sábado, 8 de febrero de 2020

DESVARÍOS® by Cerasale Morteo, Víctor Norberto. 2020 Febrero. [1]

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Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes

APENAS COMENZANDO

Desde aquí se ve bien…
Desde aquí se aprecia a la perfección…
¡Cuán lejos está el hombre de Dios…! cuanto más cerca está de la religión, más se aleja de la FE, y más distancia toma respecto de Dios… al que le reclama por sus carencias… aquello que cada uno cree que le falta para atravesar la vida… sin tener en cuenta que cualquier salvación… cualquier dosis de luz o de oscuridad… reside en uno mismo y en nadie más…
Nadie puede purificar a otro…
Apenas si cada quien puede hacerlo a sí mismo…
De hecho, si no se escala la propia alma, cada cumbre que se alcanza no es más que desvirtuar el significado de las sombras…
El hombre carece de noción del “peso” del ego…
Cada vez que crece el ego se empequeñece el espíritu… a veces de manera proporcional… luego de la primera vez, el ego se despliega de modo geométrico y el espíritu se torna excusa…
Pero el ser humano está lejos de entender la diferencia, entonces se afana en perseguir grandes esfuerzos que no le conducen a ninguna parte, o dicho de otra forma, no lo conducen al “sí mismo” sino a otro distinto de él mismo… donde junta dinero, reduce el valor “sí mismo”… donde acumula trofeos, agranda el ego y anula los sentidos genuinos del espíritu…  de hecho, cuando pretende poseer lo que su prójimo tiene, y quiere hacerlo sin disponer de los mismos dones ni de los mismos talentos… pero se empecina en tener aquello que le haga sentir esa rara satisfacción que dura sólo un minuto, no más que eso… ya que inmediatamente gira la cabeza y se enfrenta a un nuevo desafío, que es tener lo que tiene aquel otro, y luego de repetir la experiencia, corre detrás de un idéntico falso modelo, una y otra vez, sin caer en la cuenta que al repetir la receta, sólo se está repitiendo el error, o si se quiere, reiterando el resultado… implacablemente… encerrados en un círculo vicioso que les impide ver, oír, y sobre todo… entender…
Por ahí se escucha que Dios es invisible…
Por ahí se oye que Dios es intangible…
También se dice que es inaccesible…
O sencillamente se recita que no existe…
Todas formas de justificar la distancia entre Dios como entidad de la creación y el ser humano como consecuencia y parte… hace que el hombre revele el peso específico de su propio ego… desmereciendo el valor del alma…
Dios, al existir, reside en el alma de cada quien…
Desde aquí se ven con claridad las excusas…
Desde aquí se aprecia a la perfección la falta de contenidos en los argumentos…
Desde aquí es alguna parte fuera de la Tierra…
Desde aquí es algún lado fuera de la civilización humana…
Desde aquí es distante de la condición humana…
Desde aquí es fuera del razonamiento lógico impuesto por la conveniencia humana…
Desde aquí hace referencia a una perspectiva que tienen “otros” desconocidos, “otros” negados, o simplemente “otros” no considerados… porque no se quiere… porque no se puede… porque se prioriza lo denso a lo gaseoso…
La humana es una civilización que se precia más por sus huecos que por sus logros genuinos… hay muchas zanahorias para escasas metas… o bien, sobran metas inalcanzables que se venden al mejor postor a sabiendas que quien las compre, jamás podrá disponer de dicha meta, de una de ellas, de ninguna de ellas…
¿Por qué?, porque el hombre es en sí mismo efímero… no un poco, sino mucho… muy efímero, tanto que cuando dice comenzar a comprender la vida y sus sentidos, está obligado a irse… muere… desaparece de la vista de los otros y se pierde para el “sí mismo”… y se va sin poder llevarse nada… ni dinero… ni trofeos… ni propiedades… nada… se va tan vacío como llegó… siendo que de no haber colectado afectos, ni siquiera eso se llevará… e inmediatamente la memoria de su paso se irá apagando hasta esfumarse en el cosmos…
Los rastros de cualquier existencia se esfuman cuando se deja de “ser” y “estar”, y el recuerdo de los otros va siendo eclipsado por las propias vivencias hasta que la memoria se hace letanía, ni siquiera eco…
De allí que aquellos que figuran en la historia “oficial” lo hacen solo por sus egos… a veces son idealizados y se les concede la categoría de héroes… pero las ideas que hay sobre ellos representan apenas una deformación fáctica de lo que en verdad sucedió o bien, se crea una verdad a la medida de quien interpreta dicha presencia… una verdad que poco y nada tiene que ver con lo que realmente ocurrió con ellos durante sus respectivas vidas… quedan en una historia que se compra y se vende para que otros compren o vendan… pero sus vidas no representan el cuento que de ellas se ha contado… nacieron como todos los otros y murieron como todos los otros… y sólo se subieron al estrado de los tiempos gracias al peso de sus egos…
Por lo tanto, la única historia válida sobre las personas es aquella que no se escribe… la que nunca se escribirá… la que jamás será tenida en cuenta por nadie… sencillamente porque nadie estuvo en los zapatos del otro para conceder dimensión a sus decisiones… a sus visiones… a sus perspectivas… y al por qué de sus por qué…
Mientras tanto, todo es opinable… y cada quien ve lo que quiere, cuando quiere, si es que puede…
La humanidad no tiene consciencia de la Tierra… esto es que carece de consciencia de planeta… nace en un suelo y con un cielo… e inmediatamente se le inculca el arriba y el abajo, el alto y el bajo, el derecho y el izquierdo, el este y el oeste, lados que lo van alejando de la verdadera geometría del espacio que lo rodea… lados que lo van alejando del valor del “sí mismo”… llevándolo a asumir que no depende de sí mismo… sino de terceros imbuidos o no de ganas de considerarlo… dependiendo de un zodíaco matemático y astronómico que ni siquiera comprende… alejándolo además de poder comprender y valorar la idea y el motivo que porta en su destino… un destino que es único e indivisible… que no pertenece a nadie más que él… que tiene un valor intrínseco por el sólo hecho de nacer… y donde está contenida la revelación del propio ser, eso que hemos dado en llamar el sí mismo… el uno mismo…
El humano nace sin consciencia que la Tierra está flotando en el espacio sideral sin que ninguna mano la sostenga… no hay nada por arriba y no hay nada por debajo… gira sobre sí misma y orbita alrededor del SOL… pero nada visible la sostiene… sin embargo está allí y existe desde mucho antes que existiera la humanidad siquiera como idea… peor aún, la Tierra responde a un orden matemático que está fuera del alcance del hombre… peor aún, gira alrededor de un SOL cuya expresión matemática supera largamente la inteligencia humana, respondiendo a un orden del que no necesita la mano de hombre alguno… todo en el cosmos anda sin que el ser humano intervenga, y cuando en lo poco el hombre mete la mano, el orden se tergiversa y aparecen las calamidades propias de los intereses y las conveniencias, esas que terminan jodiendo a todos para no beneficiar a nadie, ya que los pocos que se crean beneficiados en verdad serán también perjudicados por la estupidez de sus actos…
Por ello el hombre, nace con un falso sentido de frontera y con otro falso sentido de bandera…
La Tierra no tiene fronteras y tampoco banderas… ambas son cuestiones propias de las miserias humanas… las banderas no son más que trofeos de caza, propia de reyes engreídos… adjudicando sentido a que quien tiene el arma más poderosa es el que tomará la delantera de los prójimos, prójimos que irán siendo desplazados por el poder supremo, que en la trayectoria no sólo los va negando sino que además los va olvidando… dicho de otra forma, las fronteras separan las conveniencias del poder de la pobreza de las virtudes… y las banderas aíslan a pocos oportunistas del resto de los mortales, siendo que se afanan en hacerles entender (a los otros) que su condición de mortales los empequeñece ante un extraño poder que a pesar del dinero, las monedas y las falsas propiedades… no logran perder ni abandonar su condición de mortal…
Por lo tanto, este singular “aquí” no es ni representa a la Tierra…
Aquí es algún lugar en el cosmos…
Aquí es algún punto indetectable en el espacio sideral…
Aquí es un allá inexpugnable…
Tratándose de un allá indescifrable… tan lejano del planeta Tierra, que habilita a ver lo que nadie ve, a registrar lo que nadie registra, a documentar lo que nadie documenta, a anotar lo que nadie anota… y desde luego, habilita a dar testimonio sobre todo aquello que nadie tuvo en cuenta… desde siempre hacia la eternidad… la eternidad como una entidad que contiene todo lo que tenga que ver con la creación y de ésta (creación) con el orden que mantiene al todo en su lugar…
Dije bien, mantiene el todo en su lugar, funcionando sin que el hombre participe de ello, ni que tenga que hacer nada para que todo ande como debe o es necesario…
El orden cósmico es anterior al ser humano…
El orden cósmico es posterior al ser humano…
Por ende el ser humano participa de él sin hacer absolutamente nada, sin agregarle valor, sin restringirlo…
Mientras viven, el hombre y la mujer toman algo que no les pertenece y lo hacen propio… desconociendo su condición finita… luego, ante la muerte se ven obligados a tomar su propia alma y viajar a la eternidad de la cual proceden, como espíritu despojado de cosas, condenados o no por lo vivido, liberados o atrapados por un “sí mismo” que se limita a ser “ego” o espíritu… regresando a una condición gaseosa que es lo que abunda en este universo (el visible) o en cualquier universo (los paralelos)…
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