CUARTA PARTE: continuidades desconcertantes por "el dispensador": un viejo refrán tibetano reza... "si quieres conocer tu futuro, mira lo que estás haciendo en este momento"... sucede que la felicidad se construye a partir de cada cosa que haces... porque cuando "haces" creas energías que a su vez desplazan otras energías... no ves ni percibes las que produces... tampoco ves ni detectas las que desplazas... pero... pero... pero... cuando las energías se mueven, modifican el sentido de las circunstancias, y éstas (circunstancias) te envuelven, cambiando el rumbo de tu destino, a veces poco, a veces mucho, a veces algo, a veces... aparentemente... nada... pero las energías buscan su orden... porque debes comprender que las energías no generan caos, sino que construyen, siempre, su propio orden, porque así está establecido desde la creación, y dado que ésta se pronuncia a sí misma... las fuentes siempre se conservan... más allá de las intenciones del hombre y sus desatinos... más allá de las mujeres y los propios (desatinos)... porque las energías están sometidas a la misma regulación que mantiene al universo visible en equilibrio, y los universos invisibles también...
nada en el universo es casual...
todo el universo es causal...
nada en lo intangible es casual...
todo en lo intangible es causal...
aún cuando no quepa ni se condiga con el razonamiento humano...
aún cuando no entre ni se corresponda con la intencionalidad humana...
ya que la creación y sus respectivos órdenes, no son humanos...
justamente, la felicidad no puede ser sostenida en un castillo de naipes, porque la felicidad es una cuestión del espíritu, por ende del alma, por consecuencia... de la consciencia...
y para comprender el sentido de la felicidad como sensación y sentimiento, es necesario entender que la paz interior y la paciencia que la encapulla, demandan tener una entidad desarrollada desde y por el alma... esto es que necesitan una siembra constante consecuente con un aprendizaje contínuo... no hay paz desde la guerra... no hay paciencia desde la intolerancia... no hay ni paz ni paciencia en el desprecio... lo que te quita la paz, te devora... lo que te consume la paciencia, te produce un daño que deriva en descender a la altura del dolor y la pena, y cuando ello ocurre, ya no eres tú mismo sino el dolor y la pena que han sembrado en ti...
por ello, la paciencia tiene la profunda significancia de hacer prevalecer la "aceptación" en paz... de que las cosas pueden suceder de modo distinto al que la mente quiere, desea, desearía, querría, supondría que deben ser... porque cada cosa tiene entidad propia por fuera de la intencionalidad humana...
hay una voluntad por fuera de tu voluntad y de la voluntad y la intencionalidad ajenas...
la voluntad suprema moviliza y "mueve" las energías teniendo como horizonte el orden del "paso que sigue"... la colisión, entonces, no es tal sino unión...
el universo visible está repleto de puentes que el hombre no ve y desconoce...
los universos invisibles están desbordantes de puentes y conexiones de las que el hombre, en sus apuros, no tiene consciencia alguna...
dicho de otra forma, cuando ves el árbol, no ves las raíces... pero dicho árbol contiene una paz que tu no tienes... y que además... desconoces... acaso, ¿lo has escuchado hablar?... no puedes, como tampoco entiendes el lenguaje de las piedras, sin embargo, en el universo todo habla, todo el tiempo... mientras que para la sapiencia humana... todo es estática...
CUARTA PARTE: los raros caminos que llevan hacia las fuentes... por "el dispensador": un mediodía de 1976, fui enviado a las alturas mineras de Jujuy... un mundo desconocido en parajes inaccesibles... mis intenciones iban en una dirección, pero las órdenes iban en otra distinta... tal vez había motivos para ello, ¿cómo saberlo?... desde San Salvador de Jujuy en ómnibus hacia alturas imposibles... que mil metros... que dos mil metros... que tres mil metros... que cuatro mil metros... que cinco mil metros... el viaje no era tedioso... las visiones se mezclaban con sueños cargados de señales... escasa gente viajando a semejante cometido... agreste con mucha vida... piedra con mucho verde... y algo más... indescifrable... pero algo más... ya no había ruta ni pavimentos... todo era ripio y distancia... todo era color y latencia... volaba la tierra dentro del propio micro-ómnibus... y las pocas gentes iban envueltas en sus miradas y sus silencios... sólo se escuchaba el motor rugiente de dolores de poco oxígeno y mucho esfuerzo... cruzar ríos de amplios cauces... poco profundos pero con mucho torrente... cielos eléctricos besando cimas, nevadas algunas, con hielos otras, a puro piedra el resto... el paisaje evitaba que pensara en los propios dramas y en las otras penas que arrastraba la confusión de mi alma... a la distancia de casi dos mil kilómetros podía escuchar los repiques de almas sin paz, demandantes de bienestares, reclamando comodidades, desparramando desprecios disfrazados de sonrisas... pero algo desvirtuaba el don de nacer de manto... y la atención regresaba a lo que ofrecía la circunstancia... demasiado universo para mi solo... el viaje casaba porque la confianza revoloteaba sobre quien conducía... vaqueano de curvas y contra curvas... vaqueano de precipicios sin fin... velocidad sostenida y motor que huele a quemado... nunca dejar de acelerar para que no se apune... bravo el trayecto... no importa la hora... vas y te quedas... permaneces donde sea... en medio de un remolino de polvo y piedra alcanzamos la meta de altura, estamos a cinco mil metros, perdido en medio de la cordillera andina... el ómnibus se detiene... el motor se calla... sin mediar palabras los pocos pasajeros descienden de uno en uno... yo, el último... saludo y agradecimiento por llegar... y ves que cada uno comienza a caminar hacia la nada... ¿ya regresa a Jujuy?... no, me quedo aquí durante la noche y mañana vuelvo... estos caminos no permiten aventuras ni errores, mucho menos cuando los faros no muestran todo lo necesario... o sea que regreso con Usted... desde luego... mañana nos vemos... si Dios quiere... desciendo, miro... nada... una capilla de estilo colonial... escasas construcciones de adobe con techos de caña y paja... no es caña, es cardón... ah! bueno, voy aprendiendo... poco aire... ¿hay dónde alojarse?... en la casa de doña Eulalia... allí voy, y buenos días, como le va... ¿de dónde es?... no quiera saberlo... me envían a la mina... ¿es muy lejos?... y lleva sus horas hasta llegar a ella, pero para qué quiere ir hasta allá?... es que tengo que hablar con el gerente... no hace falta que vaya, entonces... el llega a aquí en unas horas... viene en camioneta... ¿cómo se llama?... Eleuterio... ¿Eleuterio?... sí, por?... no, me suena raro no más... venga... aquí se aloja esta noche... pero le aconsejo que duerma sentado y en cuclillas, porque cuando baja el Sol el frío se volverá insoportable, más para Usted que viene disfrazado de llanuras... ¿nadie le dijo que tenía que traer abrigo del bueno?... no... es una imprudencia... veré qué le puedo prestar para que duerma, sentado, y si necesita algo me lo pide...
te estás dando cuenta que el mundo no es como creías que era...
y hasta que venga el gerente... ¿dónde puedo ir?... Usted tiene cara de bueno, camine una hora hasta el cementerio... me lo agradecerá... dice algo más pero no le entiendo... habla aspirado y no se me abren las neuronas...
salgo a caminar... SOL duro... camino en soledad absoluta... camino en mi propio silencio...
media hora?, tal vez... una hora?, quizás... dos horas?, vaya a saber... allá veo cruces... que raro es esto, no hay nadie a la vista... pero siento que alguien observa...
te sientes mirado... pero no ves a nadie...
te sientes rodeado... pero no hay nadie alrededor... nadie que se vea...
ya estoy entre medio de tumbas que deben tener mucho más de cien años?... doscientos años... ésa de allá dice 1786... no... no puede ser... y esta de acá dice 1894... despintada, pero lo dice...
¿cuántas son?... diez... no más... quince... más... una veintena... esta gente vivía aquí en tiempos donde no había más que suelo y cielo... lindo morirse en estos lares... tienes todo el espacio para vagar almas... hermoso... cautivante... uy!, ¿qué es aquello?... un manantial... ¿a esta altura?... sí, una fuente de la que brota agua, y mucha... claro es la fuente de este arroyo que desaparece entre las piedras allá en la ladera este... qué belleza!... me quedo contemplando semejante realidad irreal... nadie sabe que existe esto... bueno sí, porque está a unos cien metros de las tumbas, y alguien trae flores de papel... de repente veo que se acerca alguien... despacio... casi emergiendo de la nada... buenos días... mirada... buenos días, por segunda vez... mirada... buenos días, por tercera vez... se detiene, me mira, extiende su mano... buenos días como respuesta... le gusta el manantial?... es admirable, como respuesta... beba de él... le bendecirá el alma y Usted lo merece... adiós... adiós... otra vez la inmensidad y la soledad... no me pesa... me acerco y me mojo la frente... los ojos... los labios... esta vez voy a beber...
escucho en mi interior: "sigue siempre el sentido de las fuentes"...
esto no tiene precio, pienso para mis adentros... y no sin incomodidad, doy vuelta sobre mis pasos y encaro el camino de regreso... esta experiencia se me ha estampado en el alma...
¿dónde es que tuvo lugar este hecho?... cerca de La Huacalera... más arriba... en parajes de antaño y donde el futuro se oxida...
se oxida..., se oxida? o algo parecido... pero no estamos sobre el trópico de Capricornio?... sí, por aquí dicen que pasa... pero nadie lo ha visto...
pero si nadie lo ha visto... ¿cómo saben que pasa por aquí?... bueno, es cuestión de geógrafos... démoslo por sentado... ¿para que vino hasta aquí?, me enviaron de... no tiene importancia... Usted, ¿bebió del manantial?, sí... no hay nada más que hablar... su alma vagará por estas tierras hasta que regrese... ¿que regrese dónde?... a aquí... de aquí nadie se va, menos si ha bebido del manantial... ¿y eso por qué?... así lo decían los ancestros... hace miles de años... pocos son los que conocen el manantial, muchos menos son los que beben de él... Usted es un bendecido... dé gracias en la capilla, que para eso está... está comenzando a hacer frío... que le presten un poncho... no tiene idea lo que es el frío a estas alturas...
en los años setenta estos parajes eran sembradíos de soledades... y esa verdad... me fui, pero mi alma quedó rodando por allí... ¿esto pertenece a la Argentina?... los políticos no lo saben, tampoco les importa... estas gentes no están en ningún registro, excepto cuando hay que votar... qué desidia!... así es el poder... aquí sólo venía el Inca... su estirpe y su linaje... desde que impera occidente, nada es igual... subsistimos... pero nadie sabe que existimos... a nadie le importamos... quizás sea mejor así... el hombre blanco es peligroso, carece de alma y anda falto de sentimientos... le aseguro que le irá muy mal... ni lo diga, veo lo mismo que Usted... por eso pudo beber del manantial. JULIO 09, 2017.-
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
regresé muchas veces a varios lugares de la Puna. La experiencia se repitió una veintena de veces en distintos escenarios... aprendí a beber de las fuentes... ya no tengo sed... he sido bendecido... y soy un agradecido de la vida, ojalá que mi madre Juanita me haya visto... sí, ella y otros te han visto, asomados al portal cuántico de los espíritus, ya verás, te lo harán saber... no te olvides de esta lección, ¿cómo hacerlo?, algo me une a estas piedras, no puedo explicarlo, pero algo me une... las oigo hablar. JULIO 09, 2017.-
Colonia Hinojo fue la "fuente" del primer encuentro... o bien, fue el primer encuentro con "la fuente".
Capilla del Monte fue la "fuente" del segundo encuentro... o bien, fue el segundo encuentro con "la fuente", distinta a la anterior, pero equivalente.
Sierra Grande fue la "fuente" del tercer encuentro... o bien, fue el tercer encuentro con "la fuente", distinta a la anterior y con agregados de valor.
no fue en Huacalera mismo, pero cerca o no tanto se produjo el cuatro encuentro... y fue un antes y un después definitivo... la felicidad que tuve allí en el manantial, no puede traducirse a palabras...
como siempre, las pinturas son pertenencia del genio de mi hermana del alma... y las fotos, que nada que ver con mis recuerdos, vienen de la galería de imágenes de Google... la vida se entreveró para que no me quedase un sólo registro fotográfico de aquellos años... pero la memoria contiene todo, y allí no hay accesos a la miseria humana ajena... mucho menos a la inconsciencia imprudente de las segundas intenciones que intentan apoderarse de aquello que no les pertenece... ya te lo dije, huelo las segundas intenciones, puedo ver las auras, y debe ser porque nací de manto. ah!, antes de irme, puedo escuchar las mentiras a miles kilómetros... ¿por qué será?... a nadie le importa, ya te lo dije.
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