Al rescate de los últimos de Filipinas
Una exposición en el Museo del Ejército, en Toledo, rememora el sitio que sufrieron 50 soldados españoles durante 337 días en una iglesia en Baler
Toledo
Supervivientes del destacamento de Baler fotografiados en septiembre de 1899, a su llegada a la Península. MUSEO DEL EJÉRCITO
La cuchara de alpaca del soldado Marcelo Adrián Obregón está abollada en su base. Sin embargo, no debió de ser por su uso habitual, pues apenas había qué comer en los 337 días que permaneció sitiado en la iglesia de San Luis de Tolosa, en la localidad de Baler, en la isla filipina de Luzón, entre el 1 de julio de 1898 y el 2 de junio de 1899. La cuchara la empleó también para cavar tumbas de sus compañeros. Él fue uno de los 50 hombres conocidos primero como Los héroes de Baler y, a partir de 1945, como los últimos de Filipinas, por el título de una película. Lo del asedio de Baler, de cuyo fin se cumplen 120 años en 2019, fue una historia en la que convergen una heroica resistencia y el absurdo sacrificio de mantener una posición en una guerra que había finalizado meses atrás, cuestión fundamental que desconocían. Una exposición en el Museo del Ejército, en Toledo, reúne, hasta el 30 de junio, 160 piezas, entre uniformes, armas, mapas, óleos, fotografías, banderas... con los que "se quiere contar el asedio con rigor histórico y emotividad", ha subrayado en la presentación el comisario de la muestra, Enrique Rontomé Notario.
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