martes, 15 de febrero de 2011

NO SABÍA... la senda que conduce a los violetas

"... no hay violetas sin otoños, así como no hay Luna sin retoños"...




el dispensador dice:
no sabía el color cómo expresarse y creó la flor,
no sabía el néctar cómo expresarse y creó al ave del paraíso,
no sabía la fragancia cómo expresarse y creó la mariposa...

no sabía el color cómo expresarse y creó el arco iris,
no sabía el arco iris cómo expresarse y creó la lluvia,
no sabía la lluvia como expresarse y creó las nubes...

no sabía el color cómo expresarse y creó el cielo celeste,
no sabía el cielo cómo expresarse, creó la noche para establecer la diferencia,
no sabía la noche cómo expresarse y creó las estrellas...

no sabía el color cómo expresarse y creó la transparencia,
no sabía la transparencia cómo expresarse y creó el agua cristalina,
no sabía el agua cristalina cómo expresarse y creó el reflejo...

no sabía el color cómo expresarse y creó la llama,
ardiendo la llama no sabía como expresarse y creó el chisporroteo,
el chisporroteo no sabía cómo expresarse y creó el corazón para herir lo eterno...

no sabían cómo conjugarse, crearon el aroma de las praderas tras el bautismo de los humedales...

no sabía el color cómo expresarse y creó los ojos,
no sabían los ojos cómo expresarse y crearon la mirada,
no sabía la mirada cómo expresarse y se transformó en sentido...

cuando hizo foco, se descubrió a sí mismo...

no sabían cada uno de ellos cómo reunirse y crearon la brisa...
no sabían juntos cómo despertar la admiración de los otros, y crearon el sentimiento...
pero no sabiendo cómo anidarlo, crearon el alma.

por ello, sin alma, nada de aquello puede ser apreciado en su justa medida.

cuando el alma tomó cuerpo, inmediatamente se nutrió de aire,
y aquel aire se convirtió en aliento...
pero antes de ello un baño de madre protegió su intento,
pero antes de ello se inscribió un destino,
pero antes de ello una gracia se concedió sin tiempo,
pero antes de ello fue alas entre los eternos,
pero antes fue colores de los distintos,
pero antes fue espíritu de naves sin puerto...

cuando el alma tomó cuerpo, su huella se hizo invierno,
perseguida por el verano de sombras sin tientos,
tejiendo notas abigarradas en pentagramas de silencios,
buscando mañanas de colores pintando pensamientos,
aún no sabiendo cómo dibujar las ideas,
extendió sus alas, deformó su aura, escaló a los cielos,
olvidando lo efímero se liberó del peso,
ganó altura se confundió con lo eterno,
y al descubrir el color, del que nació el invierno,
se transformó en primavera, cultivó la flor y se hizo sublime,
cuando se reflejó en sentimientos, el afecto enalteció su tiempo,
se resignó al destino, agradeció la gracia,
aquello que se hizo flor, no fue más que el sentido del color.
Febrero 15, 2011.-


http://www.fernandorobuschi.com/serie-cientifica/espectro-visible-de-la-luz/
"... no podrás alcanzar los violetas sin distinguir los rojos"...

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