lunes, 29 de noviembre de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 6© [5] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

La vida te va enseñando… a veces aprendes por las buenas, cuando aceptas que las cosas son así y de ninguna otra manera… a veces aprendes por las malas, cuando te rebelas y te niegas, y la circunstancia regresa, una y otra vez, de la misma forma o de distinta manera, intentando que “dimensiones” lo que ocurre y admitas que será así aunque no quieras… la vida te va enseñando tanto que, aprendes a descifrar lo que te está sucediendo… esto es y será así, por lo tanto, no puede ser de otra forma… de hecho, podría ser de otra forma, pero resulta que es de esta, por lo tanto no puede ser de otro modo… y te subes al carro y empujas… o simplemente empujas sin subirte al carro… admitir es un forma de entender el destino, no el de los otros, sino el propio… ¿para qué resistirse, si va a suceder igual?... ¿para qué negarlo, si terminará repitiéndose?... ¿para qué insistir, si las variables están dadas para un determinado resultado, que está fuera del alcance de las manos? ... como te digo, algunos entienden, asumen, y siguen adelante con la vida, entonces, las cargas se van disipando… como te digo, algunos no entienden, no asumen, e impiden con todas sus fuerzas que las cosas pasen, sin embargo, estas pasan igual y se llevan por delante a aquel que no entendió… las circunstancias parecen estar diseñadas por un plan divino que ocurre siguiendo un orden cósmico que está fuera de la comprensión humana… para aquel que lo descubre, todo se torna fácil, más o menos simples, más o menos sencillo, al menos, entendible… para aquel que no lo descubre, todo se torna difícil, hechos que se encadenan complicándose… pero a dichos extremos se suman numerosos grises donde ciertas cosas se facilitan mientras que tantas otras se vuelven complejas, como callejones, sin salidas aparentes, y aún cuando la salida esté allí delante de los ojos, no será detectada, no será percibida, y todo lo oscuro se volverá negro, a tal punto que el alma se sentirá encerrada en un laberinto, estrellándose contra paredes y pasillos que no conducen a ninguna parte, hasta que un día, por arte de magia, el pensamiento pega un giro “impensado”, se abre el espíritu, se abre la mente, la niebla se disipa, y todo vuelve a la normalidad sin que se haya hecho nada para resolver un problema que parecía monumental… en dicho punto, lo difícil e inabordable, se simplificó, y todo regresó a una aparente normalidad, para volver a comenzar… ¿te pasó?... ¿a qué grupo perteneces?... ¿a los que entienden?... ¿a los que se resisten?... ¿a los que niegan?... ¿te ha sucedido?... si te ha sucedido, sabes de qué te hablo… las cosas que nos pasan, simplemente suceden… dependiendo de un orden que está por fuera del “uno mismo”… dependiendo de un orden que se corrige a sí mismo… dependiendo de un orden que está lejos del “sí mismo”… A medida que vas andando por la vida, esta te pone a prueba… mediante circunstancias… ¿qué tipo de circunstancias?, suaves, despejadas, iridiscentes, horizontales, verticales, áridas, desérticas, duras, y esmerilantes, o como te guste calificarlas… cada una de ellas deja huellas en el alma… algunas suman, y vaya que lo hacen… otras restan… algunas multiplican, mientras que otras dividen… en algunas de ellas tomas algo… en otras de ellas cedes algo… en algunas de ellas parece que ganas algo… en otras de ellas parece que pierdes, a veces algo, a veces mucho, a veces todo… una vez más, de ello se aprende, aunque no entiendas por qué suceden estas cosas, simplemente, estas cosas suceden, te suceden, te ocurren a ti, mientras parecías estar ocupado en vivir, o bien, mientras parecías estar preocupado por vivir… ¿te das cuenta de la diferencia?... tu estas haciendo foco en una cosa, y algo llama tu atención, te distrae, o te paraliza, entonces sacas tu cabeza de aquello en lo que estabas, y te concentras en lo nuevo… a veces encuentras la respuesta sin necesidad de atender a la pregunta… a veces la pregunta no tiene respuesta… a veces la respuesta llega cuando la circunstancia ya no guarda significancia… en cualquier caso, asumes lo vivido y lo introyectas a tu alma, lo depositas allí para que vaya madurando, y lo hace… o no… la maduración implica que poco a poco, lo que viviste en primera instancia se va desdibujando y va creando una nueva imagen, diferente al comienzo, distinta del inicio, y te va cayendo la ficha… esto, sucedió por tal o cual motivo… esto, tuvo lugar por tal o cual cosa… ya no puedes modificar el pasado… no puedes cambiar lo ocurrido… pero eso que tuvo lugar, te termina modificando el alma… el espíritu… la consciencia… o el ego… todo junto, o algunos aspectos por separado… algo tocó la esencia y caíste en la cuenta cuál fue la fuente del suceso… ¿hiciste un viaje?... ¿te llevaron a ver algo (dentro de ese mismo viaje)?... simplemente, ¿viste algo que te conmovió?... te preguntaste: ¿qué hago aquí?... te preguntaste: ¿para qué vine?... te preguntaste: ¿qué me trajo?... te preguntaste. ¿por qué a mí?... te preguntaste: ¿por qué yo?... de repente, estás viviendo algo inesperado… no hay respuestas… hay más de una pregunta (que ya es mucho decir)… el tiempo va modificando las líneas de pensamiento y te vas dando cuenta que todo guardaba un motivo, una relación, un vínculo, había algo entre los extremos que creaba una conexión… la conexión no ocurrió por fuera sino dentro tuyo… la conexión no fue externa sino que tuvo lugar en el seno de tu propia alma… hete aquí una huella indeleble… hete aquí una marca en el espíritu… hete aquí una señal en tu consciencia… si hay dolor, sientes el privilegio… si no hay dolor, sientes que hubo un motivo que no se puede explicar… pero lo sucedido te pertenece y te modifica, un poco, en algo, en mucho, en todo… cuando sales de la circunstancia, ya nada es igual… cuando sales de lo ocurrido, eres otra persona… el cambio está dentro, no afuera… algo de tu persona se transformó y ves las cosas con otros ojos, y prestas atención a otros hechos a los que antes no atendías… ya nada es igual, todo es distinto… digamos, tú eres el distinto… algo en ti hizo que todo fuese diferente… el cambio te ha enriquecido… dicho de otra forma, cuando dejas de ser el nudo de algo, dicho algo desaparece y te libera… y la libertad te permite ver el horizonte… te permite distinguir los colores del arco iris… o simplemente, te habilita a ver el camino… el cambio que tuvo lugar era parte del “paso que sigue”… el paso que sigue te pertenece, es propio, es único… es tuyo… está adentro de tu ser… lo que sucede por fuera te modifica por dentro, de eso se trata… en verdad, la vida te atraviesa el alma… en verdad, las circunstancias te atraviesan el espíritu… aprendes o no… lo tomas o lo dejas… ¿Sabes?... tengo cicatrices por todos los lados del espíritu… cicatrices de heridas producidas por personas de las que no esperaba daños… cicatrices que me han encontrado a contra paso… cicatrices que me han agarrado desprevenido… cicatrices que me han encontrado ocupado en otra cosa, distraído… algunas cicatrices son apenas marcas, otras guardan heridas que se mantienen, que a veces se cierran y a veces se abren, dependiendo de vaya a saber qué cosas, qué motivos, qué recurrencias… pero algo reconozco, cada una de las cicatrices me han enseñado a ser más el uno mismo ensimismado… me han enseñado a proteger el alma… me han enseñado a cuidar el espíritu… me han enseñado a preservar la consciencia… me han revelado que, todo lo demás, no tiene importancia… que la importancia reside en el propio reconocimiento, la capacidad de ser y estar adherido al sí mismo… lo que está por fuera va y viene… lo que está por fuera, aún prestado, aún cedido, no te pertenece, esto es que quedará aquí cuando te hayas ido… ¿sabes?, porto mis cicatrices y mis heridas con orgullo… indican que estoy presente… indican que soy mi esencia… indican que honro el karma que me identifica… indican que he vivido reconociendo mis circunstancias… confiriéndoles valor… “quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la Tierra”, me lo repito una y otra vez… cuando ya no sea, seré memoria de algunos, pocos, un puñado, los suficientes, a quienes supe decir que los amaba, a quienes entendieron el significado del “amor” incondicional… que supieron expresarme su amor, su afecto, su entrega, su apoyo, su compañía, su presencia… más tarde, seré olvidado, pero algo de mis huellas perdurarán en el tiempo y el espacio, mediante escritos… eso es lo que sé… porque eso es lo que soy… no reniego de mi pasado… no reniego de dónde vengo ni tampoco de lo que he sido… mucho menos niego el camino que me conduce… por lo tanto, no niego hacia dónde me dirijo… tengo mi propia estrella, y mi planeta no es la Tierra… eso lo sé desde mi primer minuto con razón de consciencia… mi propia estrella no es el Sol… mi propio planeta no es la Tierra… mi satélite natural no es la Luna… estoy aquí, pero no soy de aquí… Siempre tuve afinidad por los locos… por la gente sensible… por las personas ingenuas… por los que se sienten soñadores… por los que creen sin atenuantes… por los que hacen de la Fe un culto del sí mismo… para mí, los locos son los poetas… los creadores… los inventores… los que crean de la nada para volver a construirse desde la nada… los sabios… los genios… los profetas… los adivinos… los alquimistas… esos están todos locos, porque desde ya, nacer en la Tierra es una locura, más tarde, vivir en ella (Tierra) es una locura mayor… más aún, le tengo miedo a los que dicen ser cuerdos… y mucho más miedo les tengo a los que dicen ser normales… y considero peligrosos a los que hablan de valores, y de ética, y de filosofía, para inmediatamente hacer lo contrario a lo que recitan, mostrando la hilacha… los normales viven especulando… los cuerdos viven fingiendo… y en el salón de esta fiesta se ven muchos disfraces… y en el salón de esta fiesta se ven muchas máscaras… y en el salón de esta fiesta aparecen muchas caretas… y en el salón de esta fiesta hay muchos trajes de luces que encandilan y confunden… pero en el salón de esta fiesta hay escasos rostros… ni qué hablar de almas… ni que decir de los espíritus… ni siquiera mencionar las consciencias… somos pocos, ya lo sé… somos tan pocos que cuando nos encontramos nos reunimos en otra fiesta… somos tan pocos que cuando nos descubrimos, vivimos sin fiesta, porque no hacen falta disfraces, ni máscaras, ni caretas, ni trajes de luces… pero dichos encuentros, según sé, duran poco… son efímeros… ya que luego del reconocimiento, cada cual debe volver a su camino, sabiendo que hay alguien más, pero cuya identidad no debe ser revelada… pasar desapercibido tiene sus privilegios… no hace falta ser algo diferente a lo que realmente se es… y eso es suficiente… estamos, sabemos que estamos… somos, sabemos que somos… pero no podemos juntarnos porque no debemos hacerlo… el tiempo en el que nos reconocemos extranjeros es demasiado corto… ni siquiera es un destello… ni siquiera queda registro… ni siquiera se percibe una estela… sucedió, sí, pero nunca tuvo lugar, al menos no en la dimensión de los mortales… sucedió, sí, pero jamás ocurrió, al menos no en esta dimensión de cosas tangibles a los sentidos… no hace falta explicarlo, cuando los planetas se alinean, estos encuentros cuánticos se producen dentro de una esfera de cristal, que inmediatamente estalla e indica que cada quien debe regresar a su fuente, así de simple… En la fiesta te encuentras con personas que se han reconstruido a sí mismas después de tragedias en las que nadie repara… gente rota que están pegadas pieza por pieza… un pedazo de alma contra otro pedazo de alma… un trozo de espíritu contra otra trozo de espíritu… una esquirla de consciencia contra otra esquirla de consciencia… gentes que han atravesado circunstancias de sufrimientos imposibles y han permanecido a flote más allá del propio naufragio… nadie sabe por qué ocurrió… tampoco saben por qué están a salvo… sólo saben que siguen aquí a pesar de todo… sólo saben que se han reinventado después de la tragedia y que siguen andando hacia un adelante que se descubre paso a paso… los rotos, los quebrados, son sobrevivientes de cosas que dejan huellas temibles… sin embargo, si los miras en detalle, te das cuenta que a pesar de sus circunstancias, están intactos… están intactos de alma… heridos sí, pero intactos… están intactos de espíritu, lesionados, sí, pero intactos… están intactos de consciencia… hechos polvo por dentro, pero con una consciencia que se sostiene a sí misma y los impulsa a seguir andando… de alguna forma, son en sí mismos inexplicables… llevan la mirada en alto… llevan la cabeza en alto… llevan el pecho descubierto… siguen remando la barca como si nada hubiese pasado, cuando en verdad, sí les han pasado cosas que pueden ser calificadas como “tragedia”, o bien, como varias tragedias… esas personas tienen una resiliencia singular que supera el entendimiento de los otros, los prójimos… esas personas tienen una capacidad de adaptación que supera la lógica, que supera la media, que supera el entendimiento de los otros… en dicha fiesta te encuentras con gentes que destilan fluidos de dolor por agresiones de amor… donde el amor ha sido excusa para ejercer un daño… donde el amor ha sido excusa para producir un atropello… donde el amor ha sido la excusa para ejercer un despojo… donde el amor ha sido el motivo de una mentira, de un engaño, de una traición… sin embargo, el alma atravesada por el dolor, continúa firme en su camino… remando en su barca… viajando en su vagón de un tren invisible… descendiendo en una estación figurativa donde algo lo espera… regresando al tren invisible que lo aguarda… desplegando la vela de la barca porque han aparecido mejores brisas… has aprendido que de las heridas del amor se puede emerger intacto… no por dentro… sí, por fuera… no por fuera… sí por dentro… el juego está en descubrir dónde estás intacto… luego todo se limita a seguir adelante… ya que el pasado indefectiblemente queda por detrás, siempre… En esa misma fiesta hay quienes les duele la música… ciertos sonidos… ciertos acordes… ciertas notas… ciertas letras… esas gentes no se pueden quitar la música de encima, está dentro de ellos… la escuchan, aunque no suene… la oyen, aunque no se oiga… la sienten, aunque nadie la ejecute… una vez más, la orquesta está adentro del uno mismo… una vez más, el solista, el coro, el conjunto, suena adentro… es imposible despegarse… Ocurre lo mismo con aquellos que derraman lágrimas por poesías… por poemas que alguien escribió, pero que ahora residen dentro del alma de quien llora… una sintonía cósmica determina que una o más poesías hagan nido en un alma, en otra alma, en un espíritu, en otro espíritu… una vez allí, los poemas no se van más, permanecen en la consciencia de manera recurrente… es imposible despegarse… Las utopías pertenecen al ámbito del alma… sólo allí tienen explicación… sólo allí encuentran explicación… el alma renace como el ave Fénix… se reconstruye y va hacia adelante… el delante de un alma, no tiene nada que ver ni se corresponde con el delante de otra alma… cada espíritu tiene su delante… cada consciencia tiene su delante… los delante no coinciden en la Tierra sino que pertenecen a un ámbito cósmico… entonces, las circunstancias también lo son… cósmicas… de allí descienden y te atraviesan… tú sólo vives… eres portador de una idea de ti mismo… eres portador de un motivo que te trajo a nacer… todo lo demás es cósmico… Mientras en la fiesta hay gentes utilizando disfraces, máscaras, caretas, y trajes de luces… tú circulas a cara descubierta… eres transparente y te muestras cual eres… eso llama la atención de los que cultivan la ilusión… de los que están atrapados por los deseos… de los que compran y venden supuestos… de los que venden buzones y tranvías… de los que cursan vidas ficticias acondicionadas para engañar al otro, quitarles algo, e ir por más… en la fiesta se gestan escenarios donde cada quien cumple con un rol lo suficientemente mentiroso como para desvirtuar el sentido de las cosas, o como para deformar la circunstancia… ellos siguen creyéndose superiores a los otros… ellos siguen creyéndose mejores que el resto… ellos siguen asumiéndose distintos a los demás… pero en el fondo de sus fondos, están vacíos, están huecos, interpretando personajes distintos a lo que en verdad son… sus esencias son difusas… sus karmas esconden terribles tribulaciones propias de conflictos consigo mismos… esas almas andan con el puñal bajo el poncho… el puñal a veces es una daga… el puñal a veces son palabras… el puñal a veces son los hechos… pero siempre esconden la intención que finalmente los desvela tal cual son… una miseria humana vestida con traje de luces… una estupidez humana con máscara de humildad… Me quedo con los extranjeros… con los huérfanos de Sol… con los huérfanos de Tierra… con los huérfanos de Luna… esto es, me quedo con aquellos que sienten que tienen una estrella que no es esta, que tienen un planeta que no es este, que tienen un satélite natural que no es la Luna, pero que aun así permanecen sobreponiéndose a sus circunstancias… los que saben que están aquí, pero que no pertenecen a este aquí… allí reside el mayor de los aprendizajes… se es a pesar de ser… se es más allá de lo que son… y eso los distingue, porque en esa esencia reside la diferencia suprema… Los disfraces no salvan ni modifican el tenor de la fiesta… a pesar de que los disfraces siguen siendo lo que son… aun cuando se muestren diferentes… Las máscaras no salvan ni modifican el tenor de la fiesta… a pesar de las máscaras, los rostros que hay debajo muestran almas huecas… vacíos que son reemplazados por palabras bonitas que no dicen nada… Las caretas no salvan ni modifican el tenor de la fiesta… a pesar de las caretas, los espíritus siguen estando vacíos de contenidos… aunque agregues colores y formas que distraen a los otros, finalmente la hilacha aparece y cuando lo hace ya no hay detrás… Finalmente, los trajes de luces no salvan ni modifican el tenor de la fiesta… ciegan al interlocutor… encandilan al prójimo… pero más temprano que tarde, queda expuesto el legítimo sentido de la intención, y allí ya no hay nada más que agregar… La fiesta, es en realidad un suspiro… cuando te acostumbras a ella… ya es hora de irte… y allí te das cuenta que el motivo que te trajo, ha caducado, ya no es, ya no guarda espacio para concederte un lugar… entonces, la vida se ha escurrido sin haberla vivido… En dicho punto, caes en la cuenta que la fiesta no se trataba de algo externo, sino que estaba dentro del propio ser… afuera, no había tal fiesta… https://www.facebook.com/sedemiuqse ► La pintura pertenece a María del Carmen Conde Quintela (Sedemiuqse) | ESPAÑA, Galicia http://carmenmolins1.blogspot.com/ https://sinaclaraciones.blogspot.com/

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