Ciencia
Nuevas imágenes del infernal Mercurio, reveladas por la NASA
La sonda Messenger obtiene fotografías en alta resolución de la extraña superficie agujereada del planeta y ofrece datos sorprendentes
abc / madrid
Día 17/06/2011 - 10.50h
NASA .
Una porción del hemisferio noreste de la superficie de Mercurio
La nave espacial Messenger de la NASA, la primera en órbita alrededor de Mercurio, ha obtenido nuevas imágenes en alta resolución de la superficie del planeta, el más pequeño y próximo al Sol del Sistema Solar. El trabajo de la sonda, que sobrevuela este enigmático mundo de aspecto infernal desde el 18 de marzo, ha proporcionado a los científicos importantes pistas sobre el origen y la historia geológica del planeta y ha ofrecido algunas sorpresas.
Desde hace tres meses, Messenger ha enviado decenas de miles de imágenes que muestran las características de Mercurio, pero estas son las primeras que tienen una alta resolución. La sonda ya había detectado con anterioridad misteriosos depósitos brillantes en forma de parche en el suelo de algunos cráteres, un rasgo que definía el rostro del planeta, pero del que poco se sabía y cuyo origen era desconocido.
Ahora, las fotos en alta resolución han revelado que estos depósitos irregulares son conjuntos de hoyos que varían en tamaño desde unos cientos de metros a varios kilómetros de diámetro. Estos hoyos están muchas veces rodeados por halos de un material reflejo y se encuentran en los picos y los bordes de los cráteres. «Son diferentes a todo lo que hemos visto antes en Mercurio o en la Luna», reconoce Brett Denevi, científico del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel (Maryland, EE.UU.) e investigador del equipo encargado de analizar las imágenes de Messenger. Los científicos todavía no tienen claro cuál su origen, aunque creen que son relativamente jóvenes.
Cráteres en la sombra
No ha sido la única sorpresa. Hace dos décadas, radares con base en la Tierra descubrieron cerca de los polos norte y sur de Mercurio en los que se creía que podía haber agua helada. Ahora, la nave ha confirmado que los cráteres del polo norte de Mercurio tienen una profundidad suficiente para que nunca hayan recibido la luz del Sol y los depósitos de su interior se encuentran permanentemente en la sombra.
La sonda también ha recogido numerosas mediciones de la composición química y la topografía de la superficie del planeta. Los datos confirman que los estallidos de partículas energéticas en la magnetosfera de Mercurio son la consecuencia de la interacción del campo magnético del planeta con el viento solar. Además, se han detectado grandes cantidades de azufre en la superficie, lo que puede haber contribuido a un explosivo pasado marcado por la actividad volcánica.
«Estamos ajustando una visión global de la naturaleza y el funcionamiento del planeta por primera vez», ha explicado el investigador principal de Messenger, Sean Solomon. «Tenemos que dejar a un lado muchas de nuestras ideas anteriores mientras las nuevas observaciones conducen a diferentes puntos de vista», ha añadido. El planeta sigue plagado de misterios.
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el dispensador dice: es curioso que los mayores descubrimientos astronómicos de la humanidad se hayan producido cuando no había instrumentos apropiados para ello, no había telescopios ni astrolabios, no había calculadoras electrónicas ni sistemas informáticos que simulaban las variables, no había radiotelescopios ni tampoco satélites controlados... indudablemente las neuronas de entonces superaban a las tecnologías minuciosas del hoy, del mundo contemporáneo donde aquello que no se ve, sencillamente se descarta, incluyendo al hombre y su dignidad... quizás, sólo quizás, será por eso que no se atiende al sufrimiento de las personas, de las especies denominadas "animales", o de aquellas otras llamadas "vegetales", omitiendo entender que todo es semejante y equivalente según los principios del todo... los padeceres se sienten, pero no se ven, entonces el prójimo disimula y sigue con su senda, cultivando las miserias que su escaso espíritu derrama en las soledades ajenas. Es curioso sí, saber que los mayas-quichés sabían del cosmos diez veces más que todo lo que describe la ciencia actual, a tal punto que lograron diseñar su mundo a una escala que reproduce cuidadosamente las indicaciones que provienen de aquel espacio lejano... tan curioso es saber que los persas hacían matemática cuántica a puro cerebro, gastando neuronas que les permitían saber la inclinación del eje terrestre sin siquiera "reconocer" su existencia... tan curioso como descubrir que los nubio-egipcios hacían hidráulica con la arena, del mismo modo que los urus y los mochicas sabían cómo elevar las aguas en plena cordillera de los Andes, miles de metros sin sistemas de sifón... indudablemente el hombre ha ido perdiendo capacidad al ganar densidad, le pesan sus pies, sí, pero más le pesa el alma que no reconoce la diferencia... son vaqueanos de huellas explícitas pero se ha perdido el legado del concierto de los oráculos donde las "iluminadas" colocaban sus anillos a los elegidos que podrían entrar y salir por los portales del espacio-tiempo provistos por la luz... entonces, nuevamente es curioso atender cómo las mayores escuelas filosóficas tuvieron lugar en el pasado lejano donde se priorizaba la ética por sobre cualquier "salario" (negocio) aportando equilibrios a la interpretación de la vida como árbol, como libro, como espíritu que por el solo hecho de existir merecía reverencia, respeto. Cómo hicieron los ptolomeicos para extinguirse en masa llevándose consigo una ciencia que nada tenía que ver con aquella que denigró el medioevo eclesiástico para ganar espacio y poder... o cómo hicieron los esenios para transitar cuatrocientos años de historia humana para cultivar un Jesús y luego evaporarse sin dejar otro rastro que sus manuscritos de comunidad, de ángeles y demonios, de misericordias y conveniencias... El hombre ha entregado sus capacidades a las máquinas y ellas suplen sus ocios. Así como se ha logrado la comodidad que ata los pies al suelo, ahora se está haciendo lo propio con las neuronas, dependiéndolas de una llave de luz artificial. Tenemos más, somos menos... Nos comunicamos más, nos escuchamos menos... Hay mucha inteligencia suelta, hay pocos sabios atrapados en sus torres... Sabemos más de la vida del otro, pero sabemos mucho menos de nosotros mismos... Hay una humanidad que circuló por la Tierra durante más de tres millones de años curándose con plantas y sabidurías genuinas... y en apenas cincuenta años tenemos una humanidad distinta, pastilla dependiente, que ya no sabe reconocer qué hoja sirve para esto o qué raíz sirve para esto otro, de allí que el árbol ya no guarde importancia alguna, más que para hornamentar un jardín de poderes vencidos, un jardín que se pretende patio para olvidar el sentido del yuyo y sus sonidos. Galileo representa un punto de inflexión en la historia humana, el momento en que la ciencia se rinde a la conveniencia de las soberbias del falso altar, del hombre sin alma, del corazón olvidado en el altillo de los desprecios, de la confesión que se vende al mejor postor para luego reclamar al cielo la gracia que se despreció. Acaso, cómo sabía el hombre de Mercurio, de Venus, de Marte, de Júpiter, de Saturno, de Urano, de Neptuno si no podía verlos...? cómo sabía de sus movimientos sidéreos si no tenía con qué calcular sus trayectorias...? Cómo sabía el hombre de los ciclos de 26 mil años de la galaxia en la cual estamos si no tenía idea de lo que significa el término "galaxia"...? Cómo sabía de los ciclos solares cortos y largos si no podía echarle su ojo...? Hemos asistido a una historia tergiversada por las miserias de las conveniencias, que tuvo el raro privilegio de mentirla agregándole el valor del sin-valor... y en dicho proceso el hombre se ha olvidado de vivir y apenas "pena" su tiempo respirable envuelto en la confusión de creerse dueño de un universo que no le pertenece, sobre el que no guarda derecho de propiedad, un cielo que ya no contempla con ilusión sino con la avidez propia de la depredación que le impone un sentimiento despojado de valores supremos y la necesidad de correr en contra de su propio mañana. Hubo otro tiempo, hubo otra ciencia como así también otra consideración de ella, hubo otro hombre donde el brazo suplía al abrazo, hubo otra mujer donde la mirada suplía el sentido de las palabras... Hoy, el hombre debe entender que no hay hombre sin verbo... la mujer debe entender que no hay mujer sin verbo... pero segundo a segundo nos alejamos de él, huyendo hacia la palabra innecesaria, omitiendo la esencia a la cual pertenecemos por herencia del verbo, robando manzanas de un paraíso perdido por el empecinamiento de pretender comer más que aquello que cuerpo demanda. Finalmente, no hay nada que el hombre no pueda hacer con su mente, salvo que permanezca encadenado a su negaciones, pero hoy la Tierra, el mundo humano, es un mero Prometeo retenido por cadenas de miopías. Junio 18, 2011.-
La industria militar, ajena a su impacto ambiental Las guerras son
devastadoras. El primer desastre es la pérdida de vidas humanas que
conllevan. Además de ese horrible impacto, los misiles, las bombas y el
armamento en general afectan directamente a las infraestructuras y los
lugares de conflicto.
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https://www.agenciasinc.es/Opinion/La-industria-militar-ajena-a-su-impacto-ambiental
Hace 1 hora
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