viernes, 15 de junio de 2018

Puertas a otro universo, origen alternativo para las ondas gravitacionales - INVDES

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Puertas a otro universo, origen alternativo para las ondas gravitacionales

Físicos teóricos han planteado una alternativa al origen de las ondas gravitacionales: en lugar de agujeros negros proponen agujeros de gusano que se pueden atravesar para aparecer en otro universo.
Los científicos han deducido la existencia de agujeros negros a partir de una multitud de experimentos, modelos teóricos y observaciones indirectas, como las recientes detecciones de las colaboraciones LIGO y VIRGO, que se cree que se originan en la colisión de dos de estos monstruos gravitacionales oscuros.
Pero hay un problema con los agujeros negros: presentan un borde, llamado horizonte de sucesos, del cual nada puede escapar. Esto está en conflicto con la mecánica cuántica, cuyos postulados aseguran que la información siempre se preserva, no se pierde.
Una de las formas teóricas de lidiar con este conflicto es explorar la posibilidad de que los supuestos agujeros negros que “observamos” en la naturaleza no sean tales, sino más bien algún tipo de objetos compactos exóticos (ECO), como los agujeros de gusano, que no tienen un horizonte de sucesos.
“La parte final de la señal gravitacional detectada por estos dos detectores, lo que se conoce como ‘ringdown’, corresponde a la última etapa de la colisión de dos agujeros negros, y tiene la propiedad de extinguirse por completo luego de un corto período de tiempo debido a la presencia del horizonte de sucesos”, explican los investigadores españoles Pablo Bueno y Pablo A. Cano de KU Leuven University (Bélgica), citados por la Plataforma SINC.
“Sin embargo, si no hubiera horizonte, esas oscilaciones no desaparecerían por completo, sino que, después de un cierto tiempo, producirían una serie de ‘ecos’, similar a lo que sucede con el sonido en un pozo. Curiosamente, si en lugar de agujeros negros , tuviéramos un ECO, el ‘ringdown’ podría ser similar, por lo que necesitamos determinar la presencia o ausencia de los ecos para distinguir los dos tipos de objetos “.
Esta posibilidad ha sido explorada teóricamente por varios grupos y ya se han realizado análisis experimentales experimentales utilizando los datos originales de LIGO, pero el veredicto no es concluyente.
El equipo de la Universidad KU Leuven, en el que también participó el profesor Thomas Hertog, presentó un modelo que predice cómo se detectarían las ondas gravitacionales causadas por la colisión de dos agujeros de gusano rotativos.
Las señales de ondas gravitacionales observadas hasta ahora se han extinguido por completo después de unos momentos como consecuencia de la presencia del horizonte de sucesos. Pero si esto no existiera, estas oscilaciones no desaparecerían del todo; más bien, después de un tiempo, habría ecos en la señal, que pueden haber pasado desapercibidos hasta ahora debido a la falta de modelos o referencias teóricas con las que comparar.
“Los agujeros de gusano no tienen un horizonte de sucesos, sino que actúan como un atajo de espacio-tiempo que se puede atravesar, una especie de garganta muy larga que nos lleva a otro universo”, explica Bueno, “y el hecho de que también tienen cambios de rotación ondas gravitacionales que producen”.
Según el estudio, publicado por Physical Review D, los gráficos obtenidos con el nuevo modelo no difieren mucho de los registrados hasta ahora, a excepción de los ecos, que actúan como un claro elemento diferenciador.
“La confirmación de los ecos en las señales de LIGO o Virgo sería una prueba prácticamente irrefutable de que no existen los agujeros negros astrofísicos”, dice Bueno, y agrega: “El tiempo dirá si estos ecos existen o no. Si el resultado fue positivo, sería uno de los mayores descubrimientos en la historia de la física “.
Fuente: europapress.es

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