COOPERACIÓN CULTURAL
“Tendría una magnífica acogida abrir un centro Cervantes en Abiyán”
Luis Prados, embajador español en Costa de Marfil, defiende la lengua y las culturas españolas para África
Las Palmas de Gran Canaria
Enamorado de la cultura, el embajador Prados se ha tomado como un reto personal la promoción del español y las culturas españolas en el país africano. Ha visitado las universidades de Abiyán y Buaké, donde funcionan sendas facultades de filología española, pero también se ha presentado en clubes de español en barrios como Abobo, famosos por su precariedad y falta de seguridad. Ha movilizado la embajada para abrir un pequeño centro cultural y biblioteca con un programa estable de proyecciones, talleres, club de lectura y escritura y diversas actividades. De maneras suaves y corteses, bien preparado, con capacidad de escucha y conectado a la realidad marfileña actual, Prados conoce bien el mundo cultural del país y se obstina en crear lazos, juntar gente, promover actividades y relaciones, alimentar su curiosidad por el territorio donde le ha tocado vivir. Costa de Marfil es uno de los países donde hay más estudiantes de español no sólo en África subsahariana, sino en el mundo. El Instituto Cervantes se interesa por la región y ya se ha hablado de la capital económica marfileña, Abiyán, como posible sede de un centro Cervantes.
Luis Prados Covarrubias contesta a un cuestionario por correo electrónico desde su oficina abiyanesa.
¿Cuál es la situación de la enseñanza del español en Costa de Marfil?
EMBAJADA ESPAÑOLA
Nacido el 4 de octubre de 1965 en Huesca, Luis Prados Covarrubias es el embajador de España en Costa de Marfil desde febrero de 2015. Licenciado en Derecho, ingresó en 1992 en la carrera diplomática. Ha estado destinado en las representaciones diplomáticas españolas en Bolivia, México y Argentina. Fue jefe de área de México, Centroamérica y Países del Caribe, vocal asesor en el gabinete del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, segundo jefe en la Embajada de España en El Líbano y consejero en la Embajada de España en el Reino Unido. Justo antes de incorporarse a la Embajada de Costa de Marfil, estaba al frente del gabinete del director del Instituto Cervantes.
Las cifras son apabullantes. En Costa de Marfil hay 395.000 escolares que cursan español como segunda lengua extranjera en estos momentos y cerca de 2.600 universitarios que hacen su carrera en los departamentos de español de las universidades de Abiyán y de Buaké. En el sistema de educación nacional, hay más de 900 profesores de español. Si se tiene en cuenta a todas las generaciones que al pasar por las aulas optaron por el español, el número de personas que habla nuestra lengua o que, al menos, tiene ciertas nociones de ella y simpatía por la cultura hispánica, es enorme.
Con esas cifras como referencia, ¿cuál es su opinión sobre el cambio de rumbo del Cervantes en África subsahariana?
La recién aprobada estrategia del Instituto Cervantes para África subsahariana me parece muy acertada y pienso que, en realidad, era necesaria desde hace tiempo. El Cervantes es una institución todavía joven que heredó una buena parte de su red inicial de centros; poco a poco ha ido desarrollándose en distintas regiones, pero todavía le queda mucho por hacer en grandes zonas del mundo en las que el español está en auge, como toda la región de Asia-Pacífico, Estados Unidos y África subsahariana. En el continente africano, el Cervantes cuenta con centros en los países árabes del norte, mientras que al sur del Sáhara sólo existe un aula, en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar. Y sin embargo, en África subsahariana hay varios millones de personas que estudian español, especialmente en los países francófonos, porque el sistema escolar importado de la antigua metrópoli prevé la enseñanza de español o alemán, como segunda lengua extranjera.
¿ Y sobre la oportunidad de abrir un Cervantes en Abiyán?
Somos conscientes de que la posible apertura de un centro Cervantes en Abiyán gozaría de una magnífica acogida por parte de las autoridades marfileñas y, sobre todo, de los estudiantes y los profesores. Quizás bastase una estructura pequeña, con unas pocas personas que coordinasen equipos contratados localmente, según las necesidades del momento. Lo importante es la flexibilidad para adaptarse a las condiciones del país y para responder a una demanda muy variada y dispersa geográficamente.
¿Cómo podría España ayudar a esa enorme cantidad de estudiantes de español y personas interesadas en nuestras culturas?
Pienso que hay espacio para la apertura de academias de español para adultos y profesionales de diverso tipo, pero me parecería lógico que esos centros fuesen gestionados por profesores marfileños, muchos de los cuales tienen un excelente nivel. Ante la enorme demanda que existe en Costa de Marfil, podríamos desempeñar un papel sumamente útil si contribuyésemos a poner en marcha un programa de formación continua para profesores de lengua española, con enseñanza de nuevos métodos y la puesta a su disposición de nuevos instrumentos. Por otro lado, se encuentra el tema de la certificación. El DELE no ha alcanzado los objetivos esperados en Costa de Marfil, en buena medida porque no ha existido la infraestructura adecuada para llevar a cabo las pruebas. Ahora se abren nuevas posibilidades con el SIELE y espero que próximamente haya muchos marfileños que se presenten tanto a uno como a otro examen.
¿Por qué es tan importante promover la lengua y las culturas españolas en Costa de Marfil?
Si hablamos del espacio que ocupan la lengua española y la cultura en español en la relación entre España y Costa de Marfil, he de decir que, en mi opinión, se trata de uno de los aspectos más importantes en la relación bilateral. Es algo así como una base profunda, quizá no visible para una mirada superficial, pero capaz de sustentar todo tipo de proyectos e iniciativas en los más diversos ámbitos. En definitiva, el desarrollo de cada vez más iniciativas ligadas a la lengua y la cultura españolas está reforzando rápidamente una red de lazos entre las sociedades de nuestros dos países –y, en cierta manera, también de los demás países hispanohablantes- de la que se beneficia todo el espectro de nuestras relaciones bilaterales.
¿Cómo son, desde su punto de vista, las relaciones entre ambos países?
Las relaciones entre los dos países son buenas, pero es preciso dotarlas de mayor contenido, tanto en el plano político como económico, y para ello sería muy aconsejable llevar a cabo una mínima inversión en el ámbito de la lengua y de la cultura. En mi opinión, el lazo estrecho que la lengua y la cultura españolas o hispánicas establecen entre gran número de marfileños y España, es el vínculo más poderoso de unión entre los dos países. En pleno siglo XXI sería poco inteligente dejar de aprovechar ese caudal para obtener resultados concretos también en la esfera económica o en la política y no hacer lo posible para que ese vínculo se mantenga vivo y pujante. Va en el interés de los dos países. Costa de Marfil es uno de los países más dinámicos e influyentes de África occidental y pasa por un momento de fuerte crecimiento económico; cada vez hay más empresas españolas que vienen a invertir en proyectos o a vender sus productos, pero todavía hay espacio para muchas más. Además, España es un socio atractivo para Costa de Marfil, por la calidad y la competitividad de los productos y por el rigor y la flexibilidad de sus empresas en una serie de sectores en rápida expansión.
¿Cuál es el papel de la embajada en la promoción de lo español y en este contexto?
En un contexto no particularmente fácil, las relaciones de cooperación en el terreno de la lengua y la cultura se desarrollan a través de vínculos de algunos profesores marfileños con las universidades españolas en las que han seguido algún tipo de estudios y a través de la Embajada. La Embajada trata de aprovechar al máximo los recursos disponibles y busca la colaboración de otros actores para llevar a cabo un programa cultural y educativo lo más ambicioso posible. En primer lugar, la Embajada ha reabierto al público la biblioteca que se encuentra en su sede y ha hecho de ella una plataforma de actividades culturales orientadas a todos los amantes de la lengua y la cultura. Sin duda se trata de una de las bibliotecas en español más importantes de África subsahariana, con más de 7.000 volúmenes y en expansión. Abierta a finales de los años 80, permaneció cerrada durante varios años y, gracias a la colaboración voluntaria de los estudiantes de español de la Universidad Félix Houphouët-Boigny, de Abiyán, pudo ser abierta de nuevo al público en julio de 2015. Con mucho esfuerzo y la colaboración de varios donantes, la Embajada ha podido renovar el mobiliario e instalar cuatro ordenadores en la sala de lectura, haciendo de ella un espacio luminoso y agradable. Un equipo de estudiantes de español, formados durante unas semanas por profesores del departamento de biblioteconomía y documentación de la misma universidad, se encarga de la gestión de la biblioteca, con la atención al público, la clasificación de los libros, el control de los préstamos, etc. Varios estudiantes han asumido tareas de responsabilidad para coordinar los distintos clubes que se han formado a partir de la biblioteca: lectura, lectura dramatizada, escritura, cuenta cuentos y cine.
¿Y en la promoción de la cultura en español?
En el plano cultural, la Embajada ha promovido también varias iniciativas de largo alcance que podrán seguir dando frutos durante un tiempo más o menos largo. Quisiera mencionar dos de estos proyectos que se han concretado gracias al apoyo financiero de una fundación privada, Atef Omais. Se trata de la producción de un espectáculo por el grupo Ivoire Marionnettes inspirado en Don Quijote y de la realización de una película por el equipo La proie pour l´ombre sobre la asombrosa realidad del español en Costa de Marfil.
¿Y en lo que se refiere a la lengua?
En el plano específico de la lengua, quiero citar el curso de formación de profesores de español que la Embajada organizó en colaboración con el Instituto Cervantes, el Ministerio de Educación de Costa de Marfil y la Universidad Félix Houphouët-Boigny de Abiyán en el mes de diciembre pasado y en el que participaron cerca de 200 profesores de distintos lugares del país. La Embajada acaba de lanzar otro proyecto de gran envergadura junto con el Ministerio de Educación. Se trata de un concurso nacional sobre lengua y cultura españolas, abierto a todas las escuelas del país. Los participantes serán los propios colegios a través del equipo que seleccionen. Habrá diferentes etapas, una primera local en la que se enfrentarán escuelas de la misma ciudad, varias regionales, en las que participarán los ganadores de las pruebas locales y una final nacional en la que se enfrentarán los dos equipos que hayan ido superando todas las etapas previas. Con esta iniciativa se pretende renovar la aplicación de los alumnos en el estudio de la lengua y la cultura españolas y crear un ambiente de simpatía e interés por estas cuestiones. El concurso durará desde el mes de noviembre al mes de abril y para poder llevarlo a cabo, la Embajada y el Ministerio han buscado el apoyo de empresas españolas y marfileñas.
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