiento un molde de yeso, un mármol, una resina sin tiempo… porque aquellos locos, porque estos locos, son los que confieren sentido a los vientos en el tiempo… modificando los espacios para que otros lleguen a encontrar sus momentos… proponiendo cambios para que vivir signifique la gracia que se trae cuando se nace… los cuerdos son muchos… los locos son escasos… los primeros ocupan espacio… mientras que los segundos, lo honran, justamente, porque son los que dejan huella transformando el presente abrumador en un remanso donde se puede encontrar a Dios… si así lo quieres… si es que lo buscas… si es que lo sientes… si es que percibes su presencia… si es que con él te comunicas… si es que con él te entiendes… si es a quien invocas… si es, de alguna forma, el que provee el sentido de las reformas, donde encuentras el camino, despejando sombras… la Tierra está inmersa en un cosmos donde ocurren otras cosas de las que ni tienes noción… donde ocurren cosas que no puedes manejar y en las que no puedes intervenir… donde todo se ordena a partir del orden cósmico… donde tú no eres más ni menos que un grano de arena… allí reside la diferencia, entre aceptar o darse cuenta… la locura es la que te lleva… la que te ofrece un mañana para que respirar guarde un sentido propio de estrellas… desde otro ángulo, hay una Tierra alienada, donde la anormalidad es aceptada y hasta impulsada, donde ella es refrendada y hasta reiterada, un mundo de cabezas gachas, de miradas soslayadas, un mundo de espaldas palmeadas, una mundo de visiones escondidas y otras, las siguientes, negadas… mientras que del otro lado, hay una Tierra despejada, donde los locos andan a sus anchas, entendiendo lo que nadie entiende, viendo lo que nadie ve, escuchando lo que nadie oye… haciendo lo que nadie hace… viviendo lo que ninguno de los otros vive… ¿en qué ángulo te sitúas?... ello habla de quién eres en realidad, pero me quedo tranquilo, ya que, si estás leyendo esto, sé que estás un poco loco, que eres de los nuestros, los que sabemos de compañías viajando solos, los que sabemos de amor sin hacer alardes, los que hacemos fuegos sin arder en ellos… los que no nos quemamos en el hielo…
Si aceptas el mundo según lo que es, te niegas a ti mismo… si admites la época y sus vaivenes, te ves obligado a negarte a ti mismo… si soportas las guerras y los conflictos, formas parte, aun sin quererlo, del negocio de los infiernos… si aceptas los juegos políticos, simplemente eres parte de ellos… por eso, el asunto consiste en no negarse a sí mismo, tomar consciencia de la importancia del uno mismo, e intentar juntar las puntas, unir el sí mismo con el uno mismo, prodigarse un abrazo y andar juntos hasta que te llamen, comulgando la importancia del “ser” … porque la vida consiste en reconocerse… en desentrañar la esencia que se porta… en asumir el karma que te marca y te señala de qué eternidad provienes, y hacia cuál vas… todo lo demás es relleno… finalmente, la respuesta está en la pregunta… cuando la pregunta no necesita de una respuesta, has encontrado el sentido de tu vida… no el sentido de la vida en general, tampoco el sentido de las vidas de los otros, sino el sentido de tu propia vida, y en definitiva, eso es lo que viniste a buscar… la respuesta, en definitiva, depende el uno mismo revelado… puede ser que un tercero te haya dado el hilo… pero la respuesta está siempre en el uno mismo… lo propio sucede con la pregunta… ya que en ella se mueve la esencia… así como no puedes retener el agua entre los dedos, del mismo modo no puedes retener los granos de arena, porque, al final de las cosas, ellos pertenecen a un orden universal que está más allá de lo humano, que reside por fuera de las almas, que se expande por fuera de los espíritus, y que se ubica más allá de las consciencias… dicho orden está fuera del alcance de los deseos y las ilusiones… y esto que transitas, no es más que la ilusión de un deseo…
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La pintura pertenece a María del Carmen Conde Quintela (Sedemiuqse) | ESPAÑA, Galicia
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