¿CRISTAL O ESPEJO?

LECTURA
Ecli 17, 1-15
Lectura del libro del Eclesiástico.

El Señor creó al hombre de la tierra y lo hace volver de nuevo a ella. Le señaló un número de días y un tiempo determinado, y puso bajo su dominio las cosas de la tierra. Lo revistió de una fuerza semejante a la suya y lo hizo según su propia imagen. Hizo que todos los vivientes lo temieran, para que él dominara las fieras y los pájaros. Le dio una lengua, ojos y oídos, el poder de discernir y un corazón para pensar. Él colmó a los hombres de saber y entendimiento, y les mostró el bien y el mal. Les infundió su propia luz, para manifestarles la grandeza de sus obras, y les permitió gloriarse eternamente de sus maravillas: así alabarán su Nombre santo, proclamando la grandeza de sus obras. Les concedió además la ciencia y les dio como herencia una Ley de vida; estableció con ellos una alianza eterna y les hizo conocer sus decretos. Ellos vieron con sus ojos la grandeza de su gloria y oyeron con sus oídos la gloria de su voz. Él les dijo: "Cuídense de toda injusticia", y dio a cada uno preceptos acerca del prójimo. Los caminos de los hombres están siempre ante él y no pueden ocultarse a sus ojos.

el dispensador dice: suele escucharse la adhesión a las escrituras, suele ser que dicha adhesión no se corresponde con su lectura y aún siendo leidas, nada asegura que se las haya comprendido... suele verse a las gentes ingresar a los templos con caras de circunstancia, suele ser que dichas circunstancias son para mostrarse ante los otros pero no se correlacionan con su realidad íntima... suele oirse oraciones atronadoras prescindentes de sentimientos, esas oraciones no escalan hacia los cielos porque no conllevan sentimientos genuinos... suele verse a personas que recitan su adhesión a los afectos, pero un pequeño raspón dejará en evidencia que esa misma persona desconoce el sentido de los mismos, refiriéndose a la amistad como algo que habilita a "usar" al prójimo mientras éste sirva a sus conveniencias, para luego desconocerlo y omitirlo... la Biblia no es síntoma de alma, tampoco de espíritu... ninguna sagrada escritura es sinónimo de santidad como tampoco lo son los templos... para ello, el hombre debe hacer culto de su vida, de lo que hace, de lo que dice, de lo que piensa, de aquello que lo motiva y también de aquello otro que lo agobia, ya que todo ello conforma el paisaje de sus circunstancias y por ende conforma "su" todo, ese "momento" que no se comparte con nadie ya que lo íntimo no puede ser un vínculo solidario. La vida en sí misma es una gracia consecuente con una alianza con el Señor que la concede, de allí que cada quién deba hacer honor a lo concedido que se revela como un tiempo en el lado respirable, en el aquí, dimensión de las experiencias tangibles. La alianza se relaciona con una expresión relativa al destino, los dones y los talentos forman parte esencial de aquella gracia que se inscribirá en el libro de la vida cuya página conformará un brote en el árbol de la vida, pero el brote... llegará ser rama?, será flor o será fruto?, ¿qué será?... luego, ya respirando, se hace necesario armonizar el legado con la gracia y ambos con los contenidos que se expresan, aquellos que dan forma al sentido esencial de "persona", aquello que hace a la condición de tal ("persona") ya que no es lo mismo tener la forma de, que tener contenidos auténticos concidentes con la calidad humana. Cuando los ángulos coinciden progresivamente con los valores que se aportan al molde, se honra la vida... Muchas veces la rutina es excusa, otras tantas lo son otras circunstancias que alteran las conductas justificando olvidos, omisiones... pero finalmente respirar implica una entrega del ser humano a Dios, aún negándolo. El Señor concede aire para un cuerpo que finalmente se transformará en tierra, ese acto de temporalidad conlleva otro que hace al sentido último de la gracia, y ello es la auténtica expresión del espíritu, el no traicionarse a uno mismo, a sus convicciones en tanto ellas sean testigos de valor... y desde luego, hacer lo propio con el prójimo. El alma no se redime por limosna, sí lo hace por genuina misericordia... El espíritu no se redime por la obsecuencia, si lo hace por genuina compasión. Cuando la mano se traduce en puños, sencillamente no es mano... Cuando el alma se traduce en piedra, sencillamente no es alma... y justo allí, el hombre está fuera de Dios y cuando eso sucede, se desconoce la gracia y se quiebran los cordones que proporcionan sentido a nuestras vidas. Cuando las cosas simples se justifican en complicaciones, dejan de ser simples para pasar a ser ininteligibles cargas que se van espesando hasta convertirse en imposibles de llevar, sean estas propias o endosadas. El hombre no puede transportar sus densidades al cielo, y ya allí no puede negar su paso, aquello que supo traducir aquella gracia en huellas y sombras... por dicha razón, al cruzar la ventana del portal la primera pregunta escuchará el espíritu será: "¿qué has hecho de tu vida?... ¿has sido cristal o has sido espejo?... Febrero 26, 2011.-



EVANGELIO
Mc 10, 13-16
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Le trajeron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño no entrará en él". Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.


el dispensador dice: justificar la gracia equivale a darle sentido... darle sentido es sinónimo de revelar sus contenidos... hacer esto significa ser como niño, contener inocencia y enseñar la humildad que se condice con aquella. Ser esencia de cristal o ser espejo... es una elección... equivale a ser huella o ser sombra... es otra elección... determinar la propia y no endosarle el compromiso ni tampoco la responsabilidad al otro... Febrero 26, 2011.-


CRISTAL: tu alma y tu espíritu se conjugan dejando pasar la luz...

ESPEJO: tu alma y tu espíritu se disocian cultivando el ego...

HUELLA: símbolo y estandarte distintivo del propio paso...

SOMBRA: eternamente perseguido por tus propios fantasmas...