Teoría de la Medicina Tibetana
Este sistema médico se encuentra íntimamente ligado al budismo tibetano, el cual sostiene que hasta que la ignorancia y la codicia queden eliminadas del fluir de la mente, por muy sanos que creamos estar, seguimos enfermos. Asimismo, contempla al análisis del cuerpo como el fundamento de la cosmología y de la filosofía budista y considera que el estado de salud depende de un balance en la dieta, la conducta, las condiciones ambientales y psicológicas, así como de los factores sociales, siendo todos éstos críticos para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades.
Todos los fenómenos animados e inanimados existen en dependencia de los agregados de las cinco energías cósmicas, las cuales son la tierra, el fuego, el agua, el aire y el espacio. Fisiológicamente, el cuerpo humano está constituido por 3 humores o nepas, 7 energías físicas y 3 tipos de excreciones. Las 7 esencias son: las esencias nutricias, la sangre, la carne, el tejido adiposo, la médula ósea y el óvulo o esperma, dependiendo del sexo del individuo. Los 3 humores son las manifestaciones biológicas de las 5 energías cósmicas y son considerados como el surgimiento de las 3 aflicciones básicas que son el deseo, el enojo y la confusión, éstas se conocen como el viento, la bilis y la flema.
El viento (rlung) se compone del elemento viento, representa la fusión nerviosa y recibe la influencia de las 3 causas de sufrimiento evidenciadas por el Buda. La bilis (mkris-pa) se constituye por el elemento fuego, es responsable del metabolismo y del calor corporal (tumo), de la digestión y de la excreción; el enojo actúa sobre su equilibrio desestabilizándola. La flema (bad-kan) asegura la regeneración y la producción de líquidos; es perturbada por el veneno de la confusión. La flema está compuesta por los elementos tierra y agua.
La salud es el estado de balance de estos 3 humores, mientras que la enfermedad surge si algunos de éstos quedan fuera de balance. La condición por la cual se causa una manifestación de enfermedad incluye una dieta impropia, una conducta impropia, infección por agentes patógenos, factores ambientales y los espíritus.
Los desórdenes también se pueden clasificar como fríos o calientes o como una combinación de ambos. Los desórdenes calientes están asociados con la sangre y la bilis. Los desórdenes fríos están asociados con desbalances en la flema o el viento. Las infecciones o desordenes linfáticos pueden ser desórdenes calientes o fríos.
Todos los fenómenos animados e inanimados existen en dependencia de los agregados de las cinco energías cósmicas, las cuales son la tierra, el fuego, el agua, el aire y el espacio. Fisiológicamente, el cuerpo humano está constituido por 3 humores o nepas, 7 energías físicas y 3 tipos de excreciones. Las 7 esencias son: las esencias nutricias, la sangre, la carne, el tejido adiposo, la médula ósea y el óvulo o esperma, dependiendo del sexo del individuo. Los 3 humores son las manifestaciones biológicas de las 5 energías cósmicas y son considerados como el surgimiento de las 3 aflicciones básicas que son el deseo, el enojo y la confusión, éstas se conocen como el viento, la bilis y la flema.
El viento (rlung) se compone del elemento viento, representa la fusión nerviosa y recibe la influencia de las 3 causas de sufrimiento evidenciadas por el Buda. La bilis (mkris-pa) se constituye por el elemento fuego, es responsable del metabolismo y del calor corporal (tumo), de la digestión y de la excreción; el enojo actúa sobre su equilibrio desestabilizándola. La flema (bad-kan) asegura la regeneración y la producción de líquidos; es perturbada por el veneno de la confusión. La flema está compuesta por los elementos tierra y agua.
La salud es el estado de balance de estos 3 humores, mientras que la enfermedad surge si algunos de éstos quedan fuera de balance. La condición por la cual se causa una manifestación de enfermedad incluye una dieta impropia, una conducta impropia, infección por agentes patógenos, factores ambientales y los espíritus.
Los desórdenes también se pueden clasificar como fríos o calientes o como una combinación de ambos. Los desórdenes calientes están asociados con la sangre y la bilis. Los desórdenes fríos están asociados con desbalances en la flema o el viento. Las infecciones o desordenes linfáticos pueden ser desórdenes calientes o fríos.
Thuk Je Che Tibet.
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