viernes, 2 de septiembre de 2011

VIAJE AL DESPUÉS ►Muerte 2.0 - 02.09.2011 - lanacion.com  

Arte / Muestras

Muerte 2.0
En la galería Ruth Benzacar coinciden las muestras de Martín Weber y Marina De Caro; desde lenguajes y perspectivas muy distintas abordan el tema del viaje interior


Por Leonardo Tarifeño | LA NACION


.
Una serie de fotografías documenta el dolor del padre y el hijo ante la muerte inminente. Hay que morir como se vive: con buen ánimo y rodeado de los amigos", sentenció Timothy Leary en su libro póstumo El trip de la muerte (1997). Emblema cultural de los años 60 y uno de los máximos agitadores en favor del uso del LSD, en mayo de 1996 Leary organizó la filmación de su propio fallecimiento, se propuso transmitirlo a escala global por Internet y, tal vez sin quererlo, se convirtió en el primer puente contemporáneo entre la tecnología y la muerte.

Años más tarde, ya en un tiempo que reemplazó la cultura lisérgica por la adicción a las pantallas, Sophie Calle presentó en la Bienal de Venecia 2007 el video de los últimos minutos de vida de su madre ( Pas pu saisir la mort ), una obra que conmocionó por la pasmosa naturalidad con la que exhibía el cruce entre intimidad expuesta, (presunta) intención artística y omnipresencia de la cámara.

Hoy, a poco menos de un lustro de aquella ¿provocación? de Calle, el argentino Martín Weber expone Mario. Saved Calls , en la que una serie de retratos de su padre (rematados por una imagen de Martín que acentúa el parecido entre ambos) conducen a un dark room donde un video filmado vía Skype muestra, sin anestesia, los instantes finales del anciano progenitor.

El sueño de Leary se cumple y se replica: la muerte reúne a los amigos, pero también, y sobre todo, a los desconocidos. La angustia íntima se transforma en dignidad 2.0. La filmación, artefacto y soporte a la vez, construye y testimonia una obscena despedida sin fin.

Weber se encontraba en Nueva York cuando su padre murió. "Este video es el último registro del tiempo que tuvimos y del tiempo que perdimos", se lee, a la entrada de la muestra. La actualidad enseña que las imágenes dicen más que mil recuerdos, pero el artista parece creer y descreer de esa lección de la época.

Por un lado, y ante una memoria que amenaza con desaparecer junto con el cuerpo de su padre, acude al rescate con la cámara-fetiche; por el otro, mientras lamenta la fuga del tiempo, admite que ese video fúnebre no captura el peso de una vida ni compensa la tristeza de un silencio compartido.

Para una era como la nuestra, que encuentra en las imágenes la mejor puerta de ingreso a la realidad, tal vez la conclusión más dramática de Mario. Saved Calls sea advertir que el video de una muerte por Skype impacta, pero difícilmente logra conmover. El ojo y el arte se han acostumbrado a la épica del abrazo voyeur . La luz perdida en las fotos de Mario dicen más que la lenta y sufrida respiración de su agonía para todo público. A pesar de su asombrosa e impúdica puesta en escena, el dolor aún es privado.

Al final del video, cuando Mario muere, unos camilleros levantan el cuerpo, lo envuelven y se lo llevan. El lecho final, por unos pocos minutos, queda vacío ante la cámara.

Acosado por esa soledad sin atenuantes, el espectador de Mario. Saved Calls se enfrenta a dos preguntas: ¿en qué se han convertido, él y el arte, para que la muerte por Skype no lo emocione? Y también: ¿el vacío de la cama se llena con este documento?.
.Muerte 2.0 - 02.09.2011 - lanacion.com  


el dispensador dice: hay temas que no se quieren pensar, que llegan solos por el simple hecho de vivir, pero la vida, a través de sus silencios, nos enseña que siempre hay un "antes"... un "antes" de mi mismo y mis circunstancias... un "antes" de mi gestación... un "antes" de mi alumbramiento... un "antes" de mi cuna... un antes que luego de transcurrir la huella del destino se transformará en un "después", aquel "antes" implica un indefectible "después"... un "después" de mi aliento... un "después" de mis sueños... un después que lleva hacia los umbrales de una vida sin cuerpo, de expresarnos como espíritu qué somos de cara a la eternidad, despojados de las tribulaciones que nos imponen los tiempos respirables, sus cargas, sus huellas y sus sombras. Dejamos el cuerpo, descartamos lo denso y regresamos al vapor del cual venimos, un vapor genuino que envuelve y sustenta a las almas en un más allá del que poco recordamos y del que mucho intuimos, pero del que no podemos despegarnos porque allí moran nuestros ancestros, quienes nos precedieron, pero también donde moran los que aún no son y llegarán mucho después de que nos hayamos ido... esto es, no los conoceremos aquí, en sus propias circunstancias, pero sí lo hemos hecho allá antes de recibir la "gracia" de ser un don expuesto. En dicho viaje colectamos afectos, los mismos que sembramos, también aquellos que negamos o aún los que nos atormentan. En el mundo de las ideas privan las esencias... los fundamentos del verbo causal, aquel motivo que impulsa a las existencias reales, esas que no alcanzan estados efímeros sino que perduran por siempre jamás sustentándose en dimensiones donde el tiempo es una entelequia y donde las paradojas no tienen lugar. De allí el sentido superior de paraíso, un estadio donde las almas se regocijan al verse liberadas de mochilas endilgadas, captadoras de estados de paz sublime donde Dios se manifiesta tal lo hace aquí en la Tierra, mediante las fragancias que emanan de los jardines donde todo está en reposo, ejerciendo el sentido de la luz sin tiempos. Ese después, ese regreso al manto, nos permite regresar el alma a su entidad "el espíritu" y elevarlos en agradecimiento a aquello que fue concedido para marcar una página, promover un brote, manifestar un fruto, ofreciendo ser savia de otras plantas o faro en otros mares... el hombre en sus apuros transita "actualidades", renegando del pasado tanto como de las incertidumbres que le provee el futuro... sin embargo, la línea es contínua y las geometrías proveen de lados y ángulos que brindan perspectivas extraordinarias... eres parte del problema cuando te integras a él... la vida en sí misma está libre de ellos, pero los destinos se embarran en falacias o en decisiones erradas, en mentiras, en engaños, en oportunidades lapidadas a favor de ventajas que se consumirán antes de verse reflejar sus logros o sus consecuencias... Cuando cruzas el umbral la vida se enrolla rápidamente sobre tí mismo y pasa sus imágenes recordándote que todo lo cursado permanece allí, eternamente, en el libro de la vida, en el árbol de la vida, y que nada que hayas hecho ha pasado desapercibido ante la mirada multifácetica del Señor, de tu ángel y de tu consciencia... léase, nada es burlable... de allí que cuando llegas al después, cuando ya formas parte del recuerdo de los otros, y eres tu propio "ayer", ves tu propia alma ante el espejo de la luz original, y justo allí se revela si has honrado la gracia por la cual se te concedió la "gracia" del viaje hacia el "mañana necesario", ese mismo que ya no tiene entidad, pero si huella... Septiembre 02, 2011.-

No hay comentarios: