sábado, 24 de octubre de 2015

CAMINO AL CIELO ▲ Rasgos geográficos del TIBET . Tíbet, con sus... - Thuk Je Che Tibet

Rasgos geográficos del TIBET . Tíbet, con sus... - Thuk Je Che Tibet


Rasgos geográficos del TIBET .

Tíbet, con sus tres tradicionales regiones administrativas: Amdo, Kham y U-Tsang y comunmente conocido como "el techo del mundo" está situada en el corazón de Asia y al norte del subcontinente indio. Es una de las zonas estratégicas del mundo, en lo que se refiere al medio ambiente.

El Tibet es un enclave al norte de la India, Nepal, Bután y Birmania; al sur y oeste de China, y al este de Rusia (Turkestan) . Se extiende aproximadamente desde río Indo en el oeste a la cuenca del río Amarillo en el este, y desde el lago Lop-Nor en el norte hasta Darjeeling al sur. Físicamente queda aislado por la gran cadena de los Himalayas en el sur y por la cordillera Kuen Lun y el desierto de Tsaidam en el norte.

El altiplano tibetano es la más alta y extensa meseta del planeta, y domina la parte central del continente euroasiático, estando la mayor parte de su territorio deshabitado. Está limitado por el Sur, por la cordillera del Himalaya y por el Norte, se conecta con los montes Altyn Tagh y Gangkar Chogley Namgyal. Al Oeste, se funde con la cordillera del Karakorum y al Este, desciende de forma gradual con los montes Minyak Gangkar y Khawakarpo.

Algunas de sus cimas rebasan los 8.000 metros, siendo el Monte Everest (Mt. Chomolugma) el más alto del mundo con 8.848 metros.

El Alto Tibet o Amdo (Llanura del norte) comprende unos 800.000 km2, desde los montes Kunlun hasta los Transhimalayas, con alturas medias de 4.000 metros. Esta alta meseta tibetana es de hecho una sucesión de cadenas sedimentarias alineadas del oeste al este, con alturas de hasta 6.000 metros y suaves desniveles.

Entre estas cadenas, se abren anchos valles a una altura de 4.500-4800 metros y que confluyen en lagos aislados, el mayor de los cuales es el Nam Tso, o Tengri Nor (Lago Celestial), con una superficie de 2.000 km2. Las características bioclimáticas de esta región la convierten en un duro desierto, pues la precipitación anual no supera los 100 mm. y la media también anual es de -5 ºC. Un breve verano de tres meses como máximo (con temperaturas superiores a los 20 ºC en el día y -10 ºC por las noches) es seguido por un largo invierno que se prolonga por más de 6 meses. La violencia de los vientos del oeste que soplan de forma continua, añaden rigor a este tiempo invernal. La vegetación aquí, se limita a musgos y líquenes pegados arrapados a la superficie.

El Tibet oriental, (región de Kham) esta constituido por una agrupación de valles por donde discurren algunos de los ríos más grandes de Asia, El Bramaputra, el Undue, Sutlej, Solouen y el Mekong. Estos ríos excavan profundas gargantas extremadamente peligrosas de cruzar: entre la alta meseta (3.500 a 5000 metros) y las rocosas cordilleras que superan los 6.000 metros, hay depresiones con solo una altura de 1000 metros. El fondo de los valles, resguardados y más áridos, están cubiertos por sábanas de matorrales, pero una rica vegetación forestal (robles, cedros y pinos) cubre las pendientes.

El sur del Tibet corresponde al valle de la parte superior del Bramaputra, y se abre a una altitud de 3.500 - 4.000 metros. Su situación protegida y orientación al mediodía ofrecen a esta región unas condiciones climáticas excepcionales para la altura en la que se sitúa. Así, Lhasa, la capital está a 3.630 metros y disfruta de temperaturas suaves (Enero 1 ºC y 15 ºC en Julio). El monzón indio trae lluvias estivales que varían considerablemente de un año a otro, pero que siempre garantizan una precipitación de al menos 500 mm. El valle fluvial del Tsang-po posee un suelo fértil que da vida a un gran número de granjeros.

Las formidables cadenas de montañas que rodean el Tibet, dividen la gran meseta en grandes cuencas, donde abundan no obstante los lagos y marismas salados y los manantiales termales. También conforman el paisaje grandes estepas montañosas y monótonos desiertos de piedras y grava, en los que solo crece una resistente variedad de caña.

El clima seco y continental de la región, combinado con la gran altura sobre el nivel del mar, da lugar a unas condiciones climáticas muy duras. Las temperaturas son bajas a pesar de la latitud subtropical en la que se sitúa. Durante el día, el sol calienta con rapidez el aire seco y enrarecido, pero por la noche, las temperaturas pueden descender abruptamente, registrándose variaciones de entre 20 y 30ºC.

La violencia de los elementos es una característica del inhóspito ambiente tibetano. Los vientos vespertinos pueden generar fuertes tormentas de arena que oscurecen el cielo. En invierno, las corrientes de aire helado arrastran la nieve, provocando terribles ventiscas que duran varios días. Es corriente que las temperaturas desciendan por debajo de los 40ºC bajo cero y a estas condiciones muy pocas personas son capaces de adaptarse.

Gran parte de la tierra no es lo bastante fértil y tampoco la climatología favorece los cultivos. Por eso, de los aproximadamente 2.000.000 de habitantes, la mayoría viven en los valles resguardados del sur y sureste, donde a la sombra de las gigantes montañas, pueden conseguir algunos cultivos y criar un poco de ganado.

El animal más importante es el yak, un bóvido de pelo largo del que los tibetanos obtienen leche, mantequilla, queso y carne, además de utilizarlo como animal de carga. También se crían vacas, cabras, caballos, gallinas y ovejas. La fauna salvaje del Tibet incluye ciervos, gacelas, tigres y pandas. La flora es muy rica y comprende más de 5.000 especies vegetales, existiendo en el este y sureste espesos bosques de encinas, pinos y bambúes.

Thuk Je Che Tibet.
Thuk Je Che Tibet




el dispensador dice:
puede que encuentres tu cielo,
puede que encuentres tu suelo,
puede que respires,
aquello que no es más que un sueño...

como sea,
no puedes desprenderte,
de lo escrito en el ángulo de tu cuello...
para algunos es inmensidad,
lo que para otros no tiene consuelo,
por eso es bueno orar,
mientras te dura el sueño...

cuando vengas a la Tierra,
en ese apasionante despertar,
no pretendas llegar,
a un lugar de aguas hirvientes,
es bueno buscar la paz,
y cultivarla con los prudentes,
porque necesitan regresar,
justo al espacio de sus fuentes...

y de pronto de verás,
en un espejo sin frente,
observando un más allá,
que no existe sin la mente...
regresa a caminar,
por el sendero luminiscente,
que es el único que te devolverá,
a la fuente de la cual provienes.
OCTUBRE 24, 2015.-

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