Albert Camus: existencialismo y crítica social
Filósofo existencialista del siglo XX, el pensamiento del francés Albert Camus en torno al absurdo y el sinsentido de la existencia viene atravesado por un gran espíritu crítico con la sociedad de su tiempo, marcada por el nihilismo y la falta de valores. Y a pesar de ser absurda y carecer de sentido, dice Camus, la vida merece la pena ser vivida.
Por
Roberto Del Duca
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Filósofo existencialista del siglo XX, el pensamiento del francés Albert Camus transmite un gran espíritu crítico con la sociedad de su tiempo, marcada por el nihilismo y la falta de valores. La vida es absurda y carece de sentido, dice Camus, pero, a pesar de todo eso, merece la pena ser vivida.
1 El absurdo, su concepto fundamental
Es la base de todo su pensamiento. Para pensar la realidad, debemos partir de que la vida y la realidad son absurdas. Pero ¿cuándo nos damos cuenta de que el absurdo está en el núcleo de toda nuestra existencia? Cuando en nuestra búsqueda de sentido en el mundo vemos que el mundo es totalmente irracional. Pero Camus no quiere decir que nuestra búsqueda sea absurda ni que el mundo en sí mismo sea absurdo. Nuestra búsqueda tiene su sentido, pero el mundo no lo tiene. Lo que es absurdo es contraponer estas dos situaciones: no podemos dejar de buscar un sentido a la vida y el mundo nunca nos lo da, nunca nos devela uno. Camus define el absurdo como esta relación paradójica entre nuestros incesantes esfuerzos por buscarle un sentido al mundo y el vacío con el que el mundo responde.
2 El suicidio: el gran problema filosófico
«No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no la pena de ser vivida equivale a responder a la cuestión fundamental de la filosofía». Así empieza una de las obras más importantes de la filosofía existencialista del siglo XX, El mito de Sísifo, en la que Camus describe el suicidio como uno de los mayores desafíos que tiene que afrontar la filosofía.
3 El nihilismo y la necesidad de un salto de fe
El nihilismo, entendido como mentalidad de vacío de toda verdad y sentido, es combatido por el pensamiento que discurre por las obras de Camus. Su filosofía del absurdo constituye una alternativa a esa carencia de fe que el ser humano tuvo que enfrentar en la primera mitad del siglo XX. Camus trabaja el absurdo para mostrar una vía de escape al caos y la barbarie que derivaron del pensamiento nihilista.
4 Una perspectiva del existencialismo como crítica social
Camus critica las estructuras de alienación, control y opresión de la sociedad. Su obra de teatro El estado de sitio es un ejemplo de cómo nuestras sociedades tienen el poder de coartar la libertad de los individuos. Las epidemias, las guerras o cualquier otra razón que justifique la inmovilización de las personas son medidas asumidas por la sociedad como necesarias. A través de prohibiciones y normas, la vida en comunidad es susceptible de trastocarse por causas de este tipo, pudiendo llegar incluso a separarnos de nuestros seres queridos más cercanos.
5 Rebeldía y solidaridad
Con La peste, Camus quiere hacer ver que la vida, pese a ser absurda y carecer de sentido, merece la pena ser vivida. La lucha del protagonista, el doctor Rieux, por ayudar a sus pacientes ante la epidemia es la encarnación de los valores de rebelión y solidaridad que el autor trata de defender en más obras, como El hombre rebelde. El médico tiene la posibilidad de salir de la ciudad (huir del absurdo), pero decide quedarse para ayudar a los demás (rebelarse contra el absurdo).
6 Conciencia moral
Para Camus, la gente debería ser capaz de rebelarse por un ideal de convivencia en un estado justo y bueno. Sin embargo, esta lucha no debe realizarse al margen del sentido del honor que comporta la rebeldía, pues se estaría violando el mismo principio y sentido por el cual se lleva a cabo. Un ejemplo puede encontrarse en la obra de teatro Los justos, en la que el protagonista, Kaliayev, comienza negándose a lanzar la bomba al Gran Duque de Rusia, pues pondría en peligro la vida de personas inocentes. Kaliayev sabe que, si acaba con el Gran Duque, acabará también con toda la miseria que provoca su reinado; pero pasar por alto las vidas de los niños a los que les afectará la bomba sería un acto deshonesto y ruin.
7 Voluntad y altruismo
El nihilismo le arrebata al ser humano lo más valioso que tiene: la voluntad. Camus defiende que toda idea o forma de convivencia que reprima este carácter del hombre para vivir, para rebelarse contra el absurdo, debe ser abolida, ya que impide el normal desarrollo del animal humano en sociedad. Somos seres interdependientes, con la voluntad de sacrificarnos para encontrar un sentido vital que nos haga felices, y cuyo alcance solo lograremos en comunidad, a través de valores como el altruismo y la solidaridad hacia nuestros semejantes.
8 El papel clave del amor
Escribe en La peste: «Hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio». La fe en el ser humano le permitió ejercer una crítica a la sociedad de su tiempo, denunciando la guerra en favor del amor como única salida para lograr una vida buena. Para ello, es imprescindible que los individuos nos conozcamos a nosotros mismos, que sepamos cuál es la verdadera condición humana que nos atraviesa como seres interdependientes que somos, incapaces de afrontar con éxito el absurdo en soledad. Así, el amor juega un papel clave en la filosofía de Camus.
9 Los valores: libertad, justicia, coraje y honor
Camus utiliza la noción existencialista del absurdo para denunciar la ausencia de una moral compartida que medie sobre la libertad. La libertad del ser humano, vacío y desorientado al carecer de una verdad a la que aferrarse, supone una nueva configuración del seno de las sociedades modernas. Nuestras acciones ya no vienen regidas por un deber trascendente e impuesto moralmente, sino construido por nosotros mismos. Como señaló Sartre en El existencialismo es un humanismo, «estamos condenados a ser libres», por tanto, recae sobre nosotros una responsabilidad que no nos queda más remedio que sobrellevar sin excusas. El problema es cuando nuestra vida egocéntrica, necesitada de un equilibrio espiritual e interior para sentirnos bien, al margen de valores como el honor, nos empuja a mancharnos las manos sin pensar en un bien común como la justicia.
10 Miedo a la muerte y amor al destino
Nietzsche fue uno de los filósofos que más influyeron en Camus. El filósofo alemán también trató de encontrar la forma de darle sentido y valor a la existencia humana al margen de creencias supraterrenales. Ambos autores se preocupan por elaborar una filosofía vitalista que esclarezca lo que otorga un significado a la vida, más allá de toda religión o miedo a la muerte. El mensaje que subyace en las obras de Camus podría concebirse así: solo si aceptamos la indiferencia de nuestro devenir podremos vivir el presente sin miedo, con alegría y, por tanto, felicidad. Para ello solo es necesario amar nuestro destino.
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