La elegante barriada de de los “Ocho Grandes Pasos” de Qingdao
El barrio conocido como de los “Ocho Grandes Pasos” es una famosa zona escénica de Qingdao, en la costa noreste de China. El área surgió en los años 30 del siglo XX y se trata de una conocida barriada de elegantes villas que atesora los recuerdos de varias generaciones de habitantes de Qingdao.
Los brillantes rayos de sol dejan los árboles moteados de luz y, sobre las tranquilas calles y los muros de piedra, se reflejan serenamente. A ambos lados de las vías se alzan edificios de muy diversos estilos que otorgan a todo este lugar una atmósfera cosmopolita. Es el barrio conocido con el nombre de los “Ocho Grandes Pasos”, una famosa zona escénica de Qingdao, en la costa noreste de China. El área surgió en los años 30 del siglo pasado y cubre una superficie de más de 70 hectáreas. Se trata de una conocida barriada de elegantes villas que atesora los recuerdos de varias generaciones de habitantes de Qingdao.
El área original de los “Ocho Grandes Pasos” tenía ocho calles, bautizadas en honor a otros tantos célebres pasos de la Gran Muralla; como los de Jiayuguan, Hanguguan o Shanhaiguan que dieron el nombre a todo el conjunto. Hoy en día esa área se ha expandido. En cada una de ellas crecen árboles de especies singulares, como el plátano oriental, el ginkgo biloba (también conocido como el árbol de los cuarenta escudos), o el enebro de China, entre muchos otros. Las hojas nacen y caen mientras las cuatro estaciones siguen su curso, pero cada uno de los jardines que adornan esta zona posee sus propias particularidades. Es un equilibrio de conjunto que mantiene un armonioso diálogo de contrastes con los peculiares edificios circundantes. Los Ocho Pasos representan un estupendo modelo de simbiosis entre arquitectura y naturaleza.
Por razones de índole histórica, reúne cerca de 300 edificios de estilos arquitectónicos diferentes de más de una veintena de países. Aquí prácticamente no falta ningún periodo y hay ejemplos de arquitectura renacentista, griega, bizantina o gótica, por lo que también es conocida como un “museo de arquitectura mundial” al aire libre. El conocido como “Palacio de la Princesa” de estilo danés, con sus vívidos colores, parece salido de uno de los cuentos de hadas de Andersen. La “Casa del Mariscal” de estilo japonés, en la que se alojaron seis importantes mariscales de China de los que tomó su nombre, destaca por su marcada angulosidad y esas paredes color bermellón que le otorgan un carácter austero. La villa Huashi posee dos altas columnas a modo de pórtico a ambos lados de la puerta principal que transportan inmediatamente a la Roma antigua. El edificio en estilo nórdico rústico situado en el número 22 de la calle Shaoguan, diseñado por el famoso arquitecto chino Xu Yao, presenta una combinación de colores característica del norte de Europa que lo hace inequívocamente reconocible, y un patio interior rebosante de verdura que deja una honda impresión en quien lo visita. Este barrio está repleto de obras maestras de destacados arquitectos de China y del exterior que, con su exquisita factura, abruman a quienes lo visitan. Se ha convertido, además, en una meta soñada para las nuevas generaciones de arquitectos, que llegan buscando una fuente de inspiración y un lugar en el que aprender de los maestros de antaño.
Muchos de los edificios de la zona fueron antes consulados o residencias de personajes famosos, por lo que se comprende bien que el barrio ocupe un importante lugar en los corazones de quienes viven en Qingdao. Debido a la belleza del entorno y a la peculiaridad de su arquitectura, y también por sus estrechos lazos con importantes personajes históricos, el área de los Ocho Pasos se ha convertido en un anhelado destino turístico y, tanto locales como forasteros, compiten por disfrutar de la elegante estampa que ofrece. Aquí se ruedan películas y series de televisión y son, asimismo, abundantes las parejas de recién casados que acuden para inmortalizar su momento más bello, de lo que se desprende el peculiar atractivo de los Ocho Pasos. Los edificios de aire cosmopolita siguen en pie, como congelados en el tiempo, relatándonos parsimoniosamente su pasado y su presente y transmitiéndonos asimismo el espíritu abierto de la ciudad.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 57. Volumen VI. Noviembre de 2019.
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