Qinghai, una provincia de altura
Atravesada por la Ruta de la Seda, Qinghai es una provincia con una riqueza cultural e histórica indiscutible. Dado que la mayor parte de su territorio está ocupado por montañas y altiplanos, la elevación media supera los 3.000 m. Más del 40% de su población la forman diferentes minorías étnicas entre las que destacan los tibetanos, los hui, los mongoles, los tu o los salar.
Aunque poco conocida para los turistas que llegan hasta China, las cumbres nevadas, largos ríos, lagos salados, vastas praderas, implacables desiertos y la gran riqueza de fauna y flora de Qinghai, la hacen perfecta para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Su nombre proviene del lago Qinghai (青海, Qīnghǎi), que literalmente significa “mar azul”, y constituye la concentración de agua salada más grande del país.
Situada en la zona occidental de China, la provincia se asienta en el noreste de la meseta de Qinghai-Tíbet. Al norte limita con Gansu, al sureste con Sichuan, al sur y oeste con Tíbet y al oeste y noroeste con Xinjiang. Con una extensión de más de 720.000 km2 es la cuarta provincia más grande de China. Sin embargo, su población es de más de 5.800.000 habitantes (est. 2014), lo que la convierte en la segunda con menor densidad de población del país.
Dado que la mayor parte de su territorio está ocupado por montañas y altiplanos, la elevación media supera los 3.000 m. Destacan las cadenas montañosas de Qilian, en el norte; Tanggula, en el sur; y Kunlun –con cumbres de más de 6.000 m–, en el centro. En el noroeste se sitúa la cuenca de Qaidam, con una extensión de más de 250.000 km2 y una elevación media de entre 2.400 y 3.000 m. En el centro de la misma se halla la marisma salina de Qarhan. Esta árida zona tiene una precipitación media anual de tan solo 100 mm.
En el sur se encuentra la reserva natural de los Tres Ríos o Sanjiangyuan (三江源自然保护区), una de las más grandes del planeta, y que recibe su nombre por ser el lugar donde nacen los cursos fluviales del Amarillo, Yangtsé y Lancang (conocido en su tramo inferior como “Mekong”). Además de los citados, recorren la provincia más de 270 ríos y 230 lagos. Por su riqueza hídrica, la reserva natural de los Tres Ríos es conocida como “la torre del agua de China”.
Aunque se dan grandes diferencias, debido a la variedad topográfica, en general predomina el clima continental y, por ello, la mejor época para visitarla es el periodo comprendido entre los meses de mayo a septiembre.
La provincia es muy fértil en recursos naturales y en ella habitan especies como el yak, el camello asiático, el oso pardo, el leopardo de las nieves, el asno salvaje asiático o la grulla de cuello negro. De entre los miles de tipos de plantas que crecen en Qinghai, cientos tienen usos en la medicina tradicional china. Destacan la Angelica sinensis o ginseng hembra, la Ephedra sínica y la popularmente conocida como “hongo de la oruga” (Ophiocordyceps sinensis). Los recursos minerales suponen una de las mayores fuentes de ingreso para su economía, pues tiene grandes reservas de petróleo y gas.
Uno de sus mayores atractivos es su gran diversidad étnica. Más del 40% de su población la forman diferentes minorías étnicas entre las que destacan los tibetanos, los hui, los mongoles, los tu o los salar. Esta variedad cultural se refleja claramente en la mesa con una gastronomía que combina estilos y sabores. Un lugar idóneo para empaparse al máximo de esta mezcla de aromas es Xining, la capital.
Sabores étnicos
Los productos estrella de la gastronomía de Qinghai son la carne de yak y de cordero, el “hongo de la oruga” y el pescado. Debido a su altitud, las verduras y frutas que se cultivan en la provincia son limitadas. Los métodos de cocción y las especias que se utilizan son el reflejo de la gran heterogeneidad étnica y cultural de su cocina. Algunos de los platos más afamados son los fideos de cordero salteados, los pastelillos de la luna de Qinghai, los jiaozi o empanadas chinas al estilo hui, y el yogur de leche de yak.
Lugares por descubrir
Xining (西宁) está situada en el noreste a una altitud aproximada de 2.275 m. En su día fue una importante parada en la Ruta de la Seda lo que contribuyó en gran medida a la prosperidad de la urbe. Durante siglos sirvió como una importante puerta de acceso desde las tierras de la Llanura Central hacia los Territorios del Oeste. Hoy en día, y gracias al desarrollo de las infraestructuras ferroviarias, continúa siendo un punto clave para garantizar las redes de transporte. Es aquí donde se encuentra la intersección entre las líneas férreas de Lanzhou-Qinghai y Qinghai-Tíbet. Además de ser el centro provincial de comunicaciones, es también el núcleo económico, educativo, político y cultural.
Para quienes visiten la capital son de parada obligatoria la mezquita Dongguan, construida originalmente en el siglo XIV; el templo taoísta de la Montaña del Norte, un lugar especial por sus grutas centenarias; y el monasterio Ta’er (conocido también como Kumbum), con más de 600 años de historia.
A unos 150 km de la capital se encuentra el Qinghai, que se formó hace millones de años. En la orilla oeste se encuentra la Isla de los Pájaros, que hoy en día es una península. Entre marzo y mayo se convierte en un lugar de culto para ornitólogos y amantes de la fotografía.
La industrial ciudad de Golmud, la segunda más grande de la provincia, se desarrolló durante la construcción de la autovía y el ferrocarril Qinghai-Tíbet. Este es el lugar de partida para explorar lugares de gran interés paisajístico como la marisma salada Qarhan, la cadena montañosa Kunlun o la Reserva Natural Nacional de Kekexili.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 40. Volumen I. Enero de 2017.
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