lunes, 12 de abril de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 3© [1] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 3© [1] By Víctor Norberto Cerasale Morteo® Lo que te sucede a vos, no les sucede a los otros… las circunstancias pueden parecer iguales, parecidas, semejantes, pero son distintas, porque lo que sientes no es lo que el otro siente por las propias… puede haber afinidades y hasta ciertas coincidencias, pero en definitiva lo que cada uno vive y percibe como vivencia, es distinto, a tal punto que se trata de personas diferentes siendo transitadas por sus vidas… los sentimientos se definen por la esencia de cada ser… cada ser es un karma único que tiene propia trayectoria, propia órbita, girando alrededor de un centro que es único y que le pertenece por derecho de viaje cósmico… cada ser humano tiene sus propias perspectivas y ello depende de lo que hay en su alma, de lo que contiene su espíritu, de lo que es capaz su consciencia, de la idea que lo trajo a nacer, y del motivo que lo trajo a vivir… no se trata de una consecuencia de la educación, como no se trata de una consecuencia de la formación, aspectos que indudablemente contribuyen, se trata de lo que cada quien lleva dentro, de lo que cada quien viene cultivando a lo largo del viaje… viajar, es sumar, siempre que se sume… viajar es aprender, siempre que se aprenda… viajar es abrir la mente, siempre que la misma esté abierta… la sucesión de presentes habilita a enriquecer los contenidos del alma, pero para ello, el alma debe estar dispuesta a constituirse en una esponja… y no siempre hay consciencia de ello… no siempre hay disposición para entender lo que las circunstancias traen, lo que la vida aporta… algo se impregna, pero muchas cosas pasan de largo sin siquiera ser detectadas, percibidas… mientras tanto, cada ser humano transita su mundo, un mundo que es único, y que a pesar de ser compartido con los prójimos, parte del principio del “uno mismo” en soledad… soy lo que soy, mientras que los otros, son lo que son… ya que nadie puede escapar al propio destino… ya que nadie puede escapar al propio karma… ni nadie puede dejar de ser quien realmente es… la esencia de la esencia… eso que te hace distinto a los otros, eso mismo que te hace único… eres parte de un rompecabezas que excede las capacidades humanas… el rompecabezas es cósmico y la Tierra es sólo un sueño donde se moldea el espíritu… la gente cree que vive, pero en verdad está soñando… la gente cree que respira, pero en verdad sólo se trata de circunstancias que las están transitando… La civilización humana viene trastabillando desde hace mucho tiempo, para algunos el desmadre viene del Siglo XX, para otros la debacle viene desde los inicios de la Revolución Industrial, para no pocos las calamidades se impusieron durante la vigencia del imperio romano, como sea, en los últimos ciento veinte años, algo se rompió, mucho más se descontroló, y se quebraron los pactos sociales entre el poder y las personas de a pie, donde la sociedad humana comenzó a empobrecerse, a aislarse, a sobrevivir, mientras que la clase política y el poder judicial, favorecieron la creación de un mundo a medida del poder desquiciado… un poder que no escatima en esfuerzos para destruir lo que no le sirve o no le conviene… un poder de demasiado pocos que se concentran en arrasar todo lo que encuentran a su paso, procediendo del mismo modo que lo hacían los tiranosaurios con sus presas… el hambre desesperado… la codicia a cualquier precio… la avaricia mediante el atropello… la angurria que los habilita a transitar una vida sin escrúpulos, sin ética, sin moral, sin conciencia, por ende sin alma y sin espíritu… tanto es así, que durante el siglo XX caducó el estado de derecho, y si bien hubo excepciones honrosas, todo demuestra que las sucesivas guerras y peores conflictos, permitieron la instalación de la violencia como mecanismo de presencia… bandos… sectas… grupos… etnias… intereses… conveniencias… todo se convirtió en buen motivo para atropellar al prójimo y despojarlo… expulsarlo de los espacios que ocupaba, o sencillamente, asesinarlo… pero la globalización impuesta en el fin del siglo anterior, justificó la diseminación terrorista impulsada desde los propios servicios de inteligencia de los países neoliberales, dando lugar al atentado a las torres gemelas, y de allí en más, acrecentando el desconcierto social y la destrucción económica, algo que se ha agravado durante el 2020 gracias a la pandemia y sus artilugios de encierros y confinamientos, lo que permitió que el poder extermine las libertades individuales, y desaparezca toda posibilidad de un futuro cierto… esto es que las gentes de la calle se quedaron, de un momento para el siguiente, sin mañana, y simultáneamente, esa misma gente, vio cómo el poder ponía en tela de juicio su propio presente… en este momento, avanzando el 2021, el divorcio entre las sociedades humanas y el poder político se ha vuelto algo pavoroso… el poder político ya no tiene ni una pizca de la agenda social en su posibilidad de gestión, donde todo se limita a conceder dádivas a los amigos, subsidios a los despojados, y hacer negocios con la pobreza de los otros, mientras que en las sociedades humanas reina un sálvese quien pueda y a como sea, que ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares, intentando buscar un lugar en el mundo, algo que los hechos vienen demostrando que no existe más… por lo tanto, el naufragio de la civilización humana es un hecho irreversible que promete agravarse de cara a lo que viene, donde el pasado enseña una humanidad inestable, donde el presente es un permanente estado de zozobra, pero donde el futuro se ha esfumado del pensamiento humano… un humano que ahora, en este mismo momento, nace sin mañana… Estados Unidos de Norteamérica está sumido en una grieta social monumental que promete males mayores, pero curiosamente, lo mismo cursa en una Rusia donde se impone la mano dura y el poder de las mafias, mientras que lo mismo ocurre en China donde el partido devora a la sociedad china según su antojo, imponiendo todos ellos, modelos de intolerancia, modelos de desprecio, modelos aberrantes que proponen el “unicato” del poder a costillas de pueblos diezmados… cada vez más pobres… cada vez más marginados… cada vez más indigentes… donde cada vez más gente está cayéndose del sistema… donde cada vez más personas son despojadas de sus derechos… donde el trabajo formal se ha vuelto una utopía y donde los estados son empleadores de esclavos, gentes sometidas a sus silencios so pena de desaparecer… de repente, en apenas veinte años del Siglo XXI, la gente está atrapada en una vida donde no hay mañana posible, donde la frustración es costumbre, donde la consciencia ha cedido espacio a la violencia entre los géneros, donde la intolerancia se ha vuelto característica, y donde la mentira se ha transformado en costumbre para facilitar la sobrevida, un día más en un infierno a medida que ya no resiste ningún análisis… la Tierra se ha convertido en un gran campo de concentración donde la vida es una condena… algo, que no resiste ningún análisis, ya que quien se crea a salvo, se equivoca… dicho de otra manera, la humanidad enfrenta su propio naufragio… un callejón sin salida donde te amoldas al sistema destructivo o simplemente, ese mismo sistema te destruye, te destroza, te mata, luego te llora con lágrimas de cocodrilo, para inmediatamente olvidarte, e ir por el próximo despojado… Junto con ello, al mismo tiempo, el planeta se ve enfermo de un humano sin rumbo… padres sin hijos e hijos sin padres… mujeres negadas de sí mismas… hombres negados de sí mismos… géneros enfrentados… el poder contra naturaleza de los suelos, de los aires, de las aguas y hasta de los fuegos… nuevamente, se enfrentan los humanos que huyen intentando salvarse, al tiempo que el planeta se defiende de una humanidad carente de consciencia, que desconoce que la Tierra es su única posibilidad de contenerse como vida en tránsito… una humanidad sin límites que se cree dueña de todo lo que existe, cuando en realidad, es al revés… la vida te presta la presencia durante un corto lapso, y cuando crees acostumbrarte a respirar, simplemente te vas, sin llevarte nada más que el alma, si la has cultivado, el espíritu, si lo tienes, la consciencia, si es que te fue revelada… esta civilización está envuelta en un vacío apabullante que no conduce a ninguna parte… nace sin una idea de sí mismo… respira sin un motivo que justifique el don concedido… transita los días a los golpes, asumiéndose capaz de cualquier aventura, cuando las evidencias enseñan un ser humano solo, aislado, atrapado en el ego, inmerso en un laberinto inventado por las propias creencias, o bien, encajado en un camino embarrado que carece de alternativas… donde la vida se vuelve tediosa y donde el tedio demanda correr hacia ninguna parte, intentando recuperar un tiempo que se esfuma donde se alterna la frustración con el placer de un rato, para inmediatamente descubrir que hay un hueco, que el hueco está vacío, y que se hace necesario un nuevo placer que conducirá a una mayor frustración, sin solución de continuidad… y a eso, le llaman vida… mientras tanto, el planeta se defiende… terremotos… deshielos monumentales… elevación de la temperatura media de los aires… elevación de la temperatura media de los océanos… tormentas de temer… lluvias torrenciales en segundos… acompañando todo ello de desmontes demenciales que dejan al planeta sin pulmones… represas que modifican la evaporación… pavimentos y más pavimentos que aumentan la temperatura… y otra vez, sismos, deshielo de los polos, huracanes, tifones, granizos, y una naturaleza que responde a la violencia humana, con fuerzas descomunales que emanan desde el centro del planeta… todo indica que se pondrá peor, pero al poder no le importa, está muy ocupado viendo cómo colocar bases en la LUNA, viendo cómo colocar bases en MARTE… dos lugares inapropiados para la vida humana, donde esa misma vida no pasa de ser un “negocio” de utopías en manos de gente desquiciada… ya que la Luna nunca será la Tierra… ya que Marte nunca reemplazará a la Tierra… corriéndose el riesgo, incluso, de que la propia humanidad se quede sin suelo, sin aire, sin agua, y hasta sin fuego… el precio de semejante gesta se avizora muy alto, tan alto, que la humanidad pagará con su propia existencia… ¿y entonces?... ¿a quién se le reclamará por el futuro faltante y por el mañana remanente?... la humanidad se está condenando a quedarse sin posibilidad de un cuerpo… tema no menor, a la hora de las locuras y sus potenciales… la Tierra permanece más allá de los humanos… la Tierra está en el universo desde mucho antes de los humanos, y seguirá estando mucho después de ellos… es decir, los humanos han perdido el horizonte que les proporcionaba la posibilidad de nacer bajo la consigna de una idea, bajo el precepto de un motivo para ello, las últimas generaciones no tienen consciencia de la Tierra, por ende, han perdido la noción de la importancia del suelo, el lugar donde fueron paridos, el lugar que se les concedió para “ser”… entonces, al no haber consciencia de “lugar”, se inicia en cada vida un largo camino de negaciones que conducen a peores frustraciones, donde nada conforma, donde nada sirve, donde nada es suficiente, donde cualquier otro aparece como un escollo, donde el otro es más descartable que el “uno mismo”, donde hay una singular avidez por lo que posee el prójimo, al que se lo usa y se lo tira, sacrificando nexos, vínculos, afectos, y cualquier cosa que signifique o implique unión… léase, la civilización humana se ha descartado a sí misma y corre desesperada tras una inmortalidad imposible, haciendo al mismo tiempo, culto a la muerte a través de la eutanasia o el aborto, donde la vida del otro no vale nada y donde la vida propia ni siquiera se respeta… Mientras tanto, los medios construyen un negocio de envergadura gracias a la catástrofe humana… a este drama lo ocultará el siguiente drama, y a los anteriores lo eclipsará algo peor… las almas de las personas se ven apabulladas por una humanidad que se descarta a sí misma, haciendo añicos la vida de miles de personas que ven interrumpidas su condición humana, gracias a la ausencia de los estados, gracias al desquicio del poder, algo que permite que la condición humana sea destruida sin ninguna finalidad, sin ninguna explicación, sin ninguna utilidad, y a eso le llaman “civilización”… una guerra instalada gracias a la competencia… una guerra que ha desplazado la cooperación, concediéndole el mote de “estupidez”, ya que al otro hay que “usarlo” y descartarlo, ya que al otro hay que “atropellarlo” para luego saquearlo… traducido: se trata de una guerra entre mortales, se trata de una guerra entre “efímeros”, que desconocen su condición y van por todo, sin darse cuenta que lo que se consume es la propia dignidad, y tras ella, la propia vida… malgastando el tiempo concedido y negando el genuino sentido de la vida… descubrir la propia revelación… identificar las señales… descifrar el propio karma hasta integrarlo a la esencia… de lo contrario, es simple, te vas con las manos vacías, o más evidente aún, te vas con el alma vacía… El ser humano está en contra del planeta que le da cabida… a su vez, la Tierra, el planeta que le da cabida a la humanidad y a numerosas especies, está defendiéndose de una civilización humana incapaz de entender, y al mismo tiempo, incapaz de medir las consecuencias de sus actos… lo que sigue es sencillo… cuando la humanidad se extinga a manos de sus negligencias, la Tierra seguirá concediendo espacio a las especies que la habitan, libres todos de la estupidez humana… Indudablemente, la receta utilizada por la civilización humana ha conducido a una catástrofe generalizada, donde se han visto afectadas tanto la Tierra como suelo, las especies contenidas, y hasta los propios victimarios y sus víctimas. Nadie puede escapar de la calamidad impuesta… hoy, en este preciso momento, la humanidad se divide en covidianos… y no covidianos… se divide entre los infectados por coronavirus… y los no afectados por el coronavirus… ello, además de todos los otros desatinos… algo está sucediendo que está más allá de la comprensión humana… en un año, la infección covidiana ha envuelto al planeta y a ciencias ciertas, nadie sabe cuántos infectados hay circulando entre personas que, nadie sabe por qué no se han infectado… siendo que al mismo tiempo, nadie sabe cuántos muertos pertenecen al Covid-19 y cuántos no… siendo que los aislamientos no han contribuido a detener el avance de la pandemia… siendo que los confinamientos no han ayudado a controlar la expansión de un virus que está mucho más allá del entendiendo humano, siempre y cuando se trate de un virus, algo que a estas alturas parece improbable, ya que las conductas de este bicho, son curiosamente destructivas por selección… el monstruo elige y lo demás depende del avance de una inteligencia que supera lo humano… que se modifica a sí mismo, se adapta, se amolda, se ajusta, para rectificarse y hasta para sostenerse en el tiempo mediante secuelas que alteran aquello que se entiende por vida humana… ya que nada vuelve a ser igual después del Covid-19… aun cuando parezca que todo está bien, en alguna parte del ser afectado, algo está mal, y evoluciona silenciosamente hacia una sorpresa desagradable… la humanidad está viéndose en su propio espejo… de destructora por excelencia, ha pasado a ser víctima de algo desconocido que se acomoda según los paisajes… no pasará mucho tiempo hasta descubrir que el bicho es incontenible… no pasará mucho tiempo hasta descubrir que el bicho es el apocalipsis en sí mismo… un final a medida de las miserias humanas, pero en su justa medida, un final a medida de la estupidez humana… un humano que sigue sin entender que no hay soluciones por fuera de la Tierra (ni en la Luna, ni en Marte, ni en ninguna otra parte)… un humano que sigue sin comprender que sin la Tierra, no hay humanidad posible… En este mismo momento del Siglo XXI, cursando el año 2021, el humano ha perdido ya no sólo su horizonte, también su eje… la civilización ha sido atada a una inteligencia artificial que la devora, que la consume, que la atrapa y la despedaza… donde el propio ser humano ve, pero no entiende lo que ve… donde el propio ser humano oye, pero no entiende lo que oye… contesta, pero los contenidos de la respuesta están desvirtuados, por lo tanto, el ser humano escucha para contestar, no para entender, tornándose el todo como algo semejante a una conversación de sordos… a nadie le importa lo que el otro dice… a nadie le importa lo que el otro hace… en definitiva, a nadie le importa el otro… en un escenario donde cunden las soberbias, y detrás o junto con ellas, las envidias… el querer lo que el otro tiene, a cualquier precio… si el otro lo obtuvo con esfuerzo, mejor, más sensación de triunfo, una gloria que dura un instante y que inmediatamente se convierte en una frustración que obliga a ir por más… la vida del ser humano se ha vuelto desesperada, y de tanto, desesperanzada… algo significante, ya que sin esperanza, el ser humano no es más que una utopía de sí mismo… cuando el prójimo deja de tener valor intrínseco, el “sí mismo” se convierte en una especie de agujero negro donde todas las energías se consumen, donde la vida carece de sentido, y donde se piensa con la pelvis, ya que las capacidades se ahogan una tras otra hasta transformar al ser en un ente autómata que sólo responde a sensaciones exacerbadas… El horizonte se ha fundido en la ausencia de mañanas… el eje se ha roto y cada vida gira sin encontrar un rumbo… aquello que parece satisfacer no lo hace… aquello que parece conformar, no lo hace… nada es suficiente, nada alcanza y la vida se escurre entre excusas y argumentos vacíos… todo cambio supone la necesidad de un horizonte propio… todo cambio demanda sentimientos renovados… todo cambio contiene potenciales aperturas… pero si ello no se produce, el cambio no es más que un maquillaje de recetas, donde se repite el error, y por consiguiente, se reitera el resultado… mientras tanto la Tierra gira alrededor del Sol, consumiendo el tiempo concedido a las vidas de cada quien… el Sol emerge cada amanecer, pero nadie repara en ello… luego, el Sol gastado se oculta en el ocaso, sin que nadie dimensione para qué se vivió ese día… léase, cuando no entiendes que después de nacido, los días se restan uno tras otro, no comprendes el valor de las circunstancias que atraviesan, por ende, tampoco entiendes para qué vives lo que te toca, y todo se escurre como arena entre los dedos… pasa, sí, pero no hay consciencia de ello… al no haber consciencia del tiempo y las circunstancias, estas se esfuman y la vida se consume… Se ha llegado a un punto donde aquellos que producen alimentos, están atrapados y sometidos por la inacción de gestión de los estados ausentes, y al mismo tiempo, están atrapados y sometidos por corporaciones que los exprimen para acrecentar sus ganancias a cambio de la pobreza de los otros… muchos de los alimentos se desperdician… muchos no tienen qué comer… muchos de los alimentos van a parar a la basura sin que nadie atine a resguardarlos con un fin social equitativo, pero detrás, a nadie le importa… a los muchos porque están atrapados en la indigencia inducida por el poder… a los pocos porque desprecian la importancia de la vida de los otros (los muchos) … dicho juego, conduce a la catástrofe… ya que los bienes no salvan… ya que las cuentas bancarias no lo hacen (no salvan) … ya que las comodidades para pocos jamás son valoradas, porque aquellos que las poseen, siempre gastan a cuenta de los otros, esos que han perdido todo y sólo sobreviven… indudablemente, el modelo destructivo, no da para más… ha destruido a la humanidad, pero al mismo tiempo ha enfermado a la Tierra, como única casa posible… mientras se gastan miles de millones de dólares en gestas inútiles, propias de un incipiente colonialismo espacial, cientos de miles de personas mueren de hambre, atrapados en una indigencia a medida que les devora el tiempo concedido como vida… un disparate que conduce a peores disparates… ¿termina allí?, no… cuando la humanidad se quede sin un lugar para “ser”, cuando la humanidad se quede sin un lugar para “nacer”, estará condenada a vagar por el cosmos de su propio infierno… La vida sin una idea, sin un motivo, no es más que una entelequia suspendida en el limbo… hay sueños, pero los mismos no pueden realizarse… el pasado no es recuperable, pero no hay presentes para transitar… el futuro ya no es posible, justamente, porque se ha consumido la esperanza… La solución está en modificar el escenario… más aun, la solución está en modificar la receta… porque lo que es necesario buscar, es un mundo donde cada vida encuentre el lugar que le sume al prójimo… de no ser así, el lugar es un inmenso vacío… de no ser así, el tiempo se diluye en esfuerzos inútiles, donde el ser humano se ahoga en su propio vacío, el vacío de un ego repleto de soberbia, carente de espíritu, carente de alma, y sobre todo, carente de consciencia… debe entenderse que cuando no sé es parte de la solución… debe entenderse que cuando no se aporta la solución, no sólo sé es parte del problema, sino que se agrega al problema que pudiese existir… hay mucha gente que vive inventando problemas donde no los hay, y utiliza los problemas a modo de una tela de araña donde cazan desprevenidos tanto como otros que se acercan a ayudar, los envuelven con sus marañas, y luego los secan, para inmediatamente descartarlos e ir por más, ya que de eso se tratan los problemas que inventan… esa gente no entiende que aportar soluciones significa avanzar… esa misma gente no entiende que no aportar soluciones significa retroceder o simplemente estancarse… esa misma gente no entiende que fabricar problemas los inmoviliza a ellos, ya que los desprevenidos o los que ayudan y se decepcionan, finalmente se despegan y emergen a sus respectivas realidades, habiendo aprendido que el problema sólo era un espejismo creado para atraparlos o detenerlos… la humanidad está sumida en recetas perimidas que no conducen a ninguna parte, recetas fabricadas por el poder para dominar y esclavizar, o bien, para despojar y exterminar… y mientras ello tiene lugar, el planeta se degrada ante una depredación demencial de recursos, siendo que no hay planeta B, ni hay posibilidad de una alternativa para que esa misma humanidad se expanda… la civilización humana está confinada a la Tierra y no hay ninguna posibilidad de que salga de ella con suerte, con éxito, con idea de un futuro cierto… Tanto la Luna como Marte son parte de la utopía de la inteligencia artificial… el humano está aquí de prestado para transitar su propia revelación, no más que eso… no hay espacio para que dicha revelación ocurra en otra parte que no sea la Tierra… no hay espacio para que dicha revelación sea recibida por mutantes creados a partir de una falsa inteligencia artificial… no hay espacio para que el ser humano conviva con zombies, así como no hay espacio para que el ser humano deje de pensar y sean máquinas que lo hagan en su reemplazo… siendo así, se desvirtúa el sentido de la vida… se pierde el sentido del “ser” y del “nacer”… se pierde el sentido del amanecer tanto como el del dormir… se pierde el sentido del respirar como el de buscar las propias fuentes… se pierde el sentido de la voluntad tanto como del esfuerzo… se pierde el sentido del presente que despliega alternativas de futuros posibles… si el ser humano no se construye a sí mismo, mientras está vigente su tiempo concedido, simplemente se desintegra, se destruye, se torna una entidad autómata que carece de horizonte… eso mismo está sucediendo… eso mismo está cursando… la humanidad transita infiernos a escala, donde cada individuo vive el propio infierno, la propia hoguera, el propio sufrimiento, el propio laberinto, o el propio callejón sin salida… ensimismados y ejerciendo un todos contra todos que sostienen el problema como justificación de la vida, ya que si no hay problema no hay excusa para seguir en el desmadre… en medio de dicho paisaje, hay humanos que respiran sus propios paraísos… observan el torbellino pero no participan de él… se ven rozados por las turbulencias, pero las mismas raras veces los alcanzan, así es que observan las tragedias sin participar de ellas… sí, la Tierra se ha convertido en un torbellino humano que arrasa con todo lo que toca… un torbellino que consume y destruye, y que por ende, no aporta valor y mucho menos soluciones genuinas a problemas inciertos… Finalmente, cuando construyes tu vida alrededor de problemas creados para justificarte, terminas atrapado en ellos… y estos problemas, además de sufrimientos que agregan, te devoran… si no lo entiendes, entonces eres parte del problema… y fíjate, las soluciones siempre son sencillas, abren el camino y despejan el horizonte, y cuando divisas el horizonte en cuestión, te das cuenta que sin el prójimo, no eres más que una idea sin motivo…

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