
el dispensador dice: a veces el horizonte se distorsiona... a veces la distancia no proporciona... a veces la dimensión no atesora... a veces la superposición no da la hora... a veces las visiones se superponen... a veces es aberrante todo aquello que se supone... a veces se cree todo aquello que se desconoce... a veces no se entiende ni siquiera lo que se reconoce... a veces alguien teje mientras algún otro descose... a veces el que cose no comprende que el remiendo provocará sensación de roce... a veces la lente deforma lo que traduce... a veces la vista se nubla mientras alguna lágrima la cubre... los planos coexisten mientras alguien cree que vive... a veces los planos se mezclan mientras quien respira se asume a sí mismo como verdad sublime... nadie es cuando se lo reprime... nadie es cuando se lo exprime...

no puedes transitar la vida con zapato ajeno... no puedes abstraerte de tu esencia aún estando muerto... porque el espíritu late... mientras busca puerto... porque el alma navega... mientras es trascendente el remero...

Carmen Sedemiuqse Esquimedes

puedes compartir las sensaciones, pero no puedes compartir los sentimientos, porque cada uno de ellos pertenece a una esencia que se corresponde con la gracia de un espíritu abierto... siendo que abierto es brotado y en su huerto... siendo que abierto es que se trata de algo único, aún cuando haya parecidos caminando por el mismo desierto... todo es distinto cuando se abordan las fronteras de los sentimientos... la estrella de uno, aún cuando sea la misma, es distinta a la del otro... porque difiere el momento de la elección que derivó de un descubrimiento, y antes de éste, hubo una sintonía zodiacal que llevó a que se calibraran los sentidos de la búsqueda de aquello que necesitaba ser elegido, siendo que ha sido la estrella la que ha elegido conectar con tal o cual espíritu... ¿puede que de allí hayas venido?... tal vez... puede que sea que hacia allí vas dirigido...

no se puede vivir lo que se niega... no se puede vivir lo que se evita... no se puede escapar del propio destino... como no se puede escapar de la gracia concedida... porque para eso es la vida... respirarla no transfiere sentido a lo que se escriba...

luego... no hay huella si no hay sombra... y así como la huella es única, la sombra también lo es... ambas se corresponden en un equilibrio cuántico que da sentido al momento en que convergen... cuando no está vigente el motivo, ya no hay huella, tampoco sombra... aún cuando el alma desesperada busque impregnar su sello en una alfombra...

cuando descubres la idea que te moviliza, justo allí (y no antes) te descubres... si no encuentras la idea es porque tampoco has encontrado la fuente, y ante su falta, no es la sed lo que te gana, sino el tiempo que te avasalla. MARZO 16, 2017.-
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