martes, 19 de enero de 2016

CUR"ARTE" ► MOXIBUSTIÓN [मोक्सीबस्टन चंगा] mokseebastan changa


TRATAMIENTOS DE LA MEDICINA TIBETANA. 

El tratamiento se basa en los síntomas presentes y en el cuadro clínico y se realiza sobre el examen de la orina, el pulso, un examen físico y el integratorio. Gran número de factores tales como la gravedad de la enfermedad, la edad del paciente, la estación del año, la localización de la enfermedad, la capacidad digestiva del paciente y la presencia de complicaciones, pueden servir para determinar el tipo de tratamiento adecuado.
En la rutina clínica habitual, el tratamiento normal consiste en una medicación reforzada con una dieta y recomendaciones sobre el comportamiento, en algunos casos también se usan la acupuntura y la moxibustión. El primer nivel de tratamiento es la terapia de comportamiento y de la nutrición, la cual normalmente sirve de base a la segunda línea de tratamiento, es decir, a la medicación.
Hay 2 tipos de medicaciones orales que están graduadas y son usadas con base en información clínica definida. La medicación oral se refuerza mediante terapias tales como la oleación, friegas, eméticos, purgantes, enemas suaves, supositorios, inhalantes nasales y baños. Cuando todo esto no acaba con la enfermedad, o cuando la enfermedad es grave y crónica, es recomendable la tercera línea de tratamiento: la "terapia externa".
La terapia externa está dividida sobre la base del cuadro patológico en 2 categorías: menor y mayor. La terapia externa menor consiste en el masaje, la hidroterapia y los fomentos. La mayor en la acupuntura, la moxibustión y la sangría reforzada con cirugía.
Un elemento importante a considerar es la farmacología tibetana la cual está establecida de acuerdo a las 5 energías utiliza medicamentos formados de estos agregados que pueden antagonizar a los agregados que se manifiestan como un desorden de desbalance de los humores. En la medicina tibetana se usan 8 tipos diferentes de ingredientes como medicamentos: metales preciosos, tierras, rocas, árboles, resinas, hierbas, animales y sopas o jugos. Los sabores juegan un papel importante dentro de la terapéutica médica tibetana. Existen 6 sabores fundamentales (dulce, amargo, salado, ácido, caliente y astringente), los cuales se correlacionan con las 5 energías. El sabor dulce está constituido por agua y tierra, el amargo por fuego y tierra, el caliente o picante por fuego y agua, el ácido por viento y fuego, el astringente por agua y viento y el salado por viento y tierra. Un fármaco se prescribe de acuerdo a las características del desorden que prevalecen en un paciente, es decir el fármaco debe poseer características opuestas al desorden que provoca la enfermedad.
La potencia de un fármaco se determina con respecto a los siguientes parámetros: pesado, oleoso, frío, romo, ligero, áspero, calientes y afilado. Los fármacos que poseen las primeras cuatro potencias están prescritas para tratar desordenes de viento y bilis y los últimos cuatro están prescritos para el tratamiento de desordenes de flema.
En el sistema tibetano los remedios se componen por hierbas las cuales se combinan con minerales, gemas y piedras preciosas así como sustancias de origen animal. Estos remedios que pueden ser en forma de píldoras, incienso y aceites médicos, por regla general contienen cincuenta o más ingredientes diferentes además se recitan plegarias y mantras para conferir una potencia adicional. Los padecimientos causados por espíritus se pueden curar con elaborados rituales llevados a cabo por lamas, yoguis o sanadores chamánicos.
La medicina tibetana es una disciplina que integral en donde no solo se ocupa de sanar el cuerpo sino asimismo es un sendero en donde el cuerpo y la mente se pueden liberar de los sufrimientos de la existencia cíclica causada por el triple veneno la cual es la raíz de la enfermedad, para lograr esto la medicina tibetana cuenta con múltiples herramientas dentro de un plano físico como espiritual.

Thuk Je Che Tibet.


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