PARA QUE TE QUEDE CLARO (II)
el dispensador dice: no, desde luego que no fue fácil... atravesar las dimensiones nunca lo es... pero, ¿viste?, los humanos suelen no escuchar, para evitar atender... o suelen no atender, evitando escuchar... y después siguen con sus vidas haciendo referencia a tal o cual momentos donde se cruzaron contigo y les hablaste de cómo atravesar las dimensiones... se acuerdan del relato simple... pero omitieron escuchar el cómo, porque eso podía comprometerlos y obligarlos a participar de algo que querían evitar, por las dudas... por las dudas del ridículo... por las dudas de tener que aceptar algo que no comprendían... por las dudas de verse involucrados en algo que les excede largamente...
con Aníbal hablábamos mucho... me llevaba al menos cuatro años, si mal no recuerdo... era un judío con una inteligencia prodigiosa... superadora de la media... y nos unía una amistad de aquellas... venía a la casa de mis padres en Villa Celina e iba a la casa de sus padres en la Avenida Segurola... la vida nos alejó sin querer... pero nos dimos un abrazo de esos que no se olvidan, y supongo que tal era su intención, habrá recalado en Israel... Argentina no era para él ni para su sapiencia... él se había dado cuenta de las dimensiones por otra vía... pero sí se había dado cuenta, y sabía que el instante que transitábamos, estaba sucediendo en simultáneo en otros planos... con otras realidades, con estos u otros actores... y la memoria ya no le jugaba pasadas extrañas... cuando percibía el flash, sabía que el destello le estaba señalando que las realidades habían cruzado las circunstancias de uno y otro lados, o de más de dos de ellos... porque en los universos todo es impar, hasta los paralelismos...
nos separamos en tercer año de la secundaria, allá por no sé dónde y el no me acuerdo cuándo... él permaneció allá en Caballito, pero ya tenía un título técnico y quería estudiar en Tel Aviv... yo me fui al profesorado, en medio de una vida turbulenta... pero dicho viaje fue una bendición, una de las tantas... me movía entre el ocultismo y lo esotérico, pero ninguno de ambos lados me capturaba... entraba y salía... buscaba algo... lo encontraba y me iba... siempre entendí que lo oculto, no lo está... y siempre entendí que lo esotérico, no lo es en lo absoluto... sucede que la gente mezcla todo con miedos y supuestos... el ocultismo nació como consecuencia de la persecución eclesiástico-inquisidor de los alquimistas, que sabían de los conocimientos sobrevivientes a la quema de la Biblioteca de Alejandría (y otras no menores)... lo esotérico conservó el conocimiento matemático de las "influencias cósmicas" en las gestaciones y en los alumbramientos, una manera de conectar la gracia con el destino, o si quieres el destino con la gracia... curiosamente no es lo mismo... el destino está escrito antes de nacer... la gracia se recibe en el momento exacto en que eres engendrado... si no me crees, pregúntale a Madame Blavatsky (Helena Petrovna)... y no me jodas... de nada vale que te lo diga, sólo vale lo que encuentres por ti mismo...
Aníbal hablaba tres idiomas, sí allá por los sesenta... como judío creyente me había descubierto la importancia de la estrella, no me costó explicarle que a David lo llevaba en el alma... sin necesidad de preguntarse por qué... el por qué es uno mismo, entonces cualquier respuesta eventual estará de más... ¿será por eso que sintonizábamos tanto?...
por entonces me sentía como Moisés adoptado por el Faraón... en lo íntimo sabía que mi desierto no estaba lejos... en lo íntimo sabía que mi éxodo iba a ser extenso y penoso... no es una queja, apenas es un comentario... durante mi éxodo terminé aprendiendo varias lenguas... me vi obligado a hacerlo o no comía... no me resultó difícil... por el contrario... el oído se conectaba solo... cuestión de estrella, claro...
Aníbal quería que lo acompañara a Israel, pero no coincidimos... el destino tenía otros planes y siempre hay que respetarlos para luego honrarlos... no obstante ello, el sabía de los paralelos simultáneos al igual que yo... un buen día descubrí (caí en la cuenta) que en realidad, lo sabíamos porque era parte de la memoria de nuestro karma... él era un renegado... yo era un renegado... ambos vivíamos en estado de rebelión permanente... no encajábamos en ninguna parte...
la cuestión de salid de una dimensión para entrar en la contigua lo aprendí gracias a... el nombre no tiene importancia... la circunstancia tampoco... sólo fue un salto... de repente vi el cuerpo por detrás mío... entonces supe que ya nada sería igual... y nunca volvió a serlo...
unos pocos esenios me contaron el qué y el cómo... desde entonces aparezco y desaparezco... desde entonces aún estando, no estoy... desde entonces, aún no estando, el cuerpo anda solo como si nada pasara...
conocí a varios no-humanos que parecían disfrazados de... no... no tienen forma... ni rostro... ni ojos... ni brazos... ni piés... ni oídos... pero tienen sapiencia, sensibilidad, y sobre todo pensamiento, porque representan su propia idea de sí mismos... he hecho varios viajes junto con ellos... ¿sabes?, es bueno no regresar... cuando dejas de engañarte a ti mismo... ya no te confundes. DICIEMBRE 19, 2018.-
me distingo por mi locura... estoy plenamente orgulloso de estar loco... los cuerdos son todos mentirosos (y muchos de ellos, traidores)...
que no te queda claro?... no importa, siempre es bueno aguardar el paso que sigue...
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
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