La Alhambra cierra la puerta a Siza
La Junta andaluza rechaza el proyecto al asumir un dictamen que lo califica de invasivo
Madrid / Sevilla
Simulación virtual de la nueva entrada a La Alhambra, diseñada por Álvaro Siza y Juan Domingo Santos. KLM ENTERTAINMENT
La Alhambra le ha cerrado la puerta a Álvaro Siza. El proyecto que el arquitecto portugués, premio Pritzker en 1992, y su colega granadino Juan Domingo Santos realizaron para la nueva puerta de entrada al monumento nazarí no se construirá por decisión de la Junta de Andalucía.
La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, trasladará hoy a la comisión técnica del Patronato de la Alhambra y del Generalife que asume el último informe de Icomos Internacional, la entidad consultiva de la Unesco, que considera el proyecto “invasivo” y de “impacto negativo en el valor universal excepcional de este monumento Patrimonio Mundial”. El conjunto monumental granadino, que forma parte del club de la Unesco desde 1984, es el segundo más visitado de España (2,5 millones de personas en 2015), después de la Sagrada Familia de Barcelona.
El nuevo atrio, que iba a ser construido en el espacio que ocupan actualmente las taquillas y un aparcamiento, contaba con un presupuesto de 45 millones de euros. Esa cantidad, en opinión de algunos agentes culturales de la comunidad, podría ser la verdadera causa de la marcha atrás que la Junta de Andalucía ha dado en este asunto. Un proyecto que el PSOE —que gobierna la comunidad— vendió como una de sus prioridades en la última campaña electoral.
Álvaro Siza y Juan Domingo Santos lamentaron ayer la decisión de la Junta: “Un jurado compuesto por 16 dirigentes de 13 instituciones públicas del mundo de la cultura andaluza y nacional respaldaran por unanimidad nuestro proyecto, presentado en el concurso internacional Atrio de la Alhambra convocado en junio de 2010”, recordaron en un comunicado remitido a este periódico a través de un correo electrónico.
La Junta de Andalucía se hizo eco del rechazo social contra el proyecto de Siza y se comprometió públicamente a asumir el dictamen final del organismo de la Unesco al considerarlo la “máxima autoridad en materia de patrimonio mundial”, señaló la consejera Aguilar.
Icomos Internacional ha reclamado la paralización del proyecto, que en estos momentos estaba en fase de exposición en entidades patrimoniales de todo el mundo, y que sea “reconsiderado de forma completa”. Lo califica de “invasivo” y considera que incluye espacios para servicios que pueden prestarse en otro lugar. La misma entidad recomienda que cualquier alternativa vaya acompañada de una “evaluación de impacto patrimonial”.
“¿CÓMO QUE NO ESTÁ INTEGRADO?”
“Nos preocupa profundamente el criterio poco fundamentado del que se ha valido la Administración andaluza para paralizar un proyecto que el conjunto monumental y Granada necesitan para hacer frente a la Alhambra del futuro”, respondieron ayer Siza y Santos tras conocer la decisión de la Junta.
“¿Cómo es posible argumentar que el proyecto no está integrado y es invasivo en el paisaje cuando el jurado remarcó que una de sus principales virtudes era su integración en un lugar tan sensible e intervenido desde los años cincuenta del pasado siglo XX?. Nos preguntamos cuáles son las razones verdaderas para paralizar un diseño que en su día fue aprobado por unanimidad por todas las instituciones representadas en el Patronato de la Alhambra”, sentencian ambos profesionales autores del proyecto que ganó el concurso internacional el 22 de febrero de 2011 con un jurado compuesto por los máximos responsables de la gestión cultural y patrimonial de Andalucía.
“Estoy totalmente de acuerdo con la decisión que ha tomado la consejera, porque ese era el compromiso que alcanzó con la ciudadanía”, apuntó ayer Reynaldo Fernández Manzano, director de la Alhambra “De momento, el proyecto se aparca porque no es una prioridad. Nos centraremos en la restauración del conjunto y en la recuperación del patrimonio en el barrio del Albaicín”, añadió.
A partir de este informe, la Consejería de Cultura trasladará hoy su decisión al patronato y la necesidad de crear “una misión consultiva para asesorar en la elaboración de una estrategia sobre cómo abordar la recepción de visitantes al monumento”.
El nuevo acceso fue planteado por la anterior dirección del patronato para adecuar los servicios de entrada a un público “más diverso y con unas necesidades concretas”. Se quería también adecuar la zona, los servicios de información, la atención al público y la distribución de las taquillas. El proyecto incluía un pequeño salón de actos para la emisión de documentales en 3D y una oficina de información turística y una sala de exposiciones.
Respecto al paisaje del conjunto monumental, la intención era la recuperación de las perspectivas visuales obstruidas desde el extremo sur de la fortificación, así como los perfiles de las casas de labor de la Mimbre y el paseo de los Cipreses.
El proyecto de Siza respondió a estas demandas con una intervención que proponía recuperar las antiguas terrazas agrícolas con una sucesión de plataformas con patios de sombra y agua. Desde este espacio de transición previo al recinto monumental, se pretendía devolver la visión de la Torre del Agua, la Puerta de los Siete Suelos y las murallas del recinto.
La idea de los arquitectos era vincular las zonas verdes que preceden al recinto a la entrada al mismo. Bajo ese jardín elevado y con pérgolas de hiedra y parra virgen, se situaba la gran entrada al atrio, un amplio vestíbulo soterrado a la altura de la Plaza de la Alhambra y que conjugaba la luz y el agua como elementos fundamentales para servir de introducción a la Alberca o los Arrayanes de la Alhambra.
Siza se impuso en el concurso a otros cuatro finalistas: Guillermo Vázquez Consuegra, Cruz y Ortiz Arquitectos, Antonio Tejedor y Manuel Aires, y el equipo formado por el granadino Antonio Jiménez Torrecillas y Carrilho da Graça.
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