LIBROS
Investigar la Transición
La novela de Vila-Sanjuán nos sitúa en la España y Cataluña de los últimos años, entrecruzadas en el pasado de la Guerra Civil y el presente del AVE y los móviles
No sé si Sergio Vila-Sanjuán quiere con su nueva novela, El informe Casabona, cerrar un ciclo. Comenzó tratando los años de plomo y vísperas del golpe de Estado de Primo de Rivera en Una heredera de Barcelona (2010). Siguió con Estaba en el aire, premio Nadal de 2013, donde su trama se desenvolvía entre los años del desarrollismo y el papel de las clases altas catalanas en el sostenimiento del régimen franquista. De la lectura de esas dos novelas me quedó la idea de una visión de los acontecimientos, fueran quienes fueran los narradores, siempre comprometidas con la verdad. Y como las verdades históricas e individuales no son de una sola pieza, los personajes quedaban atrapados en esa madeja de medias verdades, mentiras, autoengaños, sospechas y dudas. Por ello esas dos novelas registraban sus correspondientes espacios históricos, con la distancia y la prudencia de quien sabe que de cualquier investigación no se sale como se entró.
En El informe Casabona, Vila-Sanjuán retorna a la pesquisa histórica como ya lo había hecho en sus dos novelas anteriores. Este es un género muy fácil de invocar y poner en funcionamiento, pero no tanto de salir airoso de él. Vila-Sanjuán nos sitúa en la España y Cataluña de los últimos años. Se dan cita en esta novela varias vidas, todas entrecruzadas en el pasado (la Guerra Civil y la posguerra) y en el presente del AVE y los móviles.
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La manera de articular este complejo relato, decidió con excelente elección narrativa su autor, es urdir un informe que un periodista tiene que presentar a una fundación sobre un prohombre de la Transición. Con esa excusa, el autor teje una estructura polifónica, dado que el periodista indagará y entrevistará a todos los actores de su historia. Cada historia es una visión parcial de la totalidad histórica que se recrea. En El informe Casabona no se trata de dictaminar nada. Tampoco de sentar cátedra ética. Ni de juzgar. Vila-Sanjuán trabaja sus novelas con un sentido impecable de la comprensión y piedad históricas. En esta no lo es menos. Al final se trata de inclinarse ante una evidencia: los seres humanos somos ambiguos, llenos de claroscuros. Por eso la historia lo es también.
El informe Casabona. Sergio Vila-Sanjuán. Destino, 2017. 288 páginas. 19 euros.
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