Linterna con forma de serpiente de diez metros de altura instalada durante el Festival de la Primavera de 2013 en el Jardín Yu de la ciudad de Shanghái.
La imagen de la serpiente en la cultura china y en otras civilizaciones
A diferencia de otras civilizaciones, la serpiente está bien considerada en la cultura china. Según el horóscopo chino, la serpiente (shé, 蛇) es un animal sagrado, sabio, de aspecto positivo, intuitivo y de buen augurio. Además, su carne es un ingrediente popular en la gastronomía del sur de China y sus movimientos se imitan en las artes marciales chinas.
Según el horóscopo chino, la serpiente (shé, 蛇) es un animal sagrado, sabio, de aspecto positivo, intuitivo y de buen augurio. Las personas nacidas bajo la influencia de la serpiente son consideradas como nobles, inteligentes y comprensivas, a la vez que sensuales, supersticiosos, orgullosos y vanidosos. Les gusta la buena mesa, los actos culturales —teatro, cine, exposiciones—, las cosas elegantes y refinadas, son buenos leedores y gente muy espiritual. Si el dragón es el animal que reúne los elementos más esenciales de Yang (阳, principio masculino o positivo), la serpiente lo es con el Yin (阴, principio femenino o negativo).
Considerada popularmente como el “Dragón Pequeño”, la serpiente no sólo ostenta unos rasgos físicos similares, sino que también comparte algunos poderes sobrenaturales del dragón: puede atraer la lluvia o provocar una sequía. Según las creencias populares, en el año de la Serpiente nacen mujeres bellas y hombres de excepcionales dotes intelectuales. Sobre todo si vienen al mundo en la primavera o en verano, tendrán más poder y encanto, mientras que si nacen en otoño o en invierno, serán menos despiertas y cautivadoras. Los años de la serpiente más recientes fueron el 1905, 1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001 y, 2013 y lo serán en 2025 y 2037.
La serpiente y las diversas culturas
Sin embargo la serpiente es un animal tratado de diversa forma a lo largo de la historia de la humanidad y por las distintas culturas repartidas por todo el globo. Unas, la han ensalzado, otras, la han adorado y muchas, la han despreciado, debido posiblemente a su aspecto húmedo, viscoso y un tanto temible.
Las serpientes han sido bien apreciadas en diversas culturas, como la china, por ejemplo; y repudiadas en otras, aunque siempre han fascinado al hombre por alguna razón. Así, en Occidente la serpiente, según la Biblia, representa a Satanás, quien ofrece una manzana –el pecado- y luego condena a Adán y Eva, según las creencias judía, cristiana y musulmana los primeros seres humanos que poblaron la Tierra hechos a imagen y semejanza de Dios (según los cristianos), Jehová (según los judíos) y Alá (según los islamistas) el sexto día de la creación del mundo.
La Virgen María también ha sido representada por la Iglesia Católica en el Génesis como la Inmaculada Concepción pisando una serpiente, es decir, la madre protectora luchando contra el mal, concepto repetido cuando Jesucristo disputa contra una serpiente representando así el conflicto dual entre lo justo y la maldad.
Dios convirtió su bastón en una serpiente en medio de la zarza ardiente cuando contactó con Moisés por primera vez para liberar al pueblo hebreo, mostrando así su furia contra el pueblo egipcio. Vemos aquí, de nuevo, que se usa la imagen de la serpiente como algo negativo.
En el Génesis la serpiente aparece demonizada al simbolizar la inteligencia que incita al hombre a romper con su estado de ignorancia y hacerse inmortal, como los propios dioses.
En el Antiguo Egipto, la Señora del Cielo, símbolo del calor ardiente del Sol y la llama del fuego, estaba representada por una cobra llamada Uadyet. En realidad, era la diosa protectora del Bajo Egipto y del faraón, y simbolizaba la fuerza del crecimiento, la fertilidad del suelo y el poder de las aguas. Esta imagen positiva de la serpiente, tiene su contrapunto con la negativa de Apofis, una culebra símbolo de las fuerzas maléficas que habitaban el Duat, e intentaba retener la barca solar del dios Ra. A Cleopatra se la asocia con el áspid, una víbora venenosa; y en la tumba de Tutankamón de se encontró una cobra como signo de protección.
En la mitología griega, Medusa era un monstruo ctónico femenino, espíritu del inframundo, que convertía en piedra a aquéllos que la miraban fijamente a los ojos. Lo más curioso es que siempre se la ha representado con un cabello compuesto de largas y desafiantes serpientes, representando así la ira femenina. Aunque los artistas europeos la retrataban como un ser monstruoso, los escultores y pintores del siglo V empezaron a imaginarla como hermosa a la par que terrorífica.
El basilisco, considerado el rey de las serpientes, era un ser mitológico griego con forma de víbora cargada de veneno letal y que mataba con su mirada, si era directa, o petrificada, si era indirecta.
En la antigua Roma, el dios Esculapio (de la Medicina) adoptaba la silueta de una serpiente, lo que ha dado forma al símbolo que todavía hoy en día usan los médicos y farmacéuticos occidentales para representar su profesión.
En el Lejano Oriente la serpiente está considerada como un animal sagrado, divino y protector, fiel representante de la fuerza, la energía y la sabiduría. Así, en la cultura hinduista el dios Shiva –eufemísticamente “dios auspicioso”– es representado como una cobra, siendo el dios destructor en la Trimurti junto a Brahma –dios creador– y Visnú –dios preservador–. Shiva tiene tres ojos y en su frente una luna en cuarto creciente, que representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello, que significa la división en años, y un collar de calaveras que simboliza la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.
El budismo afirma que una vez una enorme cobra rey, la serpiente venenosa más grande del mundo, rescató a Buda cuando este se encontraba meditando bajo un árbol y comenzó a llover copiosamente, y es por ello que en la India se le considera un animal sagrado, poseedor de cualidades divinas y un símbolo de poder. Esta cobra se ponía en guardia, levantaba su cabeza, hinchaba su cuello, se replicaba siete veces y protegía a Buda del mal tiempo y de la lluvia. Siete días después la tormenta cesó y la serpiente se convirtió en un hombre joven que le mostró sus respetos al maestro.
En Mesoamérica (1) las serpientes eran veneradas por la mayoría de las culturas que florecieron en esa zona, destacando el dios Quetzalcóatl, más conocido como la Serpiente Emplumada, para los mayas, Kukulcán, señor y dueño del agua. Han quedado muchos restos de cerámica, pintura y escultura donde se puede ver a este héroe cultural prehispánico. Se le suele representar con cuerpo rojo y una cresta de plumas verdes en la cabeza.
La serpiente en la cultura china
En China, la serpiente está considerada como una entidad protectora, hermana menor del dragón. La Gran Muralla china, construida sobre un terreno montañoso escarpado, asemeja una serpiente que recorre el país de lado a lado para protegerlo de sus enemigos. Además, dentro de la astrología, el signo de la Serpiente ocupa el sexo lugar después del Dragón y antes del Caballo, aunque se rige por el elemento fijo del fuego —lo que le da cierta connotación destructiva— y la polaridad Yin (femenino o negativo).
Como animal del horóscopo chino que es, goza de gran aceptación y prestigio, pues es un ser de buen augurio, sin embargo, como reptil no es tanto del completo agrado de los chinos en general, que muestran rechazo cuando se topan con una. Eso sí, supone un elemento más dentro de la amplia gastronomía del país y con la serpiente se cocinan deliciosos platos que son de la aceptación de la población, sobre todo en el sur.
Pero es en el mundo de las artes marciales chinas donde la figura de este reptil adquiere mayor protagonismo. Así, el estilo de la Serpiente forma parte de los cinco animales dentro del gōngfu (功夫 o kungfu) junto al Tigre, el Dragón, la Grulla y el Leopardo. Este estilo, denominado shéquán (蛇拳, o Puño de la Serpiente), es uno de los tantos que imitan los movimientos de los ofidios cuando están en posición de combate y se originó, al igual que los otros cuatro estilos, en el Templo de Shaolin (en la provincia china de Henan).
Dependiendo del movimiento y de la escuela que lo practica se llevan a cabo las acciones de una boa constrictor, las de una cobra venenosa o ambas a la vez. Adoptar la fluidez de estos reptiles, cosa que encierra un gran trabajo interno que incluye ejercicios respiratorios, movimientos de la columna, costillas y músculos, permite enredarse con un oponente en posición de defensa y golpearlo realizando un ataque desde un ángulo que el otro nunca esperaría, imitando así de una forma casi perfecta los movimientos de la temida serpiente.
Nota (1): Mesoamérica se refiere a la parte del continente americano que comprende la mitad meridional de México, Guatemala, El Salvador, Belice, la zona occidental de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 16. Volumen I. Enero de 2013.Leer este reportaje en la edición impresa
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