La “nariz” que detecta el cáncer
Para descartar la presencia del cáncer de mama, los pacientes ya no deberán someterse a la autoexploración, los estudios de mastografía o el análisis de una biopsia. Sólo será necesario que soplen un globo metalizado y una nariz electrónica evaluará si en el aliento hay compuestos volátiles asociados a la enfermedad. Ésa es la propuesta de Labinnova.
La empresa, fundada en 2017 por Omar Ornelas, busca promover el uso de exámenes clínicos en muestras de aliento para detectar enfermedades en etapa temprana. En esta primera fase, está enfocada en el cáncer de mama. “(El método) es fácil, sin dolores, sin radiaciones, mucho más económico y menos traumático para los pacientes”, destaca el emprendedor, que tiene 22 años de experiencia en el área de diagnóstico clínico.
La historia del emprendimiento comenzó hace cuatro años en Manhattan, Nueva York. Durante una cena, Ornelas conoció a Michael Phillips, científico especializado en aliento humano y CEO de la empresa de pruebas de aliento Menssana Research. Al presentarse, ambos identificaron que podían trabajar en conjunto para incursionar en el diagnóstico médico bajo una metodología diferente.
“Phillips había desarrollado la manera de encontrar moléculas de cáncer de mama en el aliento, pero le faltaba el algoritmo. Y yo soy especialista en economía de la salud y tengo experiencia en estadística, así que juntos terminamos el proyecto”, explica Ornelas, de 52 años.
Validación de la Cofepris
Después de una inversión de un millón de dólares, de recabar miles de muestras de pacientes en México, perfeccionar el algoritmo, realizar exámenes de validación y probar que la tecnología tiene 99.5% de certidumbre, decidieron iniciar la etapa de comercialización de los equipos de análisis.
Hospitales públicos y privados, consultorios médicos y cadenas de laboratorios en México han emitido órdenes de compra para adquirir la tecnología, que, actualmente, se fabrica en Estados Unidos.“Ya tenemos validación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y, en una primera fase, colocaremos estratégicamente 35 equipos en México”, afirma el fundador de la empresa, que cuenta con seis empleados distribuidos en investigación, búsqueda de mercados y alianzas comerciales.
La distribución iniciará en enero de 2018 y concluirá a finales de ese mismo año. Su meta es que, al menos, cada estado del país cuente con una nariz electrónica que atienda la demanda del mercado. El siguiente paso será ampliar el espectro de enfermedades que puede diagnosticar el sistema. El próximo objetivo es el cáncer de pulmón.
Constanza Riveros, CEO de la aceleradora de negocios NUMA, afirma que el desafío de los emprendimientos de salud, como Labinnova, es insertarse en el mercado con una propuesta innovadora. “Están en desventaja en cuanto a la exposición que tienen otras empresas más grandes”, dice la especialista. Para lograrlo con éxito, recomienda ser creativos en la estrategia de marketing y generar un vínculo directo con los pacientes, antes que con los médicos.
Los datos:
750 pesos costará la prueba para los usuarios finales.
Así funciona: El equipo que adquieran los hospitales, consultorios médicos o cadenas de laboratorios estará conectado a una nube de datos que analizará la prueba y regresará los resultados 12 minutos después de que fue tomada la muestra.
Pruebas: Desde 2015, Labinnova trabaja con el Instituto Jalisciense de Cancerología para realizar validaciones. Además, ejecuta un protocolo de investigación de manera conjunta con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Modelo de negocio: La fuerza de venta se concentra en establecer alianzas estratégicas con consultorios médicos, laboratorios y farmacias para distribuir los equipos.
La diferencia entre el precio final para los aliados y el costo para los pacientes será la utilidad, un porcentaje de cada examen se pagará a Michael Phillips, quien no es socio de Labinnova.
Fuente: Expansión
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