Xinjiang, un oasis en la Ruta de la Seda
Xinjiang (新疆, Xīnjiāng) se ubica en la frontera noroeste de China. Su situación fronteriza la convirtió en un punto clave de la Ruta de la Seda que la atraviesa de este a oeste. Son muchas las ciudades-oasis y los monumentos que fueron testigos del esplendor de la milenaria ruta.
La Región Autónoma Uigur de Xinjiang (新疆维吾尔自治区) es una de las cinco regiones autónomas de minorías étnicas del país. Limita con las provincias de Gansu y Qinghai al este y Tíbet al sur. El resto del territorio comparte fronteras con ocho países: India, Pakistán, Afganistán, Tayikistán, Kirguistán, Kazajistán, Rusia y Mongolia. Su extensión, de aproximadamente 1.660.000 km2, la convierte en la región más grande de China.
Esta región, que goza de un clima continental y seco, registra su zona más calurosa en la depresión de Turpan (吐鲁番盆地), que también lo es del país, y en donde se han llegado a registrar máximas cercanas a los 50ºC. En invierno los termómetros descienden a temperaturas negativas en la mayor parte de la región. A diferencia de otras zonas de China, el comienzo de la primavera no es la mejor época para visitar la región debido a las tormentas de arena que se originan con frecuencia. Los mejores meses para disfrutar de Xinjiang en todo su esplendor son junio, septiembre y octubre.
La escasez de precipitaciones, la media anual se sitúa en torno a los 150 mm, hace que la agricultura dependa, en gran medida, del sistema de regadío conocido como qanat. Se trata de un milenario método de irrigación, originario de Oriente Medio, que toma el agua de los acuíferos y la transporta a través de túneles subterráneos. Los cultivos estrella de Xinjiang son los melones de Hami, las peras de Korla y las uvas de Turpan.
La población, de aproximadamente 23.600.000 (est. 2015), es en su mayoría han y uigur. De las decenas de etnias de la región, también destacan los kazajos, los mongoles o los hui. Su situación estratégica en la Ruta de la Seda es la que ha forjado el carácter multicultural de esta región y la hospitalidad de sus gentes.
Urumqi, la capital fértil
Situada en un cinturón de fértiles oasis, alimentados por las aguas provenientes de la cordillera Tian o Tianshan (天山), se encuentra la capital, Urumqi (乌鲁木齐, Wūlǔmùqí). Su nombre, que quiere decir “buen pasto” en idioma mongol, hace honor al productivo enclave en el que se encuentra, en la falda norte de Tianshan, rodeada por montañas en tres de sus lados y atravesada por el río Urumqi. Su privilegiada ubicación la convirtió en una de las principales ciudades de la Ruta de la Seda durante la dinastía Tang (唐朝, 618-907).
Capital desde el siglo XIX, con unos 3.550.000 habitantes (est. 2015), es la ciudad más grande e importante de la región. Entre los lugares de interés destaca el museo de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, de obligada visita para todo aquel que llegue atraído por la estela de la Ruta de la Seda. La joya del museo es la “Bella de Loulan” (楼兰美女), una momia de mujer descubierta el siglo pasado por un grupo de arqueólogos chinos en la zona de Lop Nor (罗布泊). Estos restos humanos, de unos 4.000 años de antigüedad, marcaron un hito arqueológico porque tanto la momia como los otros cuerpos hallados tenían rasgos caucásicos.
Un gran edificio de estilo arquitectónico uigur alberga el mercado de Erdaoqiao. En él se puede encontrar artesanía típica de esta etnia, frutos secos, jade de Hetian o instrumentos musicales autóctonos.
En el corazón de la ciudad se alza la Colina Roja (红山), uno de los símbolos de la capital, y que recibe su nombre del color de la roca. Sobre la cima se alza una pagoda de unos 10 m de altura.
En la Ruta de la Seda
A unos 200 km al sureste de la capital, se encuentra Turpan (吐鲁番), un estratégico lugar en el comercio de mercancías de la Ruta de la Seda. La ciudad se halla en la depresión del mismo nombre, a 155 m bajo el nivel del mar. Debido a su peculiar orografía, los veranos son muy sofocantes, de ahí que se haya ganado el sobrenombre de la “tierra de fuego”. Uno de los sitios más emblemáticos es el minarete Emin, construido en el siglo XVIII en honor al general Emin Hoja y a su hijo.
Para aplacar el calor de locales y visitantes, a lo largo y ancho de la ciudad hay instaladas pérgolas de donde cuelgan parras de uva, cultivo por excelencia del lugar, y que proporcionan una agradable sombra en los meses más calurosos. El uso de la uva para elaborar vino cuenta con una larga historia en la región. Ya en el año 138 a.C. la dinastía Han (汉, 206 a.C.-220 d.C.) advirtió que aquí se utilizaba la vid para elaborar alcohol. Tal es la importancia de este fruto en la ciudad que desde 1990, entre finales de agosto y principios de septiembre, se celebra el festival de la Uva de Turpan Ruta de la Seda, para celebrar la cosecha anual.
A unos 40 km al sureste de Turpan, a los pies de las Montañas de Fuego, se sitúa la antigua ciudad de Gaochang, que estaba compuesta de tres partes: la ciudad exterior, la interior y la palaciega. A tan solo 6 km se encuentran las Tumbas de Astana (阿斯塔那古墓), que era el cementerio público de la antigua urbe. Más de 400 sepulturas han sido desenterradas en este complejo, así como un gran número de objetos de valor histórico como libros, pinturas, porcelana, piezas de oro, prendas de seda y otros.
Las ruinas de Jiaohe también merecen una visita. Establecida con propósitos defensivos, es una de las mayores y mejor conservadas ciudades antiguas de China. Rodeada por el desierto de Taklamakán, y las montañas Karakorum y Pamir, se encuentra la ciudad-oasis de Kashgar (喀什). Enclavada en la frontera occidental, era un importante lugar de avituallamiento y de intercambio de mercancías en la Ruta de la Seda. Por ello durante 2.000 años ha sido un importante centro comercial y cultural. El mayor atractivo de esta milenaria ciudad es su mercado dominical. Decenas de miles de pastores y curiosos llegan aquí cada domingo para comprar y vender ganado y productos locales. El ambiente que se respira en este mercado al aire libre transporta a sus visitantes al pasado. Kashgar es famosa también por sus muchas mezquitas. En concreto, aquí se halla una de las más grandes de China, que goza de gran popularidad entre la población musulmana de Xinjiang. Es la mezquita de Id Kah, construida originalmente en el año 1442.
Encantos naturales
Tianshan (天山) es una de las mayores cordilleras del mundo y, a lo largo de sus 2.500 km, recorre cuatro países: China, Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán. En 2013, la parte de esta cordillera que recorre Xinjiang fue incluida por la UNESCO en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad. Sus principales atractivos son su biodiversidad única y sus paisajes que reflejan la naturaleza en estado puro: cimas cubiertas por milenarios glaciares, ríos y lagos de aguas cristalinas, bosques vírgenes e increíbles cañones rojizos. Todo ello contrasta con los paisajes desérticos cercanos, que incluyen el desierto de Taklamakán, uno de los más elevados y grandes del mundo.
Otro de los encantos que ofrece esta cordillera es el Lago del Cielo o Tianchi (天池), a más de 1.900 m y rodeado de las cimas nevadas del pico Bodga que, con sus 5.445 m, es el segundo más alto de la cordillera. Sus aguas provienen de las nevadas cumbres que lo envuelven.
La reserva natural y geológica del lago Kanas, en el valle de las montañas Altai, se divisa en la zona norte de Xinjiang, junto a las fronteras con Kazajistán, Rusia y Mongolia.
Artes folklóricas
Muqam es un término general para referirse a una variedad de arte musical clásico uigur que combina música, literatura, baile, teatro y otras disciplinas. Se distingue por la diversidad de su contenido, estilos musicales, coreografía e instrumentos. En 2008 pasó a formar parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Principalmente, hay cuatro tipos de muqam: el de doce, el de Dolan, el de Turpan y el de Hami.
Kashgar
Sabores de Xinjiang
La gastronomía de Xinjiang es un reflejo de la amalgama étnica que la habita y, sobre todo, de la uigur. Los ingredientes principales que se sirven a la mesa en esta región son: cordero, ternera, pollo, verduras, frutos secos, pescado y frutas, con abundancia de especias.
Los platos más característicos son el kebab de cordero, que se puede encontrar en los puestos callejeros cocinado al carbón o a leña y condimentado con especias; el dapanji (大盘鸡), literalmente “gran plato de pollo” con patatas y pimientos; los baozi asados (烤包子, panecillos rellenos de cordero y cebollino); el cordero shouzhua (手抓羊肉), textualmente “con las manos” por cómo se come; y los fideos salteados de Xinjiang. Entre sus delicias dulces destacan el helado uigur y el matang, que se elabora con frutos secos locales y miel.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 41. Volumen II. Marzo de 2017.
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