miércoles, 9 de marzo de 2016

VACUNA PARA LA IGNORANCIA o EL PLANETA EMPASTILLADO ► [Henciclo] interruptor - El principio de miopía - la columna de H enciclopedia

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SOBRE LA NECESIDAD DEL RELATO

El principio de miopía

Amir Hamed



Mucho hay que agradecer al PopolVuh, el libro sagrado de los mayas. Se trata de una epopeya de la creación, alguna vez traducida por un curael fraile Francisco Ximénez a la que el hombre, bípedo celebratorio, llega tras una sucesión de intentos fallidos.  Como se sabe, los dioses del libro sagrado quiché, tras crear vegetaciones, fauna y minerales, en fin, todo lo que hay, quieren engendrar seres que los alaben, pero fracasan en reiteración real. Ya hay animales, incapaces de alabanza, y por eso hacen unos seres de barro barro con vocación de humano, demasiado frágiles y caidizos. Los Creadores y Formadores toman madera, entonces, pero los seres, unos maniquíes, carecen de sentimientos y sabiduría, y desaparecen, atacados por sus tecnologías (sus ollas, vajillas, escudillas, piedras de moler) y por sus animales domésticos, entre ellos sus perros y gallinas. Claro que por profética que se la quiera, esta destrucción de los hombres de madera nos dice menos que lo que dirán, ni bien lleguen a la superficie sublunar, los hombres de maíz, esos que fueron los primeros capaces de alabanza, es decir, nosotros.
Es que del maíz habían salido cuatro hombres primigenios que podían verlo todo, “lo grande y lo pequeño”, que por verlo todo no se multiplicarían, que probablemente no habrían de acceder a la alabanza y que, seguramente, de seguir viendo así, nos habrían dejado sin mundo. Los dioses les empañan la vista, como se recuerda, temerosos de que se igualaran con la divinidad, por lo que los hombres de maíz, es decir nosotros, no pudieron ya ver más que “lo próximo”. Lo veían todo y, por tanto, no se movían, una inmovilidad que, cabe recordar, es precisamente el momento previo al relato: la enseñanza, en este sentido, es que para que haya relato debe regir un cierto principio de miopía.
Porque no veo me muevo, investigo, copulo. El relato exige esta cortedad de vista, una cerrazón que, por ejemplo, dramatiza la Divina Comedia. Cuando más oscuro, más se mueve Dante por indagar, conocer; he ahí el infierno, principio de la narración. Cuanto más resplandeciente, más lirico, celebratorio, inmueble se queda el florentino: el paraíso de la inmovilidad.
Y porque me muevo, porque narro, dejo de ser, es decir, devengo, lección inapreciable para estos días. El deseo (de conocer) es el motor del relato, siendo ese deseo lo que me enseñará que aquello que creo son las cosas lo que me han dicho son las cosas en rigor es falsedad. El relato está ahí para desenmascarar cualquier identidad, para enseñarnos que todo lo que conocemos ha venido de otra parte (que el primer Twain había sido un amigo de la familia, como decía el autor de Huckleberry Finn). Solo la miopía, para decirlo de algún modo, consiente la revelación.
Lamentablemente, los Creadores y Formadores de estos días, con torcidas palabras tecno, se han olvidado de lo que supieron sus predecesores. En rigor, si se atiende a la prédica de las academias sajonas y de la industria editorial, los que hoy se arrogan la defensa de ciertos relatos de microrrelatos, de relatos identitarios, de relatos del yo si algo están predicando no es sino la muerte del relato, que es la muerte del  conocer. Lo que hacen es barajar y repartir identidades (étnicas, sexuales, religiosas) como los hombres de madera repartían y barajaban ollas y piedras de amolar para que todos nos olvidemos de conocer, es decir, de preguntarnos. Y al respecto, cabe recordar que cualquier relato identitario es la negación del relato, porque todo, en este sentido, se sabe de antemano (es decir, se ignora de antemano), una tautología que nos acerca a los extintos hombres de madera, aquellos que “no tenían ingenio, que no tenían sabiduría”. Habrá, por tanto, que sentarse a esperar para ver cómo, atrapados en identidades y microyoes, destituidos de relato (pero abrumados por la información y los hipertextos), quedamos a merced de las ollas hirvientes y devenimos ración balanceada para gallinas. 

el dispensador dice: en estos últimos años, han aflorado "relatos" de diversa índole... de izquierda... de derecha... polares... de historias oficiales... de historias no oficiales... de historias paralelas... de historias tangentes... poniendo en evidencia que, aquella América nativa que permanecía en orden y armonía, comenzó a pudrirse con la conquista... de hecho, los restos del Popol Vuh... del libro de los libros del Chilam Balam, y otros escasos documentos rescatados de la quema de la Biblioteca de Honduras, son una muestra de "copias" rápidas y de remanentes mal traducidos y peor interpretados... los siglos transcurrieron y el poder político no se dio cuenta, no quiso darse cuenta, omitió darse cuenta, que el mundo comenzó a transformarse a partir de la gesta de Sierra Maestra... de los dolores del Muro de Berlín... y de los otros dolores de la ex-cortina de hierro (Unión Soviética y asociados)...

durante los noventa reinó la frivolidad en todo el planeta humano... derivando en una globalización que aún no habiendo terminado, ha dado como consecuencia un exterminio en cuotas de ciertos segmentos de la humanidad despojada y desposeída... sin que ningún estado se haga cargo y sin que nadie se dé por aludido... raro... demasiado real...

con el nuevo siglo y nuevo milenio llegaron los "aspirantes a"... una generación de no tan iluminados que pretendían parecerse al Che Guevara y hasta el mismísimo Fidel Castro, pero sin haber pasado por las trincheras y sin haber pasado por Sierra Maestra... ninguno se dió cuenta la diferencia entre estar y querer estar, o bien, estar e imaginarse que uno estuvo cuando en realidad nunca salió de sus comodidades... dicha película cursó en Venezuela... en Brasil... en Uruguay... en Argentina, ni hablemos... en Perú... en Ecuador... y en Bolivia... donde todos los aspirantes fracasaron en sus exámenes y van, de a poco, siendo objeto de repudios sociales in crescendo... 

Uruguay ha salido indemne...

pero en los demás territorios, la nueva invasión del poder del imperio está dejando en claro que éste (imperio) no está dispuesto a ceder sus "acciones"... demostrando estar dispuesto a llevarse puesto todo lo que haga falta... incluyendo en ello a las personas... los humildes... los mortales... los pobres... incluyendo a los engreídos y a los soberbios... ya que si es por cinismos a flor de piel, nadie mejor que el imperio para enseñar cuánto sabe de cinismos e hipocresías...

el populismo sin cimientos ha fracasado, al menos por ahora... pero el problema no es la ideología ni tampoco la idea... antes bien, el problema reside en la consecuencia social de gentes empobrecidas, otras marginadas, y muchas indigenciadas hasta límites insospechados... desconsideradas de las estadísticas... y más aún de las consideraciones del poder, siempre ocupado en dar prolongados discursos donde no se dice nada... como sea, la nueva versión del proyecto Cóndor 2016, está en marcha... y la región (América Latina) se está volviendo un horno insoportable, donde los caldos conviven con los cocinados... donde la cultura consiste en aturdir para que nadie se dé cuenta... donde las expresiones culturales consisten en capturar a los mediáticos para usarlos de títeres entretenedores de masas informes que prefieren no ver, no oir, no pensar, esto es, evitar darse cuenta... otra vez... sopa...

hasta ahora no se ha inventado una vacuna para la ignorancia... y ésta (ignorancia) ya cursa con fuerza viral... tomando posición y devorándose sociedades enteras...

para ello... es decir, para que nadie esté en condiciones de tomar consciencia y rebelarse, se administran pastillas que adormecen y dejan a los cuerpos en estado de ensoñación eterna... o lo que es lo mismo, el planeta humano está empastillado para que unos pocos la pasen bien a costillas de muchos que no entienden nada... y la siguen remando hacia sus propios abismos...

no obstante lo dicho, es de suponer que algunos serán inmunes a tanto desprecio y regresarán a recrear una nueva versión, en serio, de aquella Sierra Maestra... esto es que se colocarán traje de combate y se llevarán por delante a sus esclavizadores, so pena de morir en el intento... dicho paisaje está cada vez más cerca, porque en este mundo, aunque Usted no lo crea, se han terminado las fronteras y las banderas... porque el ser humano, los humanismos, y la propia humanidad, viven desde hace siglos, en la eterna espera. MARZO 09, 2016.-

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