domingo, 18 de abril de 2010

LA SABIDURÍA DEL CORDERO


"el cordero que entrega su vida para ser alimento, finalmente forma parte de las fibras de quien se ha alimentado de él"

Evangelio: Juan 21, 1-19
"Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado"

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: "Muchachos, ¿tenéis pescado?" Ellos contestaron: "No." Él les dice: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: "Traed de los peces que acabáis de coger." Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Vamos, almorzad." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."


Segunda Lectura: Apocalípsis 5, 11-14
"Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza"

Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: "Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza." Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos-, que decían: "Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos." Y los cuatro vivientes respondían: "Amén." Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.

el dispensador dice:
cuando los sentimientos no son genuinos,
el aire lo percibe,
los perfumes se esfuman,
el aura se torna densa,
los ojos no alcanzan,
se vacían de miradas,
y el alma se convierte en un arma...

cuando los dones no son revelados,
el aire lo percibe,
el ambiente se espesa,
el aura se torna amarilla intensa,
los ojos se pierden,
sus miradas no conducen a ninguna parte,
y el espíritu se nubla...

abundan las razones, pero hay ausencia de contenidos,
ya que ellos son parte de las esencias,
esas fibras que no se ven,
pero confieren la vida a todo lo que existe...

¿habrás mordido la manzana?...
aquella no debía ser extraída del árbol esencial?...
dónde quedaron tus talentos?...
qué gracias has pedido en tus oraciones?...
por qué reniegas por aquellas que no te fueron concedidas?...

todo aquello en lo que has creído,
y hoy te aparece como una extraña letanía,
no es otra cosa que el eco de las esencias,
esas que te llaman para que regreses a tus fuentes,
aquellas donde el agua que bebías,
te permitían andar por la vida sin tener sed...

si tu huella no coincide con tu pie,
se hace evidente que no eres lo que dices ser,
y cuando lo que dices no revela lo que eres,
lejos estás de ser aquello para lo cual viniste.

recuerda que aquello que hayas dicho,
será pesado... y si el fiel de la balanza no equilibra,
toda huella habrá sido en vano.
el dispensador: la luz se revela en el momento justo, nunca antes, nunca después. Abril 18, 2010.-
DEDICADO A: los iluminados que esperan su tiempo.



Madre eterna, protege a tus hijos en las horas por venir... Hágase tu voluntad, hoy y siempre... Abril 18, 2010.-

"el apocalipsis no es una calamidad, es una revelación"

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