Fei Xiaotong: El sociólogo que enlaza China con Occidente
El intelectual chino Fei Xiaotong (1910–2005) pronto descubrió que la mejor forma de entender al pueblo y curar el dolor de la gente en la época de desorden social que le tocó vivir era estudiar sociología. El trabajo de Fei Xiaotong es un estudio que ha conseguido enlazar con perfección las prácticas chinas con las teorías occidentales y siempre se preocupó por que sus estudios fueran utilizados con el fin de mejorar la vida cotidiana del pueblo.
Fei Xiaotong (费孝通) nació en Wujiang, provincia de Jiangsu, en el seno de una familia intelectual si bien, en su complicada carrera académica, estableció una relación de por vida con los campesinos. En los primeros años de su juventud se interesó por la medicina, porque quería ser médico para ayudar a los heridos y auxiliar a los moribundos. Pero pronto descubrió que la mejor forma de entender al pueblo y curar el dolor de la gente en aquella época de desorden social que le tocó vivir era estudiar sociología. Por ello, en 1930, ingresó en la Universidad de Yanjing para cursar dicha especialidad. Debido a su persistencia por investigar la realidad sobre el terreno, se interesó por la metodología disciplinar de la antropología, es decir, el trabajo de campo. Por eso, tras graduarse en sociología, y a través del señor Wu Wenzao (吴文藻), Fei Xiaotong consiguió entrar en la Universidad de Qinghua donde se convertiría en el único alumno chino de postgrado del antropólogo ruso S. M. Shirokogorov.
Sin embargo, mientras estudiaba, Fei Xiaotong no se limitaba al modo tradicional de la etnografía antropológica, pues no le gustaba el exotismo o la afición por lo antiguo, al mismo tiempo que criticaba el academismo. Por eso, en 1936, se atrevió a elegir en China un lugar “civilizado” llamado Kaixuangong, villa de Miaokang, situada en su pueblo natal Wujiang, como destino de estudio, desafiando la antropología tradicional que solo estudiaba a los pueblos “salvajes”. Su audaz selección coincidió con la dirección general del desarrollo de la antropología de la época, ya que los investigadores occidentales estaban reorientando sus estudios desde las tribus “primitivas” de los aborígenes africanos, oceánicos o indoamericanos hacia las comunidades “civilizadas” en Asia o Latinoamérica. Con la metodología de observación participante, se intentaba averiguar de cerca y de forma profunda la vida de los campesinos asiáticos o latinoamericanos, a los que se les suponía un nivel cultural más alto. Por esta razón, cuando Fei Xiaotong se llevó el informe obtenido de su trabajo de campo en Kaixuangong hasta la London School of Economics, con intención de realizar allí los cursos de doctorado en antropología, fue muy bien recibido por el gran antropólogo Bronislaw Malinowski. Al valorar la valentía de Fei que, “siendo un nativo investigaba sobre su propia gente”, Malinowski reconocía que “China es un gran país” y que la exploración de Fei Xiaotong era “el resultado de la observación de un ciudadano a su propio pueblo”. Debido a la admiración que profesaba por el joven estudiante chino, Malinowski decidió dirigir personalmente la redacción de su tesis doctoral titulada Jiangcun Jingji (traducida en inglés como Peasant Life in China) que, más tarde, se convertiría en una obra clásica de antropología en todo el mundo.
El trabajo de Fei Xiaotong es un estudio que ha conseguido enlazar con perfección las prácticas chinas con las teorías occidentales. Marcando las teorías funcionalistas que valoran la estructura y la función sociales, y describiendo minuciosamente la vida campesina obtenida del trabajo de campo, el libro analiza el origen y la realidad de la vida difícil que los campesinos de Jiangcun tenían en aquella época. Reclamaba el diseño de políticas adecuadas y la aplicación de acciones eficaces para mejorar la vida de los agricultores. En 1939 la tesis se publicó en inglés y, a partir de entonces, fue reeditada varias veces convirtiéndose en un libro de texto obligatorio para los estudiantes de antropología y también en fuente de inspiración de muchos investigadores occidentales que deseaban estudiar temas sobre China.
Al regresar de Inglaterra, Fei Xiaotong prosiguió insistentemente su trabajo de campo en China y en 1944, aprovechando su estancia en EE.UU. como visitante académico, logró coeditar junto con su alumno Zhang Zhiyi (张之毅), otra obra de gran valor: Earthbound China, a study of rural economy in Yunnan. Los medios de comunicación estadounidenses, como The New York Times entre otros, elogiaron la capacidad de Fei Xiaotong y su colega de volver a presentar con más detalle a los occidentales la vida y las costumbres de los campesinos chinos y expresaron su admiración por la valentía, constancia e insistencia en los estudios de los dos investigadores en un momento en que su país se encontraba en guerra. El antropólogo Robert Redfield mencionó especialmente el agradecimiento que Fei Xiaotong y su alumno expresaron hacia los colegas occidentales, aunque fueron ellos dos solos quienes realizaron el trabajo sin haber recibido ayuda exterior. Como el gran erudito en que se había convertido, Fei Xiaotong fue modesto a pesar del excelente trabajo que realizó.
Se puede afirmar sin equivocarse que su actitud habitual en los estudios era la modestia. Consideraba que su deber se fundamentaba en “aprender” de los colegas occidentales y de los campesinos chinos. No le importaba cómo definirse, ya fuera con el apelativo de sociólogo o antropólogo. Solo admitía que tenía su “propio modo” para ser académico cuyo valor dependía de si “era capaz de ayudar al pueblo a enriquecerse”. Por eso, a los 80 años de edad, proseguía la meta de su carrera académica que era “enriquecer al pueblo”. Cuando tenía 93 años, y aunque estaba enfermo, insistió en visitar por octava vez un distrito llamado Dixi. Al ver que los campesinos allí habían mejorado su alimentación y habían dejado de comer patatas como comida principal, Fei Xiaotong dijo: Ya no tengo que venir más. Como buen intelectual que era se preocupaba por la aplicación de sus estudios para que fueran utilizados con el fin de mejorar la vida cotidiana del pueblo.
En la realización de las investigaciones académicas relacionaba a China con Occidente y aplicaba las teorías occidentales en las prácticas del campo chino. Por un lado, introducía las corrientes funcionalistas o culturalistas occidentales y, por otro, sentó un precedente de la investigación antropológica desde la perspectiva nativa en China. Su persistencia por perseguir la verdad a través de sus estudios fue admirada en los círculos de antropólogos de resonancia mundial. En 1980 la Asociación Internacional de Antropología Aplicada de Denver (EE.UU.) le otorgó el premio honorario Bronislaw Malinowski y le nombró miembro de la misma asociación. Un año más tarde, la Real Sociedad Británica de Antropología le concedió la medalla Huxley.
En 2005, a los 94 años de edad, Fei Xiaotong falleció en Beijing. Al conmemorar a este gran erudito se preserva su legado intelectual y su ingente dedicación a unos estudios que han ensamblado a China con Occidente. Su estudio, además, favorecerá el desarrollo de la sociología y la antropología chinas que tienden hacia la globalización de las investigaciones de ciencias sociales.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 39. Volumen V. Noviembre de 2016.
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