Arqueología fantástica
En ‘La noche fenomenal’, Javier Pérez Andújar hibrida lo testimonial con lo fabuloso para intentar hacer justicia con los muertos y vencidos
Central térmica de Sant Adrià de Besòs. C. S. PEREYRA FOTOSTOCK
La literatura de Javier Pérez Andújar(Sant Adrià de Besòs, 1965) se nutre en buena parte de lo que el filósofo Odo Marquard llama “la época de lo desechable y la cultura del recuerdo”. En un mundo en el que la tradición se tira a la basura sin contemplaciones, ciertos artistas veneran estéticamente —en palabras del filósofo— lo desechado y a los desechados, a los que sufren el llamado progreso y perecen por él. Por eso este tipo de artistas no conserva una tradición mayúscula en frasquitos con formol, sino que ya desde el presente fija su atención en aquello que tiene todas las papeletas para quedar excluido de la grandilocuencia de la historia. Libros como Los príncipes valientes, su maravilloso debut, o Todo lo que se llevó el diablo delimitaban con claridad los dos tiempos en que debía realizarse esta labor revitalizadora: en las pequeñas historias de una familia charnega y socialista en la periferia barcelonesa y, más atrás en el tiempo, en la memoria popular de un país, en las Misiones Pedagógicas de la República. En el museo de la memoria de Pérez Andújar la fuerza de lo popular reprimido por la dictadura sobrevive en las nuevas subculturas de la periferia de las ciudades.
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