Lin Yutang: El mestizaje entre Oriente y Occidente
Al famoso escritor y erudito chino Lin Yutang (1895-1976) se le considera una autoridad en las culturas china y occidental. Fue un autor prolífico que publicó abundantes títulos sobre la cultura china bajo cualquier género: novela, ensayo, prosa o poesía, que tuvieron gran influencia en Occidente. Entre sus obras destacan My Country and My People y The Importance of Living, escritas en inglés, donde muestra con fluidez y naturalidad la vida y la cultura de la sociedad china donde el corazón juega un papel importante.
Lin Yutang nació el 10 de octubre de 1895 en Zhangzhou (漳州), en la provincia de Fujian (福建), en el seno de una pequeña aldea llamada Panzi, del distrito de Pinghe. Se podría afirmar que Lin Yutang creció, desde los primeros momentos de su vida, en un ambiente armonioso entre las culturas oriental y occidental, ya que su familia era china y se había convertido al cristianismo. Lin Zhicheng, su padre, fue pastor y maestro de la aldea quien, procediendo de familia campesina y pobre, logró entender los clásicos chinos de forma autodidacta. La madre, llamada Yang Shunming, era una devota cristiana que, aun siendo analfabeta, se esforzó en leer la Biblia en la transcripción fonética del dialecto de minnan (闽南语, dialecto hablado en el sur de la provincia de Fujian). En cuanto a la educación de Lin Yutang, su padre le enseñó el concepto occidental de libertad y el espíritu emprendedor chino mientras la madre, con su estilo imperceptible como la brisa primaveral disolviendo la lluvia, le transmitió la consideración por los demás.
En este ambiente familiar, natural y privilegiado, la cultura occidental no se consideraba extraña, sino más bien propia y, junto a la cultura china, marcaron la primera infancia del joven Lin Yutang. La mezcla de culturas resultó muy enriquecedora para que iniciara sus investigaciones sobre Oriente y Occidente. De pequeño estudiaba en la escuela de la iglesia, utilizando el inglés como idioma natural. Más tarde, fue aceptado en la Universidad de St. John en Shanghái por sus excelentes calificaciones. En 1919 inició sus estudios sobre Literatura Comparada en la Universidad de Harvard y se trasladó posteriormente a Francia y Alemania para concluir la especialidad. En 1923 regresó a China al obtener los títulos de postgrado y doctorado. Para Lin Yutang este periodo de formación en Occidente no fue un simple contacto o comprensión de su cultura, sino que se trató de un proceso a través del cual experimentó y entendió la vida misma de Occidente en primera persona.
Al mismo tiempo que se imbuyó de esa cultura no olvidó las tradiciones chinas. Como no tenía acceso a lecturas chinas mientras estudiaba en la escuela o en la universidad de la iglesia, donde solo se centraban en ciencias naturales o teología, Lin Yutang no tardó en darse cuenta de su deficiencia en conocimientos sobre los clásicos chinos. Sintió vergüenza y decidió aprender por su cuenta la filología china tomando, como objeto de estudio, la obra clásica El sueño del pabellón rojo. En 1916, mientras impartía clases de inglés en la Universidad de Qinghua, iba a menudo a lugares como Liulichang (琉璃厂), en Beijing, en busca de libros clásicos chinos y los leía con fruición. Cuando en 1922 estudiaba en la Universidad de Leipzig, en Alemania, descubrió en la biblioteca una abundante cantidad de textos chinos, incluyendo algunos que no podía encontrar en su propio país como, por ejemplo, La genealogía sinológica escrita por Ruan Yuan (阮元), un erudito de finales de la dinastía Qing. Loco de alegría, Lin Yutang se sumergía en los clásicos leyendo y anotaba con mucha atención todas las obras que se podían encontrar en aquella biblioteca. Además, tuvo la suerte al recibir la ayuda en sus estudios sinólogicos de August Conrady, un famoso sinólogo europeo de la época. Todo ello enriqueció su conocimiento de la cultura clásica china y sentó una base sólida con la que Lin Yutang participaría activamente en las reformas de la lengua y la literatura chinas promovidas por el llamado Movimiento del 4 de mayo.
Como gran maestro en culturas, Lin Yutang poseía asimismo profundos conocimientos de inglés y chino, y los estudiaba con un método propio. Partiendo de la definición y los ejemplos proporcionados por el “Diccionario Oxford” inglés, analizaba palabra por palabra su significado en inglés para luego compararlo en chino. Con especial atención, realizaba investigaciones meticulosas sobre aquellas palabras cuyo significado era muy similar en los dos idiomas. De este modo llegaba a entender las diferencias más sutiles entre ambas lenguas. Cuando quería comprender la palabra “reír”, lo primero que hacía era crear una lista en la que ponía, según la costumbre china, diferentes tipos de risa: “reír a carcajadas”, “reír para fingir”, “reír con amargura” o “reír con idiotez”, etc. Seguidamente construía frases en inglés que tuvieran el mismo significado. De esa forma descubrió que “se ríe” diferente en China y en Occidente. Dicho hallazgo lingüístico le llevó a traducir creativamente la palabra inglesa “humor” en yōumò (幽默), que significa serenidad y silencio ya que, para él, el humor al estilo chino no se expresa con una “risa ruidosa” sino que, más bien, se trata de “la sonrisa que sube discretamente a las comisuras de la boca”. Lin Yutang fue un maestro en el humor chino: durante su viaje de luna de miel, al casarse con Liao Cuifeng (廖翠凤) en 1919, sugirió romper el certificado de matrimonio argumentando que dicho papel solo serviría en caso de divorcio y, al ser destruido, no llegaría a asumir tal función. Con ese gesto del humor romántico, Lin Yutang le mostró a su esposa su compromiso con la unión recién construida, ya que prefería la solidez del matrimonio al amor inestable y cambiante.
El gran dominio en las dos lenguas que poseía le favoreció en su tarea de divulgar las culturas oriental y occidental y le permitió terminar, ya a una avanzada edad, el Diccionario moderno chino-inglés de Lin Yutang (當代漢英辭典). Se trata de una obra magna con más de mil ochocientas páginas que, según Lin Taiyi, su hija, logró llenar un vacío existente en la comunicación moderna entre el chino y el inglés. No hay que olvidar que, en aquella época, los dos diccionarios existentes chino-inglés, uno editado en 1892 y escrito por Herbert A. Giles; y el otro, de Mathews, publicado en 1932, habían pasado de moda y no podían cubrir las necesidades comunicativas entre ambas culturas.
Lin Yutang se consideraba a sí mismo una persona “de mente occidental y corazón chino”. Opinaba que los occidentales se aficionaron a los debates sobre el pensamiento desde tiempos de la Grecia clásica cuando definían al hombre como “animal racional”. La actividad racional se realiza en la mente y, por lo tanto, la civilización occidental se construye, según Lin Yutang, sobre el desarrollo de la mente humana sin la cual la cultura dejaría de existir. Por su parte, China aporta un “corazón” razonable que considera la racionalidad en función del afecto, es decir, el corazón actúa y enlaza la razón con la emoción. Para este pensador, vivir de cerca la cultura occidental no solo le favoreció para cultivar y entender la “mente occidental”, sino que también pudo encontrar oportunidades para divulgar la cultura del “corazón chino”. El instrumento de esta divulgación son sus obras escritas en inglés. Fue un autor prolífico que publicó abundantes títulos sobre la cultura china bajo cualquier género: novela, ensayo, prosa o poesía, que tuvieron gran influencia en Occidente. Están traducidos en más de diez idiomas y circulan de manera constante entre lectores de todos los rincones del mundo. Entre sus obras destacan My Country and My People (吾国吾民), editada en 1937, o The Importance of Living (生活的艺术). En estos libros, Lin Yutang narra en inglés, con fluidez y naturalidad, la vida y la cultura de la sociedad china donde el corazón juega un papel importante.
A diferencia de la corriente predominante de la época, en la que se criticaba y sofocaba los pensamientos y las costumbres tradicionales chinas, el escritor alababa, con afecto y respeto, todos los aspectos de la grandeza espiritual y la riqueza material de la China del presente y del pasado. No fue un observador indiferente sino que, con su corazón razonable y su mirada penetrante, analizaba los fenómenos desordenados en apariencia para descartar las diferencias superficiales, porque estaba convencido de que todas las culturas tenían una esencia común. El mundo al que aspiraba lo era de vida compartida y armoniosa donde se comprende y se tolera los unos a los otros, por eso describía la cultura china como comprensible, referencial, antigua y moderna al mismo tiempo, y que ofrecía aportaciones a la construcción del nuevo mundo.
Fue este espíritu abierto y profundo con el que proseguía su marcha cultural, ardiente y alegre, hasta cruzar las fronteras chinas para llegar a ser famoso mundialmente. Sin embargo, en su peregrinaje no se dejaba llevar como una cometa volando al azar, porque su corazón se enraizaba con firmeza a su tierra natal. En Lai Boying (赖柏英), novela bibliográfica escrita en el momento de su vejez, Lin Yutang narró las memorias de la vida y las costumbres de la aldea en Minnan que lo vio nacer y, sobre todo, de su primer amor de la adolescencia. Por la expresión del afecto a su primera amada evocaba una profunda añoranza hacia su pueblo natal, cuyo dialecto y paisaje seguían vivos en sus recuerdos. Fue en aquella tierra donde empezó su recorrido hacia el mundo, de Oriente a Occidente, y también era el lugar en el que echó raíces su amor por la cultura china. Tal como las exuberantes hojas proceden de un subsuelo profundo, Lin Yutang consideraba que la prosperidad de su vida provenía de su aldea natal. En este sentido, los ochenta y un escalones, majestuosos y de mármol, en la entrada del edificio conmemorativo en su honor, situado en el barrio Xiangcheng en Zhangzhou, son silenciosos testimonios de los pujantes pasos de la vida próspera de este gran maestro en las culturas oriental y occidental.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 36. Volumen III. Mayo de 2016.
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