domingo, 7 de mayo de 2017

LAS LLAMAS HARÁN EL RESTO | 'Emparejamientos juiciosos', de Carlo Emilio Gadda: Literatura difícil y explosiva | Babelia | EL PAÍS

'Emparejamientos juiciosos', de Carlo Emilio Gadda: Literatura difícil y explosiva | Babelia | EL PAÍS

Literatura difícil y explosiva

Carlo Emilio Gadda refleja admirablemente la condición humana, penosa y emotiva, en 'Emparejamientos juiciosos'

Carlo Emilio Gadda en 1957.

Carlo Emilio Gadda en 1957. 



Gadda es uno de los grandes escritores del siglo XX italiano con una visión del mundo un tanto reaccionaria en la medida que lo contempla como un caos sin solución alguna, pero un decidido antifascista que comienza a desarrollar su obra precisamente en los años del fascismo. Su estética está muy influenciada por las vanguardias del primer tercio del siglo XX, que utiliza a su conveniencia y que le ha dado fama de autor intraducible. Su primera novela (en el tiempo, que no en aparición) fue La mecánica (Barral Editores, 1971) y el reconocimiento le llega con una obra maestra, El zafarrancho aquel de Vía Merulana (llevada al cine por Pietro Germi con el título Un maldito embrollo), donde sobre un fondo policiaco se despliega una visión de la descomposición de la sociedad italiana del momento. Fue editada por Seix Barral en 1963 y le seguiría El aprendizaje del dolor, Prix International de Litterature (Seix Barral, 1965). Es contemporáneo de un neorrealismo que nunca practicó (Vittorini, Pratolini, Cassola, Morante, Moravia…) porque su empleo del lenguaje y su concepción de la literatura son un caso tan singular como, por ejemplo y siendo bien distintos, el de un Witold Gombrowicz.


Literatura difícil y explosiva


Emparejamientos juiciosos es un conjunto de relatos que muestran en todo su esplendor y dificultad la endemoniada escritura de Gadda. Basta leer el relato titulado ‘El incendio de Via Keplero’ para descubrir el insólito poder de esa escritura. Su desarrollo es la estampida que se produce entre los vecinos amenazados por las llamas. Un narrador de ojo múltiple salta de una situación a otra sin pudor y sin vergüenza, con una soltura que empareja el lenguaje culto con el trazo grueso, el habla vulgar con el doble sentido, la expresión de lo sublime y lo empastado…, y en esa estampida de gentes y palabras refleja admirablemente la condición humana, penosa y emotiva a la vez, de todos y cada uno de los habitantes atrapados en la tragedia.
En general, su campo de acción es la burguesía milanesa decadente y pomposa, falsa y autocomplaciente, que no pasa de ser una sociedad improductiva, autosatisfecha, donde hablan voces que lo mismo se quedan encerradas en un boudoir gracias a su torpeza amorosa que sobrevuelan la ciudad. En sus relatos, Gadda acostumbra a irse por las ramas como recurso expresivo, pero nunca pierde de vista el tronco, lo cual le permite hacer un estupendo, libérrimo y expansivo retrato del entorno y de los hechos de los personajes.


Barroco, retórico y redicho, mezcla lo culto y lo vulgar, lo técnico y lo erudito, en una selva fascinante de palabras y conceptos que retuerce a conveniencia para lograr el efecto fundamental que busca: la plasmación de lo grotesco como representación de la vida, todo un programa que se beneficia de los más nobles antecedentes literarios, de Gógol a Valle-Inclán
Un ejemplo de su peculiar modo de expresión: cuando un joven indolente, durante una merienda, “se dejaba usar por sus tres anfitrionas y su gentil violencia” para obligarlo a quedarse, una cuarta se pone en acción y acude a la cocina “dirigiendo sus tetas en todas direcciones en la cocina, de la despensa a la olla, del grifo a los hornillos” y ella, tras una discusión sobre su apetito, “ruborizada, entró en la cocina, disparando fuera del canasto todo el verde de sus apios”.
Una literatura difícil y explosiva, llena de sugerencia, vigor y provocación.
Emparejamientos juiciosos. Carlo Emilio Gadda. Traducción de Juan Carlos Gentile Vitale. Sexto Piso, 2017. 328 páginas. 23,90 euros

No hay comentarios: