Oración
Fui señor en el tiempo de las sombras,
perfil de greda hecha escalofríos.
Cansancio fragmentado sin palabras,
temblor en la agonía del destino.
Miré mi pequeñez dubitativa,
desnuda, sin rencor, sin esperanzas.
A mis pies, un abismo sin sonido,
ante mis ojos, un páramo sin alma.
Desesperada, arañando las paredes
quise volver a la felicidad de antaño.
Antorchas invisibles se encendieron,
brotó la luz, iluminando la mañana.
¡Y COMPRENDÍ SEÑOR QUE LAS RESPUESTAS
ESTABAN DENTRO MIO SIN HALLARLAS!
Lydia Raquel Pistagnesi
http://poemasdelydiaraquelpistagnesi.blogspot.com/
SANTUARIOS PERDIDOS
busqué al Señor,
sonaron silencios...
busqué la reflexión,
se iluminaron pensamientos...
busqué la luz,
se encendieron los sentimientos...
pedí una mano,
se manifestó el desprecio...
busqué comprensión,
se alargaron los tiempos...
busqué misericordia,
apareció la discordia...
se hace culto en los templos,
pero se fabrican desiertos...
el término amistad,
es símbolo de "casualidad"...
se referencia al "verbo",
quienes construyen nidos de cuervos...
veo consciencias silenciadas,
veo ángeles tribulados,
los altares andan vacíos,
de genuinos sentimientos,
mientras el Señor espera oraciones,
se vacían los corazones...
el mundo se enseña denso,
hay miradas de piedra,
cuando buscas compasión,
se abren desfiladeros de disimulos,
lo que no se guarda en el alma,
no entrará en ningún capullo...
se alzan voces en los umbrales,
concierto de los silencios,
aquello que anuncia el manto,
serán fuentes de lamentos,
quien no atiende a sus promesas,
de su propio espíritu se aleja,
y cuando ello sucede,
tras segundas intenciones,
las facturas que se asumen,
son infiernos de sin razones...
veo mucha gente orando,
lo que se anda pidiendo,
no se anda reclamando,
del cielo llueven las gracias,
en las almas se acumulan desgracias,
quien no se persigna en su casa,
no halla luz en lo que le pasa,
y los santuarios se ven vacíos,
aún estando llenos de almas...
se han perdido los sentidos,
de los hechos y las esencias,
burlarse de sí mismo,
es condenarse a los abismos...
y las gentes se amontonan,
buscan culpas, cazan brujas,
los afectos se evaporan,
entre los desprecios que se atesoran...
las babeles se manifiestan,
los hombres no se encuentran,
en los ojos no se ven huellas,
apenas soledades y hasta ausencias,
cuando se pretende trampear el paso,
lo que te alcanza es el ocaso...
pero los humanos andan sordos,
algo los ha cegado,
lo que no entiende el hombre,
es que su tiempo ha sido marcado,
y cuando ello sucede,
entre signos y señales,
mensajes de raros profetas,
lo que se muestra es el manto,
entre destellos y llantos,
en los santuarios perdidos,
nadie atiende reclamos.
Septiembre 21, 2011.-
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