viernes, 1 de noviembre de 2024

¡Te presentamos al legendario cristal facetado! La creación soviética perfecta Estilo de vida28 octubre 2024Alexandra Gúzeva

https://es.rbth.com/estilo-de-vida/94488-presentamos-legendario-cristal-facetado

Este escritor estadounidense convivió con Tolstói y viajó con vagabundos por Rusia Historia28 octubre 2024Anna Popova

https://es.rbth.com/historia/94490-escritor-estadounidense-convivio-tolstoi En 1896, el estadounidense Josiah Flynt viajó a Rusia para conocer al escritor Lev Tolstói. Desde la finca de Yásnaia Poliana, este se adentró en el país. Durante varios meses, se adentró en el país. Durante varios meses estudió las costumbres locales y se unió a un grupo de vagabundos.

La legendaria aventura amorosa del poeta Lérmontov en Georgia Cultura29 octubre 2024Alexandra Gúzeva

https://es.rbth.com/cultura/94493-legendaria-aventura-amorosa-poeta-lermontov El gran poeta ruso Mijaíl Lérmontov no tuvo mucho éxito en el amor... ¡y he aquí una de las historias más peculiares sobre uno de sus supuestos romances!

Cosacos rusos en PINTURAS de distintos artistas (Imágenes) Cultura30 octubre 2024Boris Egorov

https://es.rbth.com/cultura/94499-cosacos-rusos-pinturas-distintos-artistas Entre los cosacos no solo había valientes guerreros al servicio del zar y de la patria, sino también crueles ladrones y rebeldes. Verás a ambos en esta colección de cuadros visualmente impresionantes.

‘Saygak’, la grabadora ‘de bolsillo’ soviética creada en los años 80 (Fotos) Ciencia y Tecnología31 octubre 2024Víktor Golódnikov

https://es.rbth.com/technologias/94504-saygak-grabadora-bolsillo-sovietica En los años 80, también en la URSS hubo una tendencia a reducir el tamaño de los aparatos electrónicos, surgieron nuevos reproductores portátiles de casetes.

Guía definitiva de los estereotipos de Rusia. PARTE 2 Estilo de vida31 octubre 2024Gueorgui Manáiev

https://es.rbth.com/estilo-de-vida/79893-guia-definitiva-estereotipos-rusia-parte-2 ‘Russia Beyond’ compiló una larga lista de los estereotipos que persisten en la imaginación popular.

¿Sabías que Rusia tiene su propio Halloween? Cultura01 noviembre 2024Anna Popova

https://es.rbth.com/cultura/94522-sabias-rusia-tiene-propio-halloween En Occidente, el 31 de octubre es la víspera de Todos los Santos, mientras que en Rusia es la Noche de Veles, después de la puesta de sol y antes del amanecer del 1 de noviembre.

Esta es la palabra más larga en ruso, formada por 32 letras Educación01 noviembre 2024Tommy O'Callaghan

https://es.rbth.com/educacion/94510-palabra-larga-ruso-tiene-32-letras ‘Рентгеноэлектрокардиографический’ significa ‘radiografía electrocardiográfica’.

Cómo aparecieron los vampiros en la literatura rusa Cultura01 noviembre 2024Alexandra Gúzeva

https://es.rbth.com/cultura/94518-aparecieron-vampiros-literatura-rusa Resulta que había vampiros entre la nobleza rusa del siglo XIX. Sólo que tenían un nombre diferente.

Guía definitiva de los estereotipos de Rusia. PARTE 1 Estilo de vida27 octubre 2024Gueorgui Manáiev

https://es.rbth.com/estilo-de-vida/79887-guia-definitiva-de-los-estereotipos-de-rusia-parte-1?utm_source=Newsletter&utm_medium=Email&utm_campaign=Email La cerveza es una bebida sin alcohol en Rusia, Iván es el nombre masculino más popular, todo el mundo se llama “camarada” y los hombres llevan los famosos gorros ushanki con las orejeras largas. Estos son estereotipos comunes de Rusia y los rusos. Algunos son francamente falsos, mientras que otros son más o menos precisos. Russia Beyond ha compila una larga lista de los estereotipos que persisten en la imaginación popular

Actividades literarias en institutos

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Una arena tan sensible

«Quién diría que el hierro iba a vestir / la piel de los guerreros, / que irían estos escondidos / bajo el arco de su eterna dureza». Otro fragmento de Una arena tan sensible, cuya chispa saltó —según nos ha contado Matías Miguel Clemente— durante su experiencia como profesor de instituto. Justo en estos días se ha publicado la convocatoria de los dos programas del Ministerio de Cultura español que acercan la literatura al alumnado de Secundaria. Si eres docente, puedes solicitarlo hasta el 15 de noviembre; tienes más información en este enlace. Te animamos a contar con la poesía, ¡y a contar con poetas de nuestra editorial! https://www.labellavarsovia.com/seccion/poetas/

Presentación de 'Ella habla, las ciudades se derrumban' de Enheduanna en...

Ella habla, las ciudades se derrumban Enheduanna Sumérgete en un viaje a través de la literatura universal y descubre a la primera persona que firmó un texto literario: Enheduanna

https://editorialespinas.com/catalogo/ella-habla-las-ciudades-se-derrumban/ «Destruir construir / levantar derribar / son tuyos, Inanna». Se descubrió el fuego, y con el fuego la poesía, y alguien dijo palabras en voz alta, y alguien las escribió. La primera persona que firmó un texto literario se llamaba Enheduanna, sacerdotisa acadia del siglo XXIII a. C. Enheduanna cantaba al poder y a la fe, a las divinidades y a quienes la acompañaban en su vida terrenal. La editorial Espinas ha recogido sus poemas en el volumen Ella habla, las ciudades se derrumban, con introducción de Ana Valtierra y edición de Paco Moreno y Laura Rochera, que os recomendamos con todo el entusiasmo.

poesía en la residencia... - Blog Noticias, agenda y novedades

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Madrid a través de los versos de cinco escritoras 8 octubre, 2024 By - Ignacio Vleming

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Una charla entre vecinos. Portugal y España en clave poética 27 octubre, 2024 By - Ignacio Vleming

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El rumor de los pinceles Ignacio Vleming

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La revolución exquisita

https://www.labellavarsovia.com/la-revolucion-exquisita/ «De la revolución / nos separa un chispazo». De la pintura al poema, del poema al sonido, ruido o música… Estos versos pertenecen a La revolución exquisita, el poemario más reciente de Ignacio Vleming. Él dirige y presenta el programa de radio El rumor de los pinceles (Radio Clásica), una delicia sonora que vincula música, poesía y arte partiendo de los grandes nombres de la pintura. Frida Kahlo, Francisco de Goya, Maruja Mallo, Mark Rothko o William Turner protagonizan algunos de sus episodios.

Eloy Sánchez Rosillo: La luz

https://trianarts.com/eloy-sanchez-rosillo-la-luz/#sthash.XozVTj6q.dpbs Este cuadro de Giacomo Grosso se exhibe en la Galería de Arte Moderno de Turín. Su título, La celda de las locas, no deja nada a la libre interpretación, es absolutamente fiel a lo mostrado en la tela. Se trata de lo que vemos: una celda con un buen número de monjas y novicias que intentan sostener a una de ellas, que parece haber perdido la cabeza. El gesto de la loca es desesperado, pero al mismo tiempo ausente, como la mirada de cualquier loco. No está allí, aunque algo la empuja a forzar el físico para permanecer, y así cerciorarse de cualquier cosa que no sabemos. Está alucinada. Sin embargo, una figura ata su mundo al nuestro: otra monja que mira hacia el mismo sitio que ella, validando la dialéctica de la locura, y lo que es más inquietante, una serie de siluetas informes y oscuras al fondo, que nos hacen partícipes de esa demencia. Al igual que ella, también nosotros estamos locos porque vemos esas sombras flotantes, esas presencias que inauguran un mundo solo apto para alucinados. - Les traigo este cuadro porque el primer poema de Una arena tan sensible tiene el mismo título que la pintura y habla, además, de piedras: «Cómo llega una piedra a un lugar nuevo / sin que las demás piedras no se alteren. / Donde nada hay nada es alterable / pero una piedra avanza y eso es algo». - Seguramente podamos establecer un centenar de concomitancias entre la imagen de la piedra y la locura. Empezando por esa Extracción de la piedra de la locura del Bosco, en la que el enfermo expresa «Maestro, quítame pronto esta piedra»; y desde ahí, hasta el celebrado libro de Alejandra Pizarnik, nos inundan las imágenes en las que lo inerte, aquello que choca en su dureza, o el carácter disforme de la piedra, nos conducen a la imagen del tarado. Estas piedras del poema actúan como una comunidad entera de pequeñas locuras ante las que surge una nueva, una visita desconocida que viene a quedarse; una más, una manía más, una chaladura más, otra chifladura (léase en el libro de Lola Nieto, La isla desnuda, la etimología de chiflado: quien está loco tiene un silbo en el cerebro). En este caso y en este poema, o quizá en todo el libro, la locura no es esa patología que hace del artista un ser privado de juicio, sino un estado de alucinación ante lo que nos rodea, una ebriedad, un entusiasmo que nos hace recogernos en nosotros mismos y cantar. Eloy Sánchez Rosillo dice en un poema excepcional, titulado «La luz», aquello de «entonces cantas, cantas» al intuir esa fiebre del entusiasmo, de la alucinación. - Y creo poder confesaros que del choque de unas piedras, precisamente, nace este libro. Pensemos en una mañana de instituto, en la observación detenida de una exhibición lítica para alumnos de la ESO. Ahí encuentro un motivo claro, el punto de fusión que necesitaba con los poemas que estaba escribiendo, un encaje adecuado a todo aquello que llevaba años macerando y que empezaba a tener un tono. Ver crear fuego con unas piedras y con un hongo seco, con el mismo material con el que se hiciera hace miles de años, con los mismos golpes, y con la misma técnica… Ese sonido, ese golpeteo rítmico, atemperado, ese crepitar de las chispas se metió dentro y creó la hoguera necesaria. «¡Oh, Dios mío!», me dije. «¡Es el mismo sonido que oirían los ancestros! ¡Lo estamos oyendo como se oye una tormenta que se acerca! ¡Estamos oyendo un directo de hace 1 400 000 años! ¡El concierto originario!». Y juro que los golpes, creedme, tenían, en su contacto, el misterio de un silencio ya perdido. Tuve durante unos segundos metido en los huesos el dolor de la intemperie, la crecida remota del despojo, el silencio que precede al fuego; el silencio, sí, que precede al poema. - Y de ahí, de ese fuego, alumbrar. Lumbre viene del latín luminen, que es luz; por lo tanto, lumbre y alumbrar serían tanto dar luz como fuego, y eso es fundamental para la forma. Todo lo que nos rodea tiene una forma y esta, si nos trasciende, lo hace a través de la luz. Pienso en la caverna de Platón y en la necesidad de alcanzar, con un rapto, la luz después de ver las sombras o en la física cuántica al imaginar que todas ellas nos contienen en tiempos y espacios remotos, o sencillamente en un alumbramiento como algo que está naciendo. La luz determina la fluctuación de los colores, y en Una arena tan sensible el color es también un punto de referencia: el blanco, el cárdeno, la negrura, el ocre del óxido o el de la piel de un zorro. Así la luz y el espacio nos dan la trascendencia, decía el bueno de Claudio Rodríguez, en su caso sobre la tierra castellana. Un ser, alucinado ante el objeto, su espacio y la luz, podría quedarse un rato observando durante minutos un sencillo cruasán o un tenedor. - A mí me pasa.-

La Librería recibe un premio y ella misma te lo cuenta

Hola, qué tal. Tal vez te acuerdes de mí, soy La Librería. Estar, siempre estoy, pero los libreros sólo me sacan a escribir por Navidad, que es cuando ellos andan a ful. Bueno, ellos dicen a full, que debe ser como se dice estar muy ocupado medio en inglés, pero yo digo a ful de Estambul, que es una expresión que cuando yo era un sitio de billares y recreativos, allá por los setentas, se oía mucho por aquí. No es por faltar ya desde el primer párrafo, pero a ellos les pega más lo de Estambul, andan como pollos sin cabeza los pobres en esa época y, por otra parte, no dejan de ser personas humanas. Y además yo es que inglés solo de oídas porque en la vida he salido de Salamanca, es lo malo de lo inmobiliario, que no te mueves del sitio. - Soy el sitio físico al que llamas librería Letras Corsarias, lo que hay allí si le quitas toda la gente. La Librería. - Recuerdo esto porque no escribo desde enero de 2023 y habrá quien ya me haya perdido la pista, aunque creo que hasta he salido en un libro muy bonito titulado La belleza de la materia y, leerlo no porque yo no leo, no me está dado leer, pero a ver qué belleza hay que no sea de la materia, me he preguntado, porque preguntas sí que me hago. Yo estoy muy por la materia. - Estos siguen aquí con su cháchara interminable sobre los libros. El otro día les escuché que le han dado el Nobel a una autora que escribió algo titulado La vegetariana sobre una mujer que se convierte intencionadamente en un ser vegetal y yo pensé: qué oportunidad perdida, ya que te pones, conviértete en edificio. Edificio mucho mejor. En fin, decepcionante. No es que quiera ir de crítica literaria yo ahora, no pienses mal, pero escuchando a estos me entero de las cosas y para un día que me dejan, pues las escribo. - Al grano, que me despisto. Ayer los vi todo ufanos, bajando las escaleras del almacén con cierta ligereza, y resulta que es porque me han dado un premio. Ahí mi corazón hizo tilín. A ver, los entes inmobiliarios no nos ilusionamos fácilmente, hemos visto mucho ya, pero pensé que se habría prendado de mis encantos una revista guapa de arquitectura o, no sé, el Colegio de Aparejadores o alguna federación internacional de catastros. Tengo que reconocer que me puse un poco nerviosa y dejé caer un par de pilas de libros al azar, un acto reflejo que a veces hago medio por fastidiar o por pasar el rato, pero esta vez fue como un tembleque de emoción. - Luego ya me enteré de que es el Premio Librería Cultural 2024, que concede el Gremio de Libreros y pensé: ah, bueno, de libreros. Pero lo pone bien claro en las noticias: La librería Letras Corsarias gana tal. O sea, yo. Y, bueno, no es la Plomada de Oro (considerado el Nobel de la construcción), pero si a mis libreros y mis libreras y a todo el mundo que viene les pone tan contentos, pues bien está. Por lo visto es por todo el jaleo ese que se traen de invitar y conversar con gente que escribe, que yo siempre pensé que lo hacían por entretenerme las tardes subiendo y bajando sillas del almacén, ese movimiento que me hace unas cosquillitas muy agradables, como un masajito tierno (no comparable al tacto de aquel carpintero cubano del año pasado, si no te acuerdas tú de aquello yo sí, te lo aseguro). Todo ese jaleo es cultural, y yo seré todo lo inmobiliaria y materialista que quieras, pero por la cultura estoy, faltaría más.- Bueno, resulta que vaya aluvión de llamadas y de mensajes y hasta de flores de las materiales y de las otras, están anonadados en la planta de arriba, tan agradecidos que no saben ya cómo expresar su gratitud, abrumados por tanto cariño. Cariño humano, claro. - No tengo nada contra el cariño humano, me parece una forma preciosa de comunicarse, siempre que seas humano. Yo no sé muy bien qué soy, porque tampoco me parece muy normal que un local del bajo de un edificio esté aquí escribiendo a gente lectora como tú, pero humana no lo soy en absoluto. Así que me puse en contacto con mis compañeras y amigas librerías tangibles a ver qué les parecía esto del premio, por confirmar. - Que cómo lo hice, te preguntarás. Esto no lo sabe nadie, pero las librerías físicas tenemos un sistema de comunicación secreto –ahora ya no– a través de los libros. Imagina los libros como la flora bacteriana de un sistema digestivo gigante compuesto por todas las librerías del mundo, las de Nueva York también. Nos pasamos la información así, flash, de golpe, una brisa inmediata. Llegaron mensajes en un lenguaje que no está al alcance de la comprensión humana pero que se pueden traducir como “te lo mereces, preciosa” o “claro que sí, mi niña”, por llevarlo al habla local. Las japonesas estaban dormidas a esa hora, pero seguro que bien porque suelen ser muy detallistas. - Así que fenomenal, tengo que confesar que estoy contenta con los libreros que me han tocado en suerte, y sobre todo con las libreras, que son majísimas, pero no se lo digáis mucho que siempre prefiero mantener un poco las distancias, no se vayan a venir arriba. - Nada más. No soy de despedidas largas. Hasta la próxima vez que me dejen escribirte. Chao. -