
Encuentro de los artistas en la Escuela de Artes Saharaui
Por Federico Guzmán
4 de octubre de 2015. Artistas vascos y saharauis en los campamentos de población refugiada saharaui de Tinduf.
Mi nombre es Federico Guzmán y soy un artista de Sevilla. El cuatro de octubre de 2015 he iniciado un viaje con dos artistas vascos, el coreógrafo Ibon Salvador y el escultor Karlos Martínez, al campamento de población refugiada saharaui de Bojador, cercano a Tinduf (Argelia). Un comité de las residencias artísticas Entre Arenas/Hondar Artean, incluidas en el Faro de la Paz de Donostia/San Sebastián Capital Europea de la Cultura 2016, ha seleccionado a estos artistas para que trabajen en colaboración con el realizador Ahmed Omar y la artista visual Nasra Sidi Azman durante el mes de octubre en los campamentos saharauis de Tinduf. Viajo en calidad de co-director artístico de este experimento intercultural. Espero que mi experiencia de ocho años viajando al Sáhara con iniciativas de arte y activismo pueda ser útil acompañando a l+s artistas y facilitando su trabajo sobre el terreno. He ido tomando notas a modo de diario con las que he elaborado este informe con un criterio personal e independiente, siempre en diálogo con mis compañer+s. Son notas de un viaje compartido que se extiende en el tiempo, y que está resultando una emocionante convivencia de conocimiento y amistad.
¡
Marhaba Donostia 2016! El pueblo saharaui nos ha dado una cálida y respetuosa bienvenida al campamento de población refugiada de Bojador. Desde la primera vez que lo escuché, siempre me ha fascinado el prolongado y atento saludo beduíno que los hombres y mujeres saharauis se profesan cuando se encuentran en el desierto. Constituye un verdadero reconocimiento de la humanidad de quien tienes delante, encarna un profundo saber de vida y era el sistema de comunicación ancestral de los nómadas que se movían libremente por el territorio, y ahora se ven forzosamente asentados en este indefinido exilio. Hemos llegado a la Escuela Saharaui de Artes, un oasis de cultura en el austero paisaje arenoso de la
hamada argelina. En la Escuela nos han recibido Charo Escobar, arquitecta y coordinadora de la Escuela, y Liasaa Lebsir, director de la ESA. Mientras esperamos a Nasra y Ahmed, contemplamos los trabajos de l+s alumn+s, pinturas, murales, cerámicas, caligrafía árabe, la modesta biblioteca y una bien equipada sala de internet. El espacio es luminoso y lleno de colores. Charo nos explica los detalles constructivos de la obra, inaugurada hace dos años y financiada por la
Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla y la
Agencia de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía. Construida por una cuadrilla local, la Escuela está formada por espaciosas aulas, techos altos, cúpulas decoradas y amplios ventanales. Todo calculado a ojo y cimentado sobre una sólida plataforma de hormigón para la única escuela de arte en un campamento de refugiados del mundo.

Ahmed Omar e Ibon Salvador
Conociendo a Karlos e Ibon
Durante el viaje de Madrid a Tinduf he tenido tiempo de conversar y empezar a conocer a Karlos e Ibon, dos personas cordiales e inteligentes, en la treintena, que se desempeñan como artistas, y han trabajado anteriormente en contextos culturales diferentes, Ibon en Portugal y Brasil y Karlos en Marruecos y Austria. En las repetidas fichas de inmigración que hemos ido rellenando en los aeropuertos de Argel y Tinduf, Ibon pone en el apartado profesión: coreógrafo. Uno de los policías argelinos le ha preguntado “Qu'est ce que c'est?“ Nos hemos sonreído con complicidad. Aunque Ibon es muy extrovertido, quizás no es el momento de extenderse en que trabaja, “más allá de la danza, con el cuerpo psicofísico expandido en su dimensión comunitaria, colaborativa, interdependiente”. Ibon tiene una rica experiencia en el trabajo colectivo “a través de herramientas de traducción, perversión, re-versión e impersonalización, generando comunidades momentáneas que evidencian como un+s nos pertenecemos a los otr+s”1.

Karlos Martínez y Nasra Sidi Azman
Por su parte, Karlos me ha ido contando el proyecto en que ha elaborado piezas textiles con mujeres beréberes en el Atlas marroquí, que luego ha integrado en esculturas e instalaciones. Creo que su experiencia y sensibilidad van a ayudar a tejer una interesante conversación con Nasra, la joven artista plástica saharaui con la que va a trabajar en binomio. Karlos es un artista interdisciplinar enfocado en los procesos escultóricos. Como me explica, su “trabajo se basa en la relectura de las vanguardias históricas; de su influencia en las prácticas artísticas posteriores, de las contradicciones históricas a las que se vieron expuestas y de su inserción en el tejido contemporáneo”2. Karlos tiene un extenso conocimiento de las narrativas artísticas y su conversación es interesante y divertida. Además compartimos algo propio: se queda a veces callado, meditativo, como cargando las baterías. Intuyo que en el desierto vamos a aprender también mucho de la magia del silencio.
1 Ibon Salvador. Carta de motivación para la candidatura a las residencias Entre arenas, 2015.
2 Karlos Martínez. Dossier para la candidatura a las residencias Entre arenas, 2015.
el dispensador dice:
me molestaba el calzado,
necesitaba sentirme conectado,
plantas a la tierra,
como alma al espacio,
no me sobran estrellas,
y reconozco mis fracasos,
transito simplemente la vida,
navegando en un chinchorro alado,
a veces alfombra mágica,
a veces botellón de genio tapado,
vestido con los mejores harapos,
los mismos con los que me echaron,
haciendo alarde de cinismos,
justo cuando venía descuidado,
y así comienza el diario,
de ningún éxito y muchos trabajos,
observar abre la mente,
en especial si liberado del tiempo,
es tu espíritu el que anda viajando...
he aprendido unas cuantas lenguas,
de solo andar escuchando,
es bueno construir puentes,
cuando los malos andan ocupados,
creyendo totalmente,
que estás distraído,
incapaz de andar escuchando...
pero sucede que como viajero,
no tengo ni tiempo ni espacio,
ando suelto de alma,
y no me atan los laberintos endosados,
he descubierto las salidas,
de las miserias de los humanos,
que saben repartir culpas al viento,
tanto como llenar mochilas con los reclamos,
olvidándose que la propia consciencia,
da testimonio por las víctimas y los traicionados...
primera página del libro,
ése llamado diario,
no hay como andar descalzo,
cuando la arena despierta,
y el cuerpo está como congelado,
entonces la mente hace de antena,
y lo demás...
lo demás te lo iré contando.
ENERO 17, 2016.-
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