Emoción en el despegue del satélite argentino Aquarius
Diagonales / Los profesionales platenses que trabajaron en su construcción se juntaron para verlo
Tal como está instalado en el imaginario social, diez segundos antes del lanzamiento del cohete Delta II una voz en inglés inició la cuenta regresiva. Durante ese fragmento de tiempo los ojos de los más de 150 asistentes brillaron y el Aula Dr. Germán Fernández del primer piso de la Facultad de Ingeniería de La Plata enmudeció por completo. Cuando el conteo llegó a cero se produjo la explosión que impulsó a la nave hacia el espacio y la pantalla gigante que traía vía internet las imágenes del cohete desde una base militar de los Estados Unidos se volvió completamente blanca, ocupada por una nube de gases. Cuando el vapor se dispersó, el satélite ya no estaba: la NASA había lanzado al espacio el satélite argentino SAC-D Aquarius, construido por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la que participó un grupo de ingenieros de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), para medir la salinidad de los mares y hacer estudios del clima y el medioambiente. Los alumnos, profesores y vecinos estallaron en aplausos. Escenas similares se vivieron en la empresa estatal Invap de Bariloche y en la Casa Rosada. Eran las 11.20 y el aparato argentino con tecnología platense viajaba al espacio.
El lanzamiento fue realizado con éxito desde la Base Vanderberg de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, ubicada en Lompoc, California. Todo fue transmitido en vivo. Y la señal llegó a la facultad de 1 y 47 a través de tres conexiones de Internet: tres de la NASA y una de la CONAE. Allí, el Grupo de Investigación y Desarrollo en Comunicaciones Digitales (GrIDComD) que realizó los aportes de la UNLP al SAC-D, organizó todo para que desde dos horas antes todos pudieran seguir el despegue del Delta II que transportó el satélite hasta fuera de la atmósfera.
A través de la cámara de la CoNAE, se comunicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien, desde la Casa de Gobierno, participó del lanzamiento del SAC-D Aquiarius y en video conferencia se comunicó con el Centro Espacial “Teófilo Tabanera” donde se encontraba Sandra Torrusio, investigadora principal del SAC-D, y con el canciller Héctor Timerman y el titular de la CONAE, Conrado Varotto, quienes participaban del lanzamiento en California.
Es que SAC-D Aquarius, que pertenece al Plan Nacional Espacial 2004-2015, es el más grande y complejo que se haya diseñado y construido en el país. Tiene el tamaño aproximado de un container y fue desarrollado por la CONAE en cooperación con la agencia norteamericana.
E
l Aula y los pasillos del primer piso de Ingeniería estaban llenos de alumnos. Uno de ellos, Pedro Poch, de primer año, se estiraba para ver por encima de las cabezas de sus compañeros. “Siempre parece que vendemos nada más que soja y esto te da la pauta de que en lo científico también somos buenos produciendo”, analizó el estudiante.
EN ORBITA. El cohete Delta II llevaba 12 minutos de vuelo cuando Tulio Calderón, gerente de Proyectos Aeroespaciales de la empresa estatal Invap de Bariloche, donde se construyó el satélite, anunció: “Fue un despegue exitoso”.
Cuarenta y cinco minutos después el SAC-D se desprendió del lanzador y se vio su primera imagen ya en órbita. “¡Estamos volando!”, festejó el técnico.
El despegue fue seguido en La Plata por el director del GrIDComD, Gerardo Sager, y el equipo de trabajo del grupo, todos ingenieros electrónicos y docentes de la facultad, Hugo Lorente, Adrián Carlotto, José Juárez y Juan Ignacio Fernández Michelli.
De la UNLP intervinieron el Departamento de Electrotecnia y el Departamento de Aeronáutica a través del GrIDComD, el Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación (LEICI) y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA).
“Ponerlo en órbita es como tener un hijo. Son muchos años de trabajo. Yo que estoy adentro, que se supone que tendría que saber de esto, igual me maravillo. Es algo que cuesta. Es una emoción grande, son muchas noches sin dormir”, contó Lorente, ex director y el ingeniero más antiguo del grupo.
TECNOLOGÍA NACIONAL. El satélite argentino SAC-D Aquarius es un observatorio espacial para el océano, el clima y el medio ambiente, que combina tecnologías para la observación de la Tierra y puede aportar datos sobre el cambio climático.
La construcción del artefacto requirió una inversión de 320 millones de dólares. Tiene un peso de 1.400 kilogramos, 2,7 metros de diámetro, 7 metros de largo con la antena Aquarius desplegada, 1.443 watts de potencia y una velocidad en órbita de 28.000 kilómetros por hora. El aparato tiene ocho instrumentos y cinco de ellos fueron desarrollados en el país.
“El grupo (GrIDComD) que hizo el Data Collection Sistem (Sistema de recolección de datos) es un sistema muy parecido a uno francés que está en uso, pero este es nuestro. La idea es tener un receptor en el satélite para que cada vez que pase por arriba de un transmisor, que es muy chiquito, recoja los datos”, detalló Lorente. Y graficó: “El transmisor puede estar arriba de una tortuga, en un yaguareté o en un animal en extinción, entonces podemos estudiar parámetros ambientales”.
Por su parte, el ingeniero Sager resaltó: “Fue muy importante el trabajo realizado, ya que docentes y alumnos tuvieron la oportunidad de participar y ver luego de un año de trabajo, el lanzamiento del satélite junto a la comunidad”.
LAS MISIONES
Medir la salinidad y temperatura superficial del mar, velocidad de los vientos, concentración de hielos.
Proveer un mapa mundial de la salinidad superficial del mar.
Medir el efecto de la radiación cósmica sobre componentes electrónicos
Hacer perfiles atmosféricos de temperaturas
Identificar los puntos calientes en la superficie del suelo, para detectar riesgo de incendios
Realizar mediciones de humedad del suelo para prevenir inundaciones y otras catástrofes.
LOS NÚMEROS
320 m. de dólares requirió la inversión.
1.400 los kilos que pesa.
2.7 metros de diámetro.
7 metros de largo.
1.443 watts de potencia.
28.000 kilómetros por hora de velocidad.
657 la altura a la que orbitará.
14 las vueltas que dará a diario alrededor de la Tierra.
8 son los instrumentos con que cuenta el equipo.
5 los instrumentos construídos en el país.
2 los instrumentos construídos en la UNLP
ElArgentino.com
el dispensador dice: muchos son los hechos que te van marcando a lo largo de la vida, muchos de ellos dependen de la trascendencia que dichos hechos guardan para ti, para tu alma, para tus sentimientos, para tus afectos íntimos, algunos de ellos se corresponden con encuentros, otros con desencuentros, algunos pueden estar vinculados con la naturaleza y sus aportes, otros con circunstancias de esas que llueven en causalidades indescriptibles que te llenan el alma. A mis sesenta años, asistir a este logro de la ciencia argentina, el poder "saber" que hay mentes anónimas iluminadas para crear en un concierto de saberes y ciencias, mentes que luchan con sus rutinas y se imponen a sus propios condicionantes, hace que cierta extraña sensación corra por la espalda produciendo una emoción rara, hermosa, que no se traduce en un falso orgullo sino en una simple sonrisa de entender que muchos desconocidos ya han aprendido la lección y miran hacia adelante a sabiendas que la clave, la llave, está en agregar valor a lo poco o lo mucho que uno hace en sus tiempos durante la vida en los tiempos respirables. Me corre una lágrima de emoción en este mismo momento, derramando letras y palabras que evocan las sensaciones de aquellos que tuvieron la suerte de estar justo allí, en el preciso instante en su obra se eleva hacia los cielos en busca de inducir nuevos conocimientos mediante los aportes tecnológicos. La ciencia argentina supo tener luminarias que debieron emigrar ante la intolerancia militar, eclesiástica y política de todos los tiempos... supo tener luces que se apagaron lejos de sus suelos y sus afectos... supo tener capacidades que trascendieron las fronteras elevando la bandera con un singular sentido de patria y pertenencia, capacidades que se revelan mediante prudentes silencios y dedicaciones sin tiempos, entregas y compromisos creadores que suman a la sociedad como finalidad del simple de hecho de vivir. Muchos idos o expulsados no regresaron. Hoy, todo parece indicar que estamos regresando a "ser", con muchos arrefices y otros tantos escollos que nos tira encima la realidad contradictoria de un país que puede con otro que quiere, una porción que no quiere y algunos otros que sin decir nada, no les conviene. La ciencia es sinónimo de compromiso, dedicación y silencio, asumir los sabores del fracaso y transformarlos en esos raros éxitos causales que aporta la casualidad del método científico. Hoy, es un día de luz que quizás no sea considerado por muchos, sin embargo ello no le quita valor ni tampoco puede restarle significancia... Muchos son los aportes que Argentina ha hecho a la astronomía, a las ciencias espaciales, nucleares, a la medicina, y a los inmensos campos que ofrece la investigación y el desarrollo de eso que denominamos "saber", "saberes". Este paso, colocar un satélite propio en órbita terrestre, con un contenido tecnológico capaz de ver aspectos medulares que hacen a la vida humana en el planeta, aparece como un punto de inflexión entre lo que fue y lo que puede ser, de aquí en más. Una vez más, y como siempre, de nosotros depende... aunque esencialmente dependerá de las mentes jóvenes y sus ganas de "ser". Otra lágrima de emoción me corre por la mejilla, y me siento azul celeste y blanco, ¿qué más?. Junio 10, 2011.-
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