CÁSATE CONMIGO. John Updike
Todo un misterio cómo se comportará la posteridad con John Updike (Reading, Pensilvania, 1932 - Beverly Farms, Massachusetts, 2009), pero la cosa no está para apostar a su favor. Si estuviera vivo, es más que probable que muchos intentasen exhibir en sus muros y paredes su cabeza de rinoceronte blanco. No ocurrió, a pesar de que, en sus últimos años de vida, la veda sobre él ya se había abierto. La corrección política le acusó de casi cualquier cosa, optando por ningunear cada nueva entrega suya antes que destrozarlo. Lee aquí la crítica entera de CARLOS ZANÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario