Ciencia / Gerard 't Hooft, Premio Nobel de Física
«Encontrar el bosón de Higgs es tan fundamental como hallar el eslabón perdido»
El físico holandés asegura que el LHC proporcionará muchas novedades respecto a la «partícula de Dios» en 2012
Día 14/11/2011 - 18.07h
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El físico holandés Gerard 't Hooft, premio Nobel de Física en 1999, ha señalado que encontrar el bosón de Higgs "sería un paso tan fundamental" en la física experimental como "encontrar el eslabón perdido", puesto que demostraría que las teorías que se descubrieron en los años sesenta "han funcionado bien".
Además, su hallazgo no sería el final del trabajo del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, sino que, a partir de ahí, existe la necesidad de estudiar "ciertas incongruencias" que existen en algunas teorías, según ha indicado en una conferencia en Madrid
'T Hooft ha indicado que "a finales de 2012 habrá muchas novedades" en cuanto al bosón de Higgs y ha apuntado que "sea cual sea el resultado de las investigaciones será emocionante". Así, ha señalado que "el público" en general conoce sólo la teoría estándar del bosón de Higgs, es decir, que existe una partícula que explica por qué las demás partículas tienen la masa que tienen. Sin embargo en el CERN no descartan que el resultado sea otro pues se baraja la posibilidad de que no sea una partícula, sino cinco diferentes; podría ser más pesada de lo esperado y que no se pudiera detectar en el LHC; o simplemente que no exista, una teoría que, según el físico, "es muy poco probable".
A pesar de ello, el experto ha indicado que en su campo de trabajo "nunca hay que descartar una hipótesis y nunca hay que dar por perfecta la teoría que ya se tiene". Por el momento, el hallazgo de la partícula de Higgs está en proceso. El segundo año de operaciones del Gran Colisionador de Hadrones ha concluido recientemente y ahora se están analizando los datos obtenidos durante la temporada de trabajo, unos análisis en el que también participan científicos y universidades españolas.
«Difícil que no exista»
Hooft ha señalado que en el próximo mes de marzo comenzará la tercera etapa de colisiones. Preguntado por qué pasaría si no se encontrara el bosón de Higgs, 't Hooft ha indicado que "el campo de la partícula de Higgs actúa como una especie de árbitro y proyectada contra otras partículas determina su comportamiento, si tienen carga o masa y hasta que punto se diferencian de otras partículas, de modo que si no se encuentra o se descubre que no existe, habría que encontrar un nuevo árbitro para las partículas". El Premio Nobel de Física ha indicado que "no se puede asegurar al cien por cien que se cumple la teoría de la partícula de Higgs, pero si no existiera significaría que las teorías existentes no funcionan y hasta ahora han funcionado bien" así que considera que "es difícil imaginar que no exista".
Por otra parte, el científico holandés ha señalado que el LHC realiza más actividades que intentar encontrar el bosón de Higgs. En este sentido, ha destacado que se buscan también partículas que podrían construir la materia oscura, un tipo de materia de la que los físicos tienen la certeza de que es cinco veces más abundante que el universo que la materia 'normal', pero que no absorbe, refleja ni emite luz, lo que hace muy difícil su detección y, por tanto, estudiar su naturaleza. Del mismo modo, también se está desarrollando una teoría capaz de unificar la teoría de la relatividad general de Einstein y la mecánica cuántica que, según ha explicado Hooft, "permitiría descubrir lo que ocurre dentro de los átomos".
"Una teoría así explicaría todas las fuerzas que actúan en la naturaleza y todas las partículas", ha apuntado. Al respecto ha señalado que "esta teoría unificadora aún requeriría el trabajo de nuevas generaciones de investigadores jóvenes y listos" y, a su juicio, "no se llegará a ella de un momento a otro por la sencilla razón de que el universo es demasiado complejo para que una única teoría lo abarque todo".
el dispensador dice: el mate es un elemento indispensable en la vida de los argentinos y uruguayos, es algo semejante a un compañero inseparable, silencioso, que debe estar presente en la rutina a modo de testigo de acciones y pensamientos, reflexiones y sentimientos. Curiosamente, el mate tiene el don de unir a las personas, y si se dan las divergencias hasta tiene la particularidad de transformarse en una frontera que no admitirá banderas. El mate, como fruto extraño de brujeriles calabazas, guarda la propiedad de ser ahuecado y secado al efecto posterior de contener yerba mate, un artilugio que los jesuitas supieron descubrir entre las sabidurías nativas siempre despreciadas y hasta intencionalmente olvidadas... cuando a ése extraño recipiente se le incorporan ciertos yuyos, la infusión puede transformarse en algo mágico que provoca adicción hasta límites insospechados, alucinaciones y hasta locuras extremas (como en mi caso)... por caso, vivir en los Andes del Sur, puede implicar incorporar a la yerba mate tradicional, ciertos yuyos chamánicos de la altura como la rica-rica, el inca-yuyo, y otros no menos angulares como el cedrón y hasta la canela, siempre en pizcas, casi trazas, que hacen que la convocatoria al "agua con sabor" encante a las almas y reúna a los espíritus, ahuyentando demonios propiciatorios de las segundas intenciones y de los atropellos de las voluntades del prójimo. A esta altura de la civilización, mejor dicho, de mi edad... no podría separarme de un buen mate... ya que además de ser parte de mi paisaje diario, también lo es de mi persona. La tecnología ha incorporado mates tallados en madera, otros en plata y oro, algunos en vidrio o cristal, y luego en las más diversas facturas. Personalmente tengo uno de madera de algarrobo, espectacular en los raros sabores que expresa... ello me hace pensar la importancia del agujero del mate, algo semejante al bosón de Higgs tanto como al eslabón perdido... esto es que, sin ellos, la humanidad no estaría aquí como producto de la pronunciación de un verbo que motorizó la gracia de las existencias. Hacía falta un fruto raro para que el mate fuese tal... tanto como era necesario un hueco para llenarlo de la energía de la palabra original. De ambos se ha perdido un eslabón, el que conecta al verbo causal con el sentido consecuente... ¿por qué la materia se conduce como tal?, o bien, ¿por qué la antimateria es mucho más abundante que la materia?... ¿qué sustenta los equilibrios?... ¿qué lugar ocupa el pensamiento en la dimensión del mate?... o bien, ¿cuál es la contribución del mate al pensamiento colectivo?... como sea, todo confluye hacia el mismo centro y se aleja de él guardando un sentido que excede a la mente humana y sus limitadas capacidades. En este distante lado del mundo, el mate tiene una significancia más profunda que la del propio té asiático, que la del café de Colombia (raro blend) o del café de Brasil (robusto)... por qué?, porque en él se acodan las ciencias y es nido de intelectualidades culturales paradojales. Se puede acceder a una planta nuclear y descubrir un mate, tanto como ingresar a un laboratorio y hallar un mate escondido tras un microscopio electrónico... léase, el átomo y sus expresiones conviven con el mate y comparten los destinos de los convidados a las gracias de la vida. Por mi parte, humilde mortal caído del catre, he llegado a la conclusión de que en dicho extraño recipiente (mate) reside el ángulo filosófico de aquello conocido por los antiguos como el "ángulo filosofal" (algo semejante a la piedra filosofal de los alquimistas)... el ángulo filosofal (sellado en el Cuzco y el imperio de Vilcabamba) contiene el sentido de las simplezas y sus otros sencillecez (creo que se escribe así, de lo contrario perdón), donde lo simple guarda la esencia de las cosas y promueve el pensamiento sencillo, ése que es eje de sustentación de la humildad de los espíritus y de la paz de las almas (reveladas en el espíritu ancestral de los karaivés, estirpe anterior a los guaraníes). El té ha sido testigo de gestas piratas y batallas donde ansiedades empecinadas han nutrido a reinos vacíos y virreinos obsecuentes, hoy quebrados y en proceso de evaporación... el café, por su parte, ha sido parte de la zozobra de la civilización antigua a manos de conquistadores desesperados por los oros de El Dorado, el paititi y esquivas amazonas... pero el mate, sí este mate, ha sido culto de la comunión del hombre con su creación (de allí que este lado del mundo esté repleto de Dios)... y justamente dicho ángulo, no tiene precio. Obsérvese que Dios ha sido magnánimo con la América, concediéndole la esencia de los sentidos fundamentales: el chocolate, el café, y el mate... ¿qué más?, ellos contienen el genio y la sabiduría de los silencios y sus otras resignaciones. Noviembre 15, 2011.- [NOTA: el café fue llevado al África (desde las Américas) por los navegantes atlantes, y más tarde por los vikingos, antes que la civilización de las conveniencias se diera cuenta de la importancia de patentar la propiedad intelectual de las obviedades].
"... Zaratustra gauchesco con su mate y su perro, paisaje indisoluble de las sabidurías resguardadas, en las pampas". El año 2012, justo en sus finales, revelará a la humanidad el sentido del agujero del mate, algo que se corresponde con el 4-ESPÍRITU del sexto SOL... y los elixires del chocolate atlante y el café de las culturas andinas, del mochica y del uru.
Gerard 't Hooft: "El universo es demasiado complejo para que una teoría lo abarque todo"
El premio Nobel de Física 1999 imparte una conferencia en Madrid sobre 'El Gran Colisionador de Hadrones, el bosón de Higgs y en qué punto nos encontramos'
EL PAÍS - Madrid - 14/11/2011
Gerard 't Hooft, uno de los grandes físicos teóricos de partículas elementales, considera que será muy difícil desarrollar una teoría del todo, un cuerpo teórico capaz de explicar todas las fuerzas que actúan en la naturaleza aunando la Relatividad General de Einstein y la Mecánica Cuántica, tan eficaces por separado en la descripción del macrocosmos y el microcosmos, respectivamente. "Mi impresión es que esta teoría unificadora, una teoría del todo, aún requerirá el trabajo de muchas nuevas generaciones de investigadores jóvenes y listos", afirma. "No llegaremos a ella de un momento a otro por la simple razón de que el universo es demasiado complejo para que una única teoría lo abarque todo. Vale, no digo que sea imposible, pero me parece muy improbable. Y mientras llega, queda mucho por descubrir, incluso hallazgos espectaculares". Este físico holandés, de 65 años, profesor emérito de la Universidad de Utrecht, pronuncia hoy una conferencia sobre 'El Gran Colisionador de Hadrones, el bosón de Higgs y en qué punto nos encontramos' en Madrid, en la Fundación BBVA.
Fue en 199 cuando 't Hooft recibió el premio Nobel de Física 1999 (junto con su colega y director de tesis Martinus Veltman, su director de tesis) por "dilucidar la estructura cuántica de las interacciones electrodébiles" -según palabras de la Academia sueca- de la física de las partículas elementales.
Acera del Gran Colisionador de Hadrones (el acelerador LHC situado en el Laboratorio Europeo de Física de partículas, CERN, junto a Ginebra), el científico holandés explica que se trata "de una máquina única en el mundo", según un comunicado del BBVA: "Esperamos descubrir nuevas cosas con él y poner a prueba teorías que, hasta donde hemos podido comprobar hasta ahora, funcionan muy bien, pero necesitamos ir más allá".
El descubrimiento de la partícula de Higgs, o bosón de Higgs, es el objetivo número uno del LHC, y tras un año de funcionamiento del acelerador, los miles de físicos que trabajan en los detectores, han logrado acotar el terreno de búsqueda, aunque, insisten, seguramente necesitarán tomar muchos más datos para descubrirlo.
O tal vez descubrir que no existe, lo que supondría una revolución en la física de partículas, al obligar a replantear el llamado Modelo Estándar, que describe todas las partículas elementales y sus interacciones, y que hasta ahora funciona con altísima precisión aunque, dicen los expertos, está incompleto.
Gerard 't Hooft explica lo que significa, en los modelos teóricos, el famoso bosón: "El campo de la partícula de Higgs actúa como una especie de árbitro; proyectado contra otras partículas, este campo determina su comportamiento, si tienen carga o masa y hasta qué punto se diferencian de otras partículas. Si no encontramos el Higgs, si realmente no está, necesitaremos algo más que haga ese papel de árbitro". Eso significaría, continúa el Nobel, que "nuestras teorías ya no funcionan, y han funcionado tan bien hasta ahora que eso es difícil de imaginar".
Para 't Hooft la naturaleza es un gran rompecabezas cuyas piezas hay que recomponer", y reconoce su vocación científica desde muy niño. "Creo que mi decisión [de convertirme en físico] estaba tomada mucho antes de que empezara a hablar. En una foto se me ve, con dos años, estudiando una rueda; no lo recuerdo, por supuesto, pero sí recuerdo quedarme fascinado con las ruedas, mientras otros niños simplemente jugaban".
La física, en concreto la física de partículas, ha sido siempre su gran pasión. "cuando era joven, la física estaba cambiando el mundo radicalmente: la energía nuclear, la televisión, los ordenadores, las primeras misiones espaciales....yo quería formar parte de todo eso". Y las partículas elementales "eran el mayor misterio de todos", añade. "En cierto modo aún lo son, aunque ahora sabemos de ellas muchísimo más que entonces. Hoy los ordenadores siguen siendo emocionantes, la biología y el código del ADN, la astronomía y los vuelos espaciales... Sigue habiendo muchas cosas capaces de estimular la imaginación de jóvenes deseosos de aprender cosas nuevas impulsados por el deseo de estar ahí, en el momento en que se están haciendo los descubrimientos que cambian el mundo".
La charla de 't Hooft se inscribe en el ciclo La ciencia y el cosmos, organizado por el BBVA, en el que se abordan las cuestiones más candentes de la cosmología y la física de partículas actuales de la mano de científicos prestigiosos.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Gerard/t/Hooft/universo/demasiado/complejo/teoria/abarque/todo/elpepusoc/20111114elpepusoc_11/Tes
Acera del Gran Colisionador de Hadrones (el acelerador LHC situado en el Laboratorio Europeo de Física de partículas, CERN, junto a Ginebra), el científico holandés explica que se trata "de una máquina única en el mundo", según un comunicado del BBVA: "Esperamos descubrir nuevas cosas con él y poner a prueba teorías que, hasta donde hemos podido comprobar hasta ahora, funcionan muy bien, pero necesitamos ir más allá".
El descubrimiento de la partícula de Higgs, o bosón de Higgs, es el objetivo número uno del LHC, y tras un año de funcionamiento del acelerador, los miles de físicos que trabajan en los detectores, han logrado acotar el terreno de búsqueda, aunque, insisten, seguramente necesitarán tomar muchos más datos para descubrirlo.
O tal vez descubrir que no existe, lo que supondría una revolución en la física de partículas, al obligar a replantear el llamado Modelo Estándar, que describe todas las partículas elementales y sus interacciones, y que hasta ahora funciona con altísima precisión aunque, dicen los expertos, está incompleto.
Gerard 't Hooft explica lo que significa, en los modelos teóricos, el famoso bosón: "El campo de la partícula de Higgs actúa como una especie de árbitro; proyectado contra otras partículas, este campo determina su comportamiento, si tienen carga o masa y hasta qué punto se diferencian de otras partículas. Si no encontramos el Higgs, si realmente no está, necesitaremos algo más que haga ese papel de árbitro". Eso significaría, continúa el Nobel, que "nuestras teorías ya no funcionan, y han funcionado tan bien hasta ahora que eso es difícil de imaginar".
Para 't Hooft la naturaleza es un gran rompecabezas cuyas piezas hay que recomponer", y reconoce su vocación científica desde muy niño. "Creo que mi decisión [de convertirme en físico] estaba tomada mucho antes de que empezara a hablar. En una foto se me ve, con dos años, estudiando una rueda; no lo recuerdo, por supuesto, pero sí recuerdo quedarme fascinado con las ruedas, mientras otros niños simplemente jugaban".
La física, en concreto la física de partículas, ha sido siempre su gran pasión. "cuando era joven, la física estaba cambiando el mundo radicalmente: la energía nuclear, la televisión, los ordenadores, las primeras misiones espaciales....yo quería formar parte de todo eso". Y las partículas elementales "eran el mayor misterio de todos", añade. "En cierto modo aún lo son, aunque ahora sabemos de ellas muchísimo más que entonces. Hoy los ordenadores siguen siendo emocionantes, la biología y el código del ADN, la astronomía y los vuelos espaciales... Sigue habiendo muchas cosas capaces de estimular la imaginación de jóvenes deseosos de aprender cosas nuevas impulsados por el deseo de estar ahí, en el momento en que se están haciendo los descubrimientos que cambian el mundo".
La charla de 't Hooft se inscribe en el ciclo La ciencia y el cosmos, organizado por el BBVA, en el que se abordan las cuestiones más candentes de la cosmología y la física de partículas actuales de la mano de científicos prestigiosos.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Gerard/t/Hooft/universo/demasiado/complejo/teoria/abarque/todo/elpepusoc/20111114elpepusoc_11/Tes
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